Por Aníbal E.
Melo
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Desde antes que
Barack Obama, el primer Presidente desde Reagan en ser electo dos
veces por mayoría popular, jurase para un segundo mandato, el
Partido Republicano ya estaba en peligro de dejar de ser una organización nacional con vocación presidencial.
Recuerdo la pompa
hecha en la inauguración sobre los Derechos Civiles, las Biblias de
Abraham Lincoln y de Martin Luther King, la toma del juramento del
Vice-presidente Joe Biden por parte de la Jueza Sonia Sotomayor, el
glamour de Beyoncé, y los versos leídos por el poeta gay cubano-americano
Richard Blanco.
No fue sólo que
todo parecía una reafirmación de solidaridad democrática, sino
también un recordatorio de la cada vez más estrecha identidad del
Partido Republicano y de todo lo que le han costado sus malas
decisiones.
Cuarenta y cinco
años después de la victoria electoral de Richard Nixon, la
estrategia del Partido Republicano parece estár pensada para un
momento historico y una América diferente.
Muchos han
señalado el fracaso de Mitt Romney en no ganar ni un solo voto en 91
Distritos Electorales de Nueva York y en 59 recintos de Filadelfia.
Pero más
reveladora es su derrota en 11 de las 15 ciudades más grandes de la
nación.
No sólo Chicago,
Columbus, Indianapolis, San Diego, incluso también Houston y
Dallas.
Si ese partido
pierde Texas, le quedaría sólo el apoyo del escasamente poblado
Oeste lejano y otros 13 estados que juntos producen menos votos
electorales que California, Oregon y Washington.
Si esa tendencia
continúa, el Partido Republicano podría verse incapaz de contar con
un Estado que tenga por lo menos 20 votos electorales.
No sirve de nada
hecharle toda la culpa a Romney.
No hay duda de que era un candidato pésimo, pero fue lo mejor que pudieron conseguir.
No hay duda de que era un candidato pésimo, pero fue lo mejor que pudieron conseguir.
Tampoco puede ser
Romney culpado de ser hombre, blanco, y super rico.
- Recordemos que entre 20 mujeres senadoras, sólo 4 son republicanas.
- Que entre 42 Representantes federales afroamericanos, no hay republicanos.
- Que entre los 6 nuevos miembros de la Cámara que son abiertamente gays o lesbianas, hay ausencia Republicana.
Esos son totales notables en un sistema de solamente dos partidos, y reflejan no sólo el fracaso de la estratégia, sino también la historia de larga data de indiferencia y hostilidad abierta contra los electores negros, latinos, asiáticos, mujeres y gays.
Una historia
repetida de política racista, que data de muchas décadas atras.
El verdadero
problema que hasta ahora está sin resolver para cualquier
abanderado presidencial republicano, tiene su origen en la ideología
del "conservadurismo moderno".
Cuando los autores
intelectuales de la derecha crearón sus doctrinas en la década del
1950, se basarón en el pensamiento político del Siglo XIX, tomando
prestado explícitamente las ideas de los grandes defensores de la
esclavitud, sobre todo, de un intelectual feroz de Carolina del Sur,
el señor John C. Calhoun.
Eso no quiere
decir que todos los conservadores de hoy comparten las ideas racistas
de Calhoun.
Lo que quiero
decir, es que dentro del Partido Republicano hay lo que llamo el "renacimiento Calhoun", que basa sus teorías en una
supuesta defensa constitucional que justifica el oponerse, ignorar,
e incluso anular la voluntad de la mayoría electoral.
Es la política de
la "anulación", una doctrina casi tan antigua como la
propia República, misma que sostiene que los Estados,
individualmente o en conjunto, pueden desafiar las acciones federales
declarándolas inválidas o simplemente ignorándolas.
