sábado, 13 de abril de 2013

Partido Republicano Y Políticas Suicidas


Por Aníbal E. Melo
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Desde antes que Barack Obama, el primer Presidente desde Reagan en ser electo dos veces por mayoría popular, jurase para un segundo mandato, el Partido Republicano ya estaba en peligro de dejar de ser una organizacn nacional con vocación presidencial.

Recuerdo la pompa hecha en la inauguración sobre los Derechos Civiles, las Biblias de Abraham Lincoln y de Martin Luther King, la toma del juramento del Vice-presidente Joe Biden por parte de la Jueza Sonia Sotomayor, el glamour de Beyoncé, y los versos leídos por el poeta gay cubano-americano Richard Blanco.

No fue sólo que todo parecía una reafirmación de solidaridad democrática, sino también un recordatorio de la cada vez más estrecha identidad del Partido Republicano y de todo lo que le han costado sus malas decisiones.

Cuarenta y cinco años después de la victoria electoral de Richard Nixon, la estrategia del Partido Republicano parece estár pensada para un momento historico y una América diferente.

Muchos han señalado el fracaso de Mitt Romney en no ganar ni un solo voto en 91 Distritos Electorales de Nueva York y en 59 recintos de Filadelfia.

Pero más reveladora es su derrota en 11 de las 15 ciudades más grandes de la nación.

No sólo Chicago, Columbus, Indianapolis, San Diego, incluso también Houston y Dallas.

Si ese partido pierde Texas, le quedaría sólo el apoyo del escasamente poblado Oeste lejano y otros 13 estados que juntos producen menos votos electorales que California, Oregon y Washington.

Si esa tendencia continúa, el Partido Republicano podría verse incapaz de contar con un Estado que tenga por lo menos 20 votos electorales.

No sirve de nada hecharle toda la culpa a Romney. 

No hay duda de que era un candidato pésimo, pero fue lo mejor que pudieron conseguir.

Tampoco puede ser Romney culpado de ser hombre, blanco, y super rico.
  • Recordemos que entre 20 mujeres senadoras, sólo 4 son republicanas.
  • Que entre 42 Representantes federales afroamericanos, no hay republicanos.
  • Que entre los 6 nuevos miembros de la Cámara que son abiertamente gays o lesbianas, hay ausencia Republicana.


Esos son totales notables en un sistema de solamente dos partidos, y reflejan no sólo el fracaso de la estratégia, sino también la historia de larga data de indiferencia y hostilidad abierta contra los electores negros, latinos, asiáticos, mujeres y gays.

Una historia repetida de política racista, que data de muchas décadas atras.

El verdadero problema que hasta ahora está sin resolver para cualquier abanderado presidencial republicano, tiene su origen en la ideología del "conservadurismo moderno".

Cuando los autores intelectuales de la derecha crearón sus doctrinas en la década del 1950, se basarón en el pensamiento político del Siglo XIX, tomando prestado explícitamente las ideas de los grandes defensores de la esclavitud, sobre todo, de un intelectual feroz de Carolina del Sur, el señor John C. Calhoun.

Eso no quiere decir que todos los conservadores de hoy comparten las ideas racistas de Calhoun.

Lo que quiero decir, es que dentro del Partido Republicano hay lo que llamo el "renacimiento Calhoun", que basa sus teorías en una supuesta defensa constitucional que justifica el oponerse, ignorar, e incluso anular la voluntad de la mayoría electoral.

Es la política de la "anulación", una doctrina casi tan antigua como la propia República, misma que sostiene que los Estados, individualmente o en conjunto, pueden desafiar las acciones federales declarándolas inválidas o simplemente ignorándolas.

Escuchamos los ecos de la "anulación" en la ventilación de las pasiones contra el gobierno federal, deseando complicar el registro de votantes, cuando intentan derogar normativas sociales, cuando se deslegitima al Presidente Obama y en la expresión "matar de hambre al gobierno".

Hay un fuerte sesgo sectarista en todos esos esfuerzos que florecen en lugares identificados como bastiones republicanos, Estados principalmente del Sur, donde el cambio invita a la sospecha, sobre todo cuando parece invasivo, y donde el gobierno es visto como una fuerza intrusa.

Sin embargo esos mismos resistentes, notoriamente aprecian los derechos y conquistas sociales proporcionadas por el "gran gobierno", siempre que a los grupos externos no se les otorguen también las mismas consideraciones.

Personas que se creen dueños de un linaje especial, llaman agraviados "a reconquistar a América", es decir, a hacer que Estados Unidos vuelva a un supuesto "mejor lugar" que solía tener en el pasado.

Los conservadores de hoy han adoptado plenamente una tradición que consagra como propia la "causa perdida", impregnada del consuelo de aceptar sus derrotas con nobleza.

En la década del 1950, cuando el "Movimiento de los Derechos Civiles" comenzó, los republicanos ayudarón a dirigir el mismo.

