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Él, es parte del "Grupo de los
Ocho" del Senado que redacta el contenido del ante-proyecto de ley de Reforma Migratoria, pero no es un gran animador de la fiesta.
Favorito del Tea Party, Rubio ha dejado
claro la importancia de su rol respecto del proyecto de ley de
inmigración más positivo en décadas.
Es una estrategia de alto riesgo que
pone sus ambiciones presidenciales en la línea de fuego.
De los que están trabajando en el
ante-proyecto de ley bipartidista, sólo Rubio tiene la credibilidad
para lograr el apoyo de los más conservadores, y él lo sabe.
Más que nadie, Rubio, un hijo de
inmigrantes cubanos, tiene el poder para mantener a raya una posible
rebelión de la base conservadora republicana.
Puede hundir todo el esfuerzo sólo con
alejarse.
Si Rubio se pronuncia en contra del
proyecto de ley, puede ser que pase en el Senado, pero no es lo que
queremos tener si deseamos que pase en la Cámara de Representantes.
Con esa condición única, es con la
que Rubio camina sobre una línea muy fina.
Hasta ahora, Rubio está ayudando
políticamente a la legislación, misma que se espera se de a conocer
la próxima semana.
Al mismo tiempo él, también esta
teniendo cuidado de mantener el apoyo de los conservadores, que es lo
que lo hace tan importante.
Hay que entender que para Rubio todo
este proceso encierra un enorme peligro político debido a que se
sabe que la Reforma de Inmigración es una "prioridad" del
Presidente Barack Obama, por lo que muchos conservadores lo ven como
tóxico.
Si ayuda a la aprobacion de la ley de
Reforma de Inmigración, va a ganar el apoyo de muchos votantes
hispanos, y su viabilidad como candidato del Partido Republicano en
el 2016 va a incrementarse.
Por el contrario,
si el tema de la inmigración no se resuelve ahora, Rubio ayudará a
arrastrar al Partido Republicano a una condición de minoría
permanente entre los votantes hispanos, así cómo a hundir sus
propias aspiraciones presidenciales.
Todo esto ayuda a explicar el enfoque
que Rubio exhibió sobre el tema, el pasado fin de semana, luego de
darse a conocer el acuerdo entre las empresas y el sector sindical
sobre el nuevo programa de trabajadores temporales.
Rubio dijo: "Los informes de que
se ha llegado a un acuerdo final, son prematuros".
Ese comentario es sólo el ejemplo más
reciente de poner una distancia entre él y los otros partidarios de
la Reforma Migratoria.
No sé si Rubio quiere proteger su
flanco político, o simplemente está tratando de preparar una salida
por si acaso.
Soy consciente de su importancia.
Pienso que Rubio será seguido por
otros legisladores republicanos, apoye o no el proyecto de ley.
A Rubio, los conservadores le seguirán,
y el proyecto de ley de Reforma Migratoria 2013, podría morir o
vivir dependiendo de lo que él haga.
Veremos!