Escuchamos los
ecos de la "anulación" en la ventilación de las pasiones
contra el gobierno federal, deseando complicar el registro de
votantes, cuando intentan derogar normativas sociales, cuando se deslegitima
al Presidente Obama y en la expresión "matar de hambre al
gobierno".
Hay un fuerte
sesgo sectarista en todos esos esfuerzos que florecen en lugares
identificados como bastiones republicanos, Estados principalmente
del Sur, donde el cambio invita a la sospecha, sobre todo cuando
parece invasivo, y donde el gobierno es visto como una fuerza
intrusa.
Sin embargo esos
mismos resistentes, notoriamente aprecian los derechos y conquistas
sociales proporcionadas por el "gran gobierno", siempre
que a los grupos externos no se les otorguen también las mismas
consideraciones.
Personas que se
creen dueños de un linaje especial, llaman agraviados "a
reconquistar a América", es decir, a hacer que Estados Unidos
vuelva a un supuesto "mejor lugar" que solía tener en el
pasado.
Los conservadores
de hoy han adoptado plenamente una tradición que consagra como
propia la "causa perdida", impregnada del consuelo de aceptar sus derrotas con nobleza.
En la década del
1950, cuando el "Movimiento de los Derechos Civiles"
comenzó, los republicanos ayudarón a dirigir el mismo.
El Presidente de
ese período, Dwight D. Eisenhower, hasta abogó por el fin de la
segregación en las fuerzas armadas, e instó al levantamiento de las
restricciones de voto para los negros.
Fue Eisenhower,
quién nombró a su rival Earl Warren a la Corte Suprema, lo que
devino en el "Caso Brown Vs. Junta de Educación" y en la
decisión que prohibió la segregación escolar, paso audaz para el que
muchos no estaban listos cuando se produjo en el 1954.
Eisenhower vio las
ventajas potenciales del "Caso Brown", cómo una ruta para
reconquistrar las ciudades del país y poder recuperar la Cámara de Representantes, que habían perdido.
Los estrategas
republicanos de entonces, consideraron esas elecciones como un
período de máxima oportunidad para romper la "Coalición
Roosevelt" y recuperar la lealtad de los negros
Ya para finales
del 1955, el Gobierno de Eisenhower comenzó a redactar el proyecto
de ley de los "Derechos Civiles" con el voto de los negros
en su núcleo.
Su paso por el
Congreso tardó casi dos años, y luego de intensos debates fue
aprobado en Septiembre del 1957.
Estableció la
"Comisión Federal de Derechos Civiles" y añadió una
"División de Derechos Civiles" al "Departamento de
Justicia", menos de lo que muchos esperaban, pero
incomparablemente más importante que todo lo que había logrado el Congreso
en el último Siglo.
Ni un solo Senador
republicano votó en contra.
Todos los 18 "no",
procedieron de los demócratas.
Un Presidente
republicano y su Partido se sitúaban a la vanguardia de los
"Derechos Civiles".
Sin embargo, en
unos pocos años esa ventaja se desvaneció, y en lo adelante el
Partido Republicano sería conocido por su resistencia a respetar los
"Derechos Civiles" de las minorías étnicas.
¿Por qué?
La razón fue una
coincidencia histórica.
En la medida que
el "Movimiento de Los Derechos Civiles" se convirtió en
una preocupación nacional, el "Movimiento Conservador"
renacía.
Dos décadas
brutalmente perturbadoras, las de los años 1930 y 1940, época de
ideología extremista y guerra mundial, habían dado paso a la "Era
Nuclear" y con ella al anhelo universal de lograr políticas de
consolidación y estabilidad.
Pero para la
mayoría, el "conservadurismo" era más una cuestión de
disposición y creencia en el orden, en la tradición, y en el
renacimiento de los valores humanistas, que el desarrollo de un nuevo
programa político.
Mientras que
muchos veían al Gobierno positivamente en el tema de los "Derechos
Civiles", los líderes del Partido Republicano, vieron a un
poder federal sin control y sin precedentes en la historia, desde la
caída de la doctrina del "derecho divino de los reyes".
