Por Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com
El Senado ya ha
iniciado los debates sobre la Reforma de Inmigración 2013.
Si es aprobada, irá
a la Cámara de Representantes, donde hay un Caucus Republicano
profundamente hostil a la Reforma, y al Presidente Obama.
Si los Republicanos
de derecha se mueven para matar el Proyecto,
sería la segunda vez en seis años que lo logren con éxito.
Pero hacer eso,
sería un desastre para el Partido Republicano.
No anticipo que los
Republicanos van a bloquear la Reforma de Inmigración.
Espero que no lo
hagan, porque si están pensando en ello, necesitan que les
recordemos de que hay sólidas razones sociales para votar "si",
pero también hay grandes razones políticas.
Los demócratas
estarían felices de ver que el Partido Republicano se opone a la
Reforma Migratoria, dándoles un tema de campaña aniquilador en las
elecciones legislativas del año próximo.
Es difícil
argumentar que los Republicanos no van a sufrir un costo político
enorme a corto plazo si se oponen a la misma.
Si hay algo que
impulsa la desconfianza Latina hacia el Partido Republicano, es la
opinión de que ellos se oponen a la Reforma Migratoria por
intolerancia contra los hispanos.
En la actual lucha, más de unos pocos legisladores Republicanos han usado un lenguaje que aliena a los votantes latinos.
Se refieren a los
inmigrantes como "ilegales" y advierten que una "amnistía"
dañaría el tejido social de los Estados Unidos.
Esas expresiones
son ampliamente circuladas por los medios de comunicación de masas
hispanos, como ejemplo de lo que la comunidad latina puede esperar
del Partido Republicano.
Repito, si la
Reforma Migratoria muere, será culpa de los Republicanos.
Y eso confirmaría
que el fanatismo, y nada más, impulsa la hostilidad de ese Partido contra los intereses de la comunidad hispana.
Si lo hacen, los
votantes latinos estarán determinados a seguir abrazando la columna
demócrata.
A corto plazo, esto
bloquearía los esfuerzos republicanos para ganar el Senado.
Pero a largo plazo,
podría ser desastroso, ya que los hispanos estamos formando una
identidad política centrada en disgustos causados por el GOP.