Por Aníbal E. Melo
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Estados Unidos se
ha beneficiado de innumerables formas del fenómeno social llamado
migración.
Hombres y mujeres
de todos los rincones del mundo, cada uno con un conjunto de
habilidades personales y formación académica, han venido aquí y
añadido valor a la economía y a la sociedad.
Del mismo modo, la
llegada de cada nueva "ola" de inmigrantes, ha provocado
gritos agudos de los nativistas, por miedo a que los recién llegados
hundan la nación, obliguen a los trabajadores existentes a abandonar
sus puestos de trabajo, y minen su modo de vida.
Debido a que siguen haciendo las mismas afirmaciones sin fundamento, y sintiendo los mismos temores irracionales del pasado, los
anti-inmigrantes parecen nunca aprender de las lecciones de la
historia.
No importa que los
recién llegados sean alemanes, dominicanos, italianos, mexicanos,
eslavos, africanos o árabes, los argumentos ...son siempre los mismos.
Es en ese sentido
que hay que ver un nuevo "Informe" del "Centro de
Estudios de Inmigración (CIS)", que habla del espectro de un
"tsunami migratorio" si el proyecto de Reforma de
inmigración del Senado (S. 744) se convierte en ley.
"CIS"
coge las "proyecciones de población" de la "Oficina
de Presupuesto del Congreso", y las presenta como números a
temer.
Pregunta si esos
nuevos inmigrantes podrán alojarse con la actual "capacidad de
caminos, puentes, escuelas y red eléctrica" de América.
El informe de
"CIS" pregunta cómo los inmigrantes "afectarán la
calidad de vida de los nativos", y cómo van a "integrarse
y asimilarse a la sociedad estadounidense".
Esas son las
mismas preocupaciones planteadas por los anti-inmigrantes de hace un
Siglo con respecto a los nuevos europeos que llegaban a las costas de
Estados Unidos.
El informe "CIS",
plantea preguntas vagas y ominosas, pero no las responde.
Yo, voy a tratar
de responderles:
En primer
lugar, los inmigrantes no vienen a los Estados Unidos de por casualidad.
La mayoría viene cuando las condiciones económicas son buenas y hay gran demanda de
sus habilidades particulares.
En segundo
lugar, la ley "S. 744" crearía canales legales de
inmigración mucho más flexibles que los que existen actualmente, lo
que significa que la inmigración va a subir y bajar de acuerdo con
las exigencias de la economía.
La Reforma 2013 crea un
sistema de auto-regulación, no un grifo abierto.
En tercer
lugar, los inmigrantes no son sólo trabajadores que llenan
puestos de trabajos, sino también consumidores, contribuyentes y
empresarios que crean nuevos empleos y empresas.
Como resultado, la
gran mayoría de los trabajadores nacidos en el país se benefician
de la presencia en la economía de esos inmigrantes.
Además de ignorar
todos eso, el informe "CIS" soslaya una contribución
económica particularmente importante de los inmigrantes: Su papel al
llenar el vacío dejado por los retirados.
"CIS"
hace la notable siguiente afirmación:
"La
afluencia de trabajadores inmigrantes más jóvenes, con altas tasas
de participación laboral, en realidad no juega ningún papel en la
compensación de la salida de la fuerza laboral de las personas de
más edad nacidas en los Estados Unidos".
Esto va en contra
no sólo de toda razón, sino también de investigaciones serias.
El
demógrafo Dowell Myers, escribiendo en "Política Pública e
Informe Sobre La Ancianidad" dijo:
"Una
adición de 1.5 a 2 millones de inmigrantes por año sería
necesaria, para mantener las tasas históricas de recién llegados y
poder seguir beneficiando a la sociedad estadounidense. Sin los
inmigrantes, ese incremento demográfico sería una cuarta parte
menos de lo esperado. Sin la inmigración, las tres cuartas partes del aumento poblacional faltante, tendrían que ser
acomodadas a través de otras opciones políticas, tales como la
reducción de las ayudas a los ancianos, un mayor endeudamiento, o
el aumento de impuestos. Sin la inmigración, las opciones son aún
más gravosas".
En resumen, la
inmigración no puede salvarnos totalmente de la "crisis de
envejecimiento", pero puede hacer que sea mucho menos grave.
"CIS"
pasa por alto todo esto al señalar simplemente que la proporción de la población en edad de trabajar beneficiaria de la ley "S.
744" no se compara con la del status quo.
Ellos pierden
el punto.
Los inmigrantes no
están invadiendo a los Estados Unidos.
Ellos se sienten
atraídos por la oportunidad, contribuyen a la nación de mil
maneras, y hacen que la sociedad y la economía estadounidense tengan
rasgos muy valiosos en una era de globalización dinámica y
flexible.
La
inmigración es un recurso, no una amenaza!