Hoy como en el
pasado, en Estados Unidos sólo hay un lugar en donde se puede
desarrollar esa visión conservadora de la vida: El Sur.
Y me pregunto:
Estados Unidos va
a ser una sociedad que ofrecezca el reconocimiento de los derechos
civiles y políticos a todas las personas solamente por la virtud de
ser seres humanos?
O,
Va a ser una
sociedad que ofrezca igualdad sólo a las élites?
Me parece que la
estategia política del Partido Republicano, es desarrollar una
democracia minoritaria que subordine la voluntad de la mayoría a
los prejuicios de unos pocos.
En otras palabras,
limitar severamente a las "mayorías absolutas" con
acciones que pongan los intereses sectoriales en desacuerdo con el
"Gobierno Federal".
Uno de sus
argumentos clásicos es defender el principio de que la Unión es
una confederación de estados soberanos, con autonomía codificada en
la "Décima Enmienda".
Y puesto que la
Constitución es un "contrato social", los Estados tienen
el derecho de interpretarla.
En suma, cada
Estado es libre de derribar al Gobierno Federal por causa de imperativos
locales, que supuestamente superan a los nacionales.
Es por eso que
vemos que muchos Republicanos piensan que la esclavitud fue "un
mal positivo", y ridiculizan la declaración "todos
los hombres son creados iguales" con la proposición literal de
que no hay verdad en eso.
A mi modo de ver,
la mente conservadora extrema es el enemigo más resuelto de la
consolidación nacional y de la sagrada mayoría democrática, y el
movimiento conservador, representa una filósofia creadora de políticos
perdedores.
Es por eso que
vemos a ese Partido defender las restricciones al voto con la
finalidad de poder prevalecer política y culturalmente en las zonas
en las que no predominan numéricamente, incluso si eso significa
violar las "Enmiendas Decimocuarta" y "Decimoquinta".
Creen en
el argumento que sugiere que los afroamericanos y los hispanos
necesitan estar mejor educados para ser llevados a gozar del nivel de
derechos que poseen los blancos.
Piensan que
"defienden" lo positivo de la sociedad, las tradiciones...
y todo un conjunto de costumbres nacionales arraigadas.
Ese pensamiento
hubiese triunfado si no fuee por el surgimiento de la "Ideología
Obama", misma que forma a la nueva generación de políticos
liberales.
No es coincidencia
que el resurgimiento de la "anulación" está sucediendo
mientras Obama, el primer presidente afroamericano, está en la Casa
Blanca.
Y que sus
principales objetivos son los programas de "acción afirmativa",
que denuncian como "discriminatorios" contra los blancos.
Mientras que a los votantes no les gustan las "cuotas" y las
"preferencias", si abrigan los principios de inclusión y
diversidad, especialmente cuando se dan cuenta de que los
beneficiarios incluyen no sólo a los negros, sino también a las
mujeres.
Por eso los
latinos con su población creciente, apoyan también esos programas.
Entiendo que la
estrategia conservadora actual ha sido construida para un momento
anterior, cuando podía florecer mediante la explotación de las
ansiedades de la América blanca.
Pero la realidad
del Estados Unidos actual, es que tiene una sociedad diversa,
multicultural y multirracial.
El avance no puede
ser detenido, pero parece que muchos republicanos no pueden entender
eso.
Los conservadores
que están consternados por la triste actuación de Mitt Romney con
los hispanos, deberían recordar el 40% del voto latino para Bush en
el 2004, que sugiere que abrazar políticas más humanas podrían
ayudarles a cerrar esa brecha.
Bush, por
supuesto, fue incapaz de construir la "mayoría republicana
permanente" concebida por Karl Rove, y me es sorprendente, lo
poco que hizo para mover la retórica y la visión estrecha del mundo
de su partido, que sigue atrapado en el pasado.
