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Martin Luther King, Jr., habría cumplido 85 años este mes, y su asesinato se produjo casi 46 años atrás.
En la medida que más y más de ese tiempo pasa, los recuerdos pueden borrarse y una especie de amnesia colectiva se establece, algunas de ellas deliberadamente promovidas.
Cómo recordar al Dr. King claramente y ver ese momento increíble de la historia estadounidense a través de un lente fuerte y concentrado?
Una cosa me viene a la mente, y es que no es nada raro para un ministro religioso, el mirar las Sagradas Escrituras y percibir que algo anda mal en una sociedad.
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| Martin Luther King en Washington |
La visión de justicia de King incluía
no solamente a los afroamericanos.
Su visión incluyó a todos los hijos
de Dios, rojos, amarillos, negros, marrones y blancos.
Es importante recordar la visión del señor King y sus luchas, en un momento en que importantes y serias
conversaciones se están llevando a cabo, nueva vez, en Washington para empujar un plan de Reforma Migratoria en el 2014.
Y aunque la conversación acerca de la
inmigración en Estados Unidos es más antigua que la vida misma del Dr. King, nos proporciona una herramienta útil para entender la lucha
de la actualidad.
La percepción recogida desde los medios
de comunicación, a menudo, es que los inmigrantes indocumentados
pueden entrar por la puerta abierta del sistema de inmigración
legal y deciden no hacerlo, pero todos sabemos que el actual sistema le
cierra las vías legales a la gran mayoría de aquellos que desean
inmigrar legalmente.
Durante demasiado tiempo, los
anti-inmigrantes han sido los moldeadores primarios de la percepción
acerca de la inmigración, convenciendo a mucha gente de que sus
temores son la realidad.
El Dr. Martin Luther King vio a Cristo en todas las personas que sufren.
Esa fue su pasión y muchos la compartimos.
Esa fue su pasión y muchos la compartimos.
El amor le daba al Dr. King el valor
de trabajar con todos los hijos de Dios para que la locura de los
traficantes del miedo no impidiese que el país búscase una "unión"
más perfecta.
Es una tarea fundamental, y alcanzable,
con la que todos debemos estar plenamente comprometidos.
