Por Aníbal E. Melo
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AnibalMelo@yahoo.com
Ciertos republicanos en la
Capital de la nación han logrado hacer algo que algunos conservadores sólo
soñaban cuando el Tea Party llegó por primera vez al Congreso a
principios del 2011.
Básicamente, inutilizar al Gobierno y al Congreso federal
Su negativa a transigir, está
funcionando tal como lo esperaban.
No a los empleos, al presupuesto, a
cualquier acuerdo sobre el déficit.
No a la verificación de antecedentes
para adquirir armas.
No al cambio climático, a la reforma
fiscal, al alza del salario mínimo.
Y hasta ahora NO a la Reforma
Migratoria.
Es como si toda una rama del Gobierno
Federal, la que se supone debe lidiar directamente con los problemas
de la nación, hubiese desaparecido.
Y mientras tanto, la ventana de
oportunidad para que el Presidente Obama logre cosas positivas, se
está cerrando rápidamente.
Incluso en tiempos menos partidistas,
nuevas iniciativas rara vez se producen después del primer año de un segundo mandato, cuando los Presidentes se deslizan inexorablemente
hacia el punto de convertirse en casi irrelevantes.
Pero el trabajo de la nación no se
detiene, incluso si en Washington no se hace nada.
Cada vez más, los asuntos nacionales
tienen que ser resueltos por los Estados.
Las elecciones de Noviembre pasado
resultaron en un claro control Partidario en muchas de las
legislaturas, y Oficinas de Gobernadores.
Los Estados azules se movieron más
hacia la izquierda, mientras que los rojos, lo hicieron hacia la
derecha.
En efecto, América se está dividiendo
sin tener que pasar por una Guerra Civil.
El federalismo es tan antiguo como la
misma República, pero desde la Guerra Civil no se había
presenciado una división tan clara entre los Estados, en cuestiones
centrales que afectan a todos los estadounidenses.
Algunos podrían decir que eso es
bueno, pero esa tendencia plantea cuestiones muy preocupantes.
En primer lugar, es una carrera hacia
el fondo.
Con el tiempo, los ciudadanos de clase
media de los Estados con las redes de seguridad más generosas y con mayores impuestos para los ricos sufrirán una carga desproporcionada
en la medida que los ricos se muden fuera del estado y que los pobres
se muden hacia dentro.
Si la idea de "nación"
significa algo, es, el compromiso de compartir las cargas y
responsabilidades de la ciudadanía.
En segundo lugar, no toma en cuenta los
efectos indirectos, ya que los Estados no son en verdad totalmente independientes.
Ningún Estado puede contener o limitar
sus logros o problemas, para que otros no se beneficien o se vean
afectados.
Por último, reduce los derechos de las
minorías.
Durante más de un Siglo el "derecho
de los Estados" ha sido un eufemismo para referirse al derecho
de algunos blancos a reprimir o negar el derecho al voto a los
estadounidenses negros.
Ahora que las minorías están ganando
mucha fuerza a nivel nacional, la delegación de gobernar
hacia los Estados, podría facilitar que los modernos supremacistas
blancos obtengan el control político.
Una gran nación requiere un Gobierno nacional funcional.
En mi opinión, el "Tea Party", asi como otros enemigos del Gobierno Federal, han inmovilizado a Washington, amenazando con llevarse por delante todas las cosas positivas que los Estados Unidos ha logrado desde el establecimiento de la Unión.
Una gran nación requiere un Gobierno nacional funcional.
En mi opinión, el "Tea Party", asi como otros enemigos del Gobierno Federal, han inmovilizado a Washington, amenazando con llevarse por delante todas las cosas positivas que los Estados Unidos ha logrado desde el establecimiento de la Unión.
Suerte!