Romney rara vez
abordo al público negro durante su campaña.
Y cuando lo hizo en una escuela charter de Filadelfia, sugirió instruir a los
estudiantes en las virtudes de "casarse y tener familias con una
mamá y un papá juntos...".
Paul Ryan dijo
más o menos lo mismo: "Lo que más ayuda a prevenir los delitos
violentos en las ciudades, es generar oportunidades ... y enseñarle
a la gente disciplina y buen carácter".
Lo del "47
por ciento" de Romney, y su evaluación de que Obama ganó
porque dió "regalos" a los negros, a los jóvenes, a los
gays, a los hispanos y a las mujeres, también repite un dogma de una
época anterior.
No se dan cuenta
de que hoy, sólo una minoría de "voces" hablan en tono
amargo de la negación, la modernización y la igualdad.
Su fortaleza es el
"Tea Party", cuyos "anuladores" en la Cámara,
desean tirar a todas las minorías por el "acantilado fiscal".
Lo vemos en los
desafíos que continúan contra "Obamacare", incluso
después de haber sido validado por la Corte Suprema.
Y lo vemos
también en la amenaza del Senador Rand Paul de anular cualquier
cosa del Presidente que signifique imponer nuevos "controles sobre las armas".
Trabajan no para
encontrar la mejor respuesta a los problemas, sino como expertos
"Constitucionalistas" que demandan la restauración de la
nación hacia un pasado hermoso.
Hoy el Partido
Republicano, continúa recurriendo abiertamente a las "políticas
de anulación" como herramienta obstruccionista de rutina.
Y todo eso parece
reflejar, o al menos paralela, un extremismo saturado de racismo.
La "guerra
contra el gobierno" se ha convertido en la metáfora cultural
del desacuerdo del "GOP" con la "mayoría"
nacional en temas como el control de armas y el matrimonio del mismo
sexo.
Los pocos
"reformistas" del Partido Republicano insisten en que este
curso puede ser revertido con esfuerzos de difusión más intensos,
con más candidatos de minorías, y con una reforma de inmigración.
Pero un nuevo
elenco de dirigentes Republicanos odiosos: Ted Cruz, Haley Nikki,
Bobby Jindal, y Marco Rubio, se han convertido en los favoritos
nacionales de ese Partido.
Atados a
ideologías del pasado, en el fondo saben que están en el bando
perdedor, ya que su aritmética es estudiar la cifra cada vez mayor
de nuevos territorios enemigos.
Sin embargo, esos
conservadores, han decidido ignorar la realidad y se ponen del
lado de "John C. Calhoun".
Y es que las viejas
políticas de "polarización" son una fuerza ya gastada.
La imagen del
"hombre negro enojado" que todavía difunden los
sensacionalistas de derecha, es anacrónica hoy en día, cuando los negros
profesan optimismo sobre América y su lugar en ella.
La política de la
frustración y la rabia resta, eso es evidente en la disminución de
las bases del Partido Republicano, que lucha no sólo contra la
demografía, sino también contra la idea de la
democracia y de la gobernabilidad del país.
Y nos queda la
ironía de que ahora el Partido de Lincoln, quién murió por defender la igualdad y la libertad de todos los hombres, ha encontrado sustento en los
principios antagonistas intelectuales y morales de ese gran
Presidente .
Se ha convertido
en el Partido del NO.
Culpan a "otros",
y actuan de manera tal que aliena las generaciones futuras.
- Finalización de la acción afirmativa?
- No control de armas?
- No al derecho al matrimonio para los Gays?
- No al cuidado de salud universal?
- No a la igualdad laboral para las mujeres?
- No a la igualdad de voto?
- Penalización del Aborto?
Escucho sus
discursos, y no..., NO van a ganar la presidencia en el 2016.
Y es que al igual
que Romney, el candidato presidencial Republicano del 2016, será
víctima de su propio Partido.
Vamos a ver!