Por Aníbal E. Melo
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En el proceso decenal de modificación de los Distritos Electorales, "gerrymandering",
es una práctica para establecer ventajas partidarias mediante la
manipulación de los límites de los Mapas políticos.
En general se utiliza
para dar a un Partido un poder ganador desproporcionado en un
Distrito Electoral.
Nadie pone en duda
que los republicanos han utilizado los procesos de "redistribución
de los distritos", para mantener su mayoría en la Cámara de
Representantes.
En mi opinión,
ese Partido podría estar pagando un alto precio por eso, especialmente de cara al 2016.
Los Distritos
color rubí que el GOP dibujó para sí mismo en el
2010, son precisamente lo que está empujando a los Republicanos más
hacia la derecha, reduciendo su atractivo nacional, en un momento en
que algunos de sus líderes dicen que el futuro de ese Partido
descansa en que suceda exactamente lo contrario.
Si buscamos la
causa fundamental del drama recurrente que protagonizan los miembros
Republicanos de la Cámara, estudiar la composición cada vez más
conservadora de sus Distritos es un buen lugar para empezar a
entender el problema.
Luego de la paliza
que los Republicanos recibieron en el 2012, se desencadenó una
consternación interna, debido a que "descubrieron" que ese Partido es visto como
demasiado blanco, conservador y masculino.
Hay un gran número
de Republicanos que están cómodamente instalados en sus puestos, sin
el menor temor de que un demócrata pueda desbancarlos en las
próximas elecciones.
Su amenaza más
grande, no son los demócratas.
Son los desafíos
electorales de la propia ultra-derecha, que financia candidatos
externos si se enojan con ellos, por tener "suaves" posiciones
en ciertos temas.
Están en un grave peligro, todos los días del año.
Siempre en la
cuerda floja, y siempre con un posible desafío a la vuelta de la
esquina.
Todo político
quiere ser sensible con su Distrito, pero también tiene que ser
consciente de cómo el Partido va a obtener el éxito en las
elecciones nacionales.
Es ese choque de
prioridades lo que ha estado en exhibición durante meses en ese Partido.
En diciembre
pasado, por ejemplo, el Presidente de la Cámara John Boehner tuvo
que hechar mano de un "Plan B" para evitar que el
"precipicio fiscal" ocurriese por culpa de los
Representantes Republicanos, ya que no tenía
suficientes votos dentro de su propio Partido.
El mes pasado, 62 Republicanos se opusieron a Boehner y ayudaron a hundir la "Ley
Agrícola", una medida que por lo general pasa con apoyo
bipartidista.
Ahora, la mayoría
de los Republicanos de la Cámara aparentan estar totalmente en
contra de la Reforma Migratoria que despejó el Senado la semana
pasada, haciendo caso omiso de las advertencias de los líderes
nacionales de ese Partido de que se está coqueteando con un desastre.
El Gerrymandering
y el partidismo, no son fenómenos nuevos en la Casa de
Representantes.
Pero en el pasado
proceso de "Redistribución de Distritos", los Republicanos
crearon 5 veces más Distritos Conservadores, que los Distritos
Liberales creados por los Demócratas.
Según datos
recogidos en "The Cook Political Report", de los 234 Republicanos de la Cámara, sólo 4 representan Distritos Liberales.
También, los
Republicanos han creado Distritos muy blancos.
Y en un momento en
que los hispanos hemos surgido como el grupo demográfico de más rápido
crecimiento en los Estados Unidos, sólo una décima parte de los
Republicanos representan Distritos donde la población latina es
superior al 25%.
Para los
Demócratas, todo eso ofrece rayos de esperanza para el 2016, ya que tratan de
aprovechar la marcada debilidad nacional del GOP.
El problema para
muchos Republicanos que representan esos Distritos Conservadores, es
que si son menos partidistas, se enfrentan a la ira de la
ultra-derecha en las primarias.
Pero, si son muy
partidistas, entonces están en problemas en las Elecciones
Generales.
Siempre exprimidos.
Mientras los líderes nacionales del Partido Republicano instan a sus legisladores
a apoyar la Reforma Migratoria 2013, muchos simplemente no están de
acuerdo, porque están asustados.
Todo eso nos explica el por qué hay más incentivos para los Demócratas de la
Cámara en apoyar la nueva Ley de Inmigración que los que tienen los
Republicanos.
Hoy, casi dos
tercios de los Republicanos representan Distritos en los que los
hispanos no son más de la décima parte de la población.
El número de
Representantes Demócratas con pocos latinos en sus Distritos? 1 de cada 3.
Recordemos que
cuando los Republicanos de la Cámara se han unido en torno a una
legislación, es porque esta es profundamente conservadora.
Y para algunos,
suavizar sus posiciones, no es lo que los va a salvar a largo plazo.
Para ellos, el éxito político no viene de la moderación, viene de aparentar
tener principios ultra-conservadores y articularlos de manera muy
directa y agresiva.
En un "Estudio" realizado después de la elección del 2012, el "Comité
Nacional Republicano", dijo que el "GOP" es visto como
un Partido de "viejos blancos enojados con mentes estrechas".
Se instó a sus funcionarios a ser más tolerantes con los gays y se
les aconsejó el apoyar la Reforma Migratoria 2013.
Pero ahora, luego
de unos meses, la mayoría de los funcionarios electos del Partido
Republicano dicen: "Si soy ultra-derechista en los temas, voy a