Por Aníbal E. Melo
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AnibalMelo@yahoo.com
La clave para
"ganar el futuro", una de las frases favoritas del
Presidente Obama, es educarse.
"No hay un
camino más seguro hacia el éxito, que una buena educación",
ha dicho muchas veces el Presidente.
Rara vez ese
mensaje ha resonado tanto como ahora.
Aquellos que no
estudian, encuentran trabajos fuera del sector público o fabril, en
donde alguna vez los buenos empleos estuvieron disponibles sin una
titulación superior.
Pero ahora, sus
empleos son en el sector de servicios, que tiene salarios bajos, y en
los que no se necesitan credenciales.
Es el nuevo lugar
de los marginados, de los que no estudian
Así, y mientras
que últimamente se ha puesto de moda el especular acerca de los
niños de clase media que abandonan los Colegios de las élites para
aventurarse en el mundo empresarial, una tendencia totalmente
diferente ha sido desplegada en la América Hispana.
Los hispanos están
registrandose en las Universidades en masa, en todos los niveles de
la educación.
La inscripción de
los Hispanos en los Colegios Universitarios en el otoño pasado fue
del 69% , dos puntos porcentuales más que la tasa entre los blancos.
Están
inscribiendose para recibir todo tipo de enseñanza superior a medida
que buscan nuevos refugios contra un mercado laboral permanentemente
deprimido.
GED, grados
asociados, licencias comerciales, certificaciones, lo que sea.
Pero esa prisa de
los hispanos para escolarizarse, también ha llevado a muchos a
estrellarse contra un camino tristemente familiar.
Al igual que con el
mercado hipotecario de la era "pre-colapso", los hispanos
que acaban de entrar en el juego de la Educación Superior se han
visto secuestrados por las manos de impenitentes estafadores.
Los estudiantes
hispanos, están aterrizando de manera desproporcionada en las
Escuelas privadas, y no en los menos caros Colegios Comunitarios o
Universidades públicas.
Eso significa que
se han encontrado a sí mismos cargados con deudas inimaginables,
mientras que un pequeño grupo de actores financieros hacen una gran
cantidad de dinero fácil.
¿Les suena
familiar?
Les doy varios
puntos si oyen los ecos de la crisis hipotecaria.
En este momento hay
una tendencia que erosiona las posibilidades de los hispanos para
obtener acceso a los reducidos puestos de trabajo que llevan a
convertirse en clase media.
Es cierto que la
clase media del país está colapsando para todos.
Pero esa tendencia
es más profunda entre los hispanos.
En el año 2012, el
Censo encontró que en Estados Unidos, 1 de cada 4 hispanos vive por
debajo del nivel de pobreza.
Y para muchos, el
costo de las Escuelas Universitarias ha engrasado esa tendencia hacia
la baja.
Casi todos los
graduados de las escuelas privadas, 96%, según una encuesta del 2008
del "Departamento de Educación", se gradúan con deudas
aplastantes.
En el año escolar
2009-2010, la industria de los préstamos estudiantes se comió el
25% de la ayuda federal para los estudiantes.
Esa es deuda que
los estudiantes no pudieron pagar.
Y la tasa de
morosidad entre los estudiantes universitarios de las escuelas
privadas es más del doble que la de sus pares de las escuelas
públicas, ya que muchos de los Títulos y Certificados que los
estudiantes hispanos están logrando, son trampas hacia la pobreza,
no trampolines para la prosperidad.
Gracias a Dios, la
atención pública sobre este problema ha ido creciendo, debido en
parte a los esfuerzos desplegados por la Administración Obama para
frenar las excesivas ganancias de las Escuelas privadas, sin duda,
uno de los principales objetivos políticos del Presidente.
Muchos no
comprenden que una buena educación es el principal desafío en la
mejora de las economías de las familias hispanas.
La crisis de los
empleos hispanos inició en la recesión del 2001, misma de la que
muchos barrios latinos nunca se han recuperado.
Los trabajadores y
las familias hispanas han estado luchando desde entonces, tratando de
encajar en una economía quebrada.
Pero todo el
esfuerzo latino por mejorarse a sí mismos, por poner en marcha el
espíritu americano de superación personal, en contra de todas las
probabilidades, a menudo lleva a los hispanos a verse entre las
fauces de grandes capitalistas depredadores.
Desde las Tarjetas
de Crédito, los Préstamos Hipotecarios y los Préstamos para
Educación de alto riesgo, hemos sido abusados, una y otra vez.
Señor Presidente,
no deje que nuestros mejores y más brillantes jóvenes, se sigan
deslizando más en deudas y pobreza.
Hay que ampliar el
acceso a los estudios.
Hay que controlar a
los depredadores estudiantiles.
Es la única manera de erradicar el círculo vicioso de la pobreza.
Es la única manera de erradicar el círculo vicioso de la pobreza.