domingo, 16 de junio de 2013

Si La Reforma Muere, Culparemos A Los Republicanos

Por Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com


El Senado ya ha iniciado los debates sobre la Reforma de Inmigración 2013.

Si es aprobada, irá a la Cámara de Representantes, donde hay un Caucus Republicano profundamente hostil a la Reforma, y al Presidente Obama.

Si los Republicanos de derecha se mueven para matar el Proyecto, sería la segunda vez en seis años que lo logren con éxito.

Pero hacer eso, sería un desastre para el Partido Republicano.

No anticipo que los Republicanos van a bloquear la Reforma de Inmigración.

Espero que no lo hagan, porque si están pensando en ello, necesitan que les recordemos de que hay sólidas razones sociales para votar "si", pero también hay grandes razones políticas.

Los demócratas estarían felices de ver que el Partido Republicano se opone a la Reforma Migratoria, dándoles un tema de campaña aniquilador en las elecciones legislativas del año próximo.

Es difícil argumentar que los Republicanos no van a sufrir un costo político enorme a corto plazo si se oponen a la misma.

Si hay algo que impulsa la desconfianza Latina hacia el Partido Republicano, es la opinión de que ellos se oponen a la Reforma Migratoria por intolerancia contra los hispanos.

En la actual lucha, más de unos pocos legisladores Republicanos han usado un lenguaje que aliena a los votantes latinos.

Se refieren a los inmigrantes como "ilegales" y advierten que una "amnistía" dañaría el tejido social de los Estados Unidos.

Esas expresiones son ampliamente circuladas por los medios de comunicación de masas hispanos, como ejemplo de lo que la comunidad latina puede esperar del Partido Republicano.

Repito, si la Reforma Migratoria muere, será culpa de los Republicanos.

Y eso confirmaría que el fanatismo, y nada más, impulsa la hostilidad de ese Partido contra los intereses de la comunidad hispana.

Si lo hacen, los votantes latinos estarán determinados a seguir abrazando la columna demócrata.

A corto plazo, esto bloquearía los esfuerzos republicanos para ganar el Senado.


Pero a largo plazo, podría ser desastroso, ya que los hispanos estamos formando una identidad política centrada en disgustos causados por el GOP.