El Presidente de ese período, Dwight D. Eisenhower, hasta abogó por el fin de la segregación en las fuerzas armadas, e instó al levantamiento de las restricciones de voto para los negros.

Fue Eisenhower, quién nombró a su rival Earl Warren a la Corte Suprema, lo que devino en el "Caso Brown Vs. Junta de Educación" y en la decisión que prohibió la segregación escolar, paso audaz para el que muchos no estaban listos cuando se produjo en el 1954.

Eisenhower vio las ventajas potenciales del "Caso Brown", cómo una ruta para reconquistrar las ciudades del país y poder recuperar la Cámara de Representantes, que habían perdido.

Los estrategas republicanos de entonces, consideraron esas elecciones como un período de máxima oportunidad para romper la "Coalición Roosevelt" y recuperar la lealtad de los negros

Ya para finales del 1955, el Gobierno de Eisenhower comenzó a redactar el proyecto de ley de los "Derechos Civiles" con el voto de los negros en su núcleo.

Su paso por el Congreso tardó casi dos años, y luego de intensos debates fue aprobado en Septiembre del 1957.

Estableció la "Comisión Federal de Derechos Civiles" y añadió una "División de Derechos Civiles" al "Departamento de Justicia", menos de lo que muchos esperaban, pero incomparablemente más importante que todo lo que había logrado el Congreso en el último Siglo.

Ni un solo Senador republicano votó en contra.

Todos los 18 "no", procedieron de los demócratas.

Un Presidente republicano y su Partido se sitúaban a la vanguardia de los "Derechos Civiles".

Sin embargo, en unos pocos años esa ventaja se desvaneció, y en lo adelante el Partido Republicano sería conocido por su resistencia a respetar los "Derechos Civiles" de las minorías étnicas.

¿Por qué?

La razón fue una coincidencia histórica.

En la medida que el "Movimiento de Los Derechos Civiles" se convirtió en una preocupación nacional, el "Movimiento Conservador" renacía.

Dos décadas brutalmente perturbadoras, las de los años 1930 y 1940, época de ideología extremista y guerra mundial, habían dado paso a la "Era Nuclear" y con ella al anhelo universal de lograr políticas de consolidación y estabilidad.

Pero para la mayoría, el "conservadurismo" era más una cuestión de disposición y creencia en el orden, en la tradición, y en el renacimiento de los valores humanistas, que el desarrollo de un nuevo programa político.

Mientras que muchos veían al Gobierno positivamente en el tema de los "Derechos Civiles", los líderes del Partido Republicano, vieron a un poder federal sin control y sin precedentes en la historia, desde la caída de la doctrina del "derecho divino de los reyes".

Hoy como en el pasado, en Estados Unidos sólo hay un lugar en donde se puede desarrollar esa visión conservadora de la vida: El Sur.

Y me pregunto:

Estados Unidos va a ser una sociedad que ofrecezca el reconocimiento de los derechos civiles y políticos a todas las personas solamente por la virtud de ser seres humanos?

O,

Va a ser una sociedad que ofrezca igualdad sólo a las élites?

Me parece que la estategia política del Partido Republicano, es desarrollar una democracia minoritaria que subordine la voluntad de la mayoría a los prejuicios de unos pocos.

En otras palabras, limitar severamente a las "mayorías absolutas" con acciones que pongan los intereses sectoriales en desacuerdo con el "Gobierno Federal".

Uno de sus argumentos clásicos es defender el principio de que la Unión es una confederación de estados soberanos, con autonomía codificada en la "Décima Enmienda".

Y puesto que la Constitución es un "contrato social", los Estados tienen el derecho de interpretarla.

En suma, cada Estado es libre de derribar al Gobierno Federal por causa de imperativos locales, que supuestamente superan a los nacionales.

Es por eso que vemos que muchos Republicanos piensan que la esclavitud fue "un mal positivo", y ridiculizan la declaración "todos los hombres son creados iguales" con la proposición literal de que no hay verdad en eso.

A mi modo de ver, la mente conservadora extrema es el enemigo más resuelto de la consolidación nacional y de la sagrada mayoría democrática, y el movimiento conservador, representa una filósofia creadora de políticos perdedores.

Es por eso que vemos a ese Partido defender las restricciones al voto con la finalidad de poder prevalecer política y culturalmente en las zonas en las que no predominan numéricamente, incluso si eso significa violar las "Enmiendas Decimocuarta" y "Decimoquinta".

Creen en el argumento que sugiere que los afroamericanos y los hispanos necesitan estar mejor educados para ser llevados a gozar del nivel de derechos que poseen los blancos.

Piensan que "defienden" lo positivo de la sociedad, las tradiciones... y todo un conjunto de costumbres nacionales arraigadas.

Ese pensamiento hubiese triunfado si no fuee por el surgimiento de la "Ideología Obama", misma que forma a la nueva generación de políticos liberales.

No es coincidencia que el resurgimiento de la "anulación" está sucediendo mientras Obama, el primer presidente afroamericano, está en la Casa Blanca.

Y que sus principales objetivos son los programas de "acción afirmativa", que denuncian como "discriminatorios" contra los blancos.

Mientras que a los votantes no les gustan las "cuotas" y las "preferencias", si abrigan los principios de inclusión y diversidad, especialmente cuando se dan cuenta de que los beneficiarios incluyen no sólo a los negros, sino también a las mujeres.

Por eso los latinos con su población creciente, apoyan también esos programas.

Entiendo que la estrategia conservadora actual ha sido construida para un momento anterior, cuando podía florecer mediante la explotación de las ansiedades de la América blanca.

Pero la realidad del Estados Unidos actual, es que tiene una sociedad diversa, multicultural y multirracial.

El avance no puede ser detenido, pero parece que muchos republicanos no pueden entender eso.

Los conservadores que están consternados por la triste actuación de Mitt Romney con los hispanos, deberían recordar el 40% del voto latino para Bush en el 2004, que sugiere que abrazar políticas más humanas podrían ayudarles a cerrar esa brecha.

Bush, por supuesto, fue incapaz de construir la "mayoría republicana permanente" concebida por Karl Rove, y me es sorprendente, lo poco que hizo para mover la retórica y la visión estrecha del mundo de su partido, que sigue atrapado en el pasado.

Romney rara vez abordo al público negro durante su campaña.

Y cuando lo hizo en una escuela charter de Filadelfia, sugirió instruir a los estudiantes en las virtudes de "casarse y tener familias con una mamá y un papá juntos...".

Paul Ryan dijo más o menos lo mismo: "Lo que más ayuda a prevenir los delitos violentos en las ciudades, es generar oportunidades ... y enseñarle a la gente disciplina y buen carácter".

Lo del "47 por ciento" de Romney, y su evaluación de que Obama ganó porque dió "regalos" a los negros, a los jóvenes, a los gays, a los hispanos y a las mujeres, también repite un dogma de una época anterior.

No se dan cuenta de que hoy, sólo una minoría de "voces" hablan en tono amargo de la negación, la modernización y la igualdad.

Su fortaleza es el "Tea Party", cuyos "anuladores" en la Cámara, desean tirar a todas las minorías por el "acantilado fiscal".

Lo vemos en los desafíos que continúan contra "Obamacare", incluso después de haber sido validado por la Corte Suprema.

Y lo vemos también en la amenaza del Senador Rand Paul de anular cualquier cosa del Presidente que signifique imponer nuevos "controles sobre las armas".

Trabajan no para encontrar la mejor respuesta a los problemas, sino como expertos "Constitucionalistas" que demandan la restauración de la nación hacia un pasado hermoso.

Hoy el Partido Republicano, continúa recurriendo abiertamente a las "políticas de anulación" como herramienta obstruccionista de rutina.

Y todo eso parece reflejar, o al menos paralela, un extremismo saturado de racismo.

La "guerra contra el gobierno" se ha convertido en la metáfora cultural del desacuerdo del "GOP" con la "mayoría" nacional en temas como el control de armas y el matrimonio del mismo sexo.

Los pocos "reformistas" del Partido Republicano insisten en que este curso puede ser revertido con esfuerzos de difusión más intensos, con más candidatos de minorías, y con una reforma de inmigración.

Pero un nuevo elenco de dirigentes Republicanos odiosos: Ted Cruz, Haley Nikki, Bobby Jindal, y Marco Rubio, se han convertido en los favoritos nacionales de ese Partido.

Atados a ideologías del pasado, en el fondo saben que están en el bando perdedor, ya que su aritmética es estudiar la cifra cada vez mayor de nuevos territorios enemigos.

Sin embargo, esos conservadores, han decidido ignorar la realidad y se ponen del lado de "John C. Calhoun".

Y es que las viejas políticas de "polarización" son una fuerza ya gastada.

La imagen del "hombre negro enojado" que todavía difunden los sensacionalistas de derecha, es anacrónica hoy en día, cuando los negros profesan optimismo sobre América y su lugar en ella.

La política de la frustración y la rabia resta, eso es evidente en la disminución de las bases del Partido Republicano, que lucha no sólo contra la demografía, sino también contra la idea de la democracia y de la gobernabilidad del país.

Y nos queda la ironía de que ahora el Partido de Lincoln, quién murió por defender la igualdad y la libertad de todos los hombres, ha encontrado sustento en los principios antagonistas intelectuales y morales de ese gran Presidente .

Se ha convertido en el Partido del NO.

Culpan a "otros", y actuan de manera tal que aliena las generaciones futuras.

  • Finalización de la acción afirmativa?
  • No control de armas?
  • No al derecho al matrimonio para los Gays?
  • No al cuidado de salud universal?
  • No a la igualdad laboral para las mujeres?
  • No a la igualdad de voto?
  • Penalización del Aborto?
Escucho sus discursos, y no..., NO van a ganar la presidencia en el 2016.

Y es que al igual que Romney, el candidato presidencial Republicano del 2016, será víctima de su propio Partido.

Vamos a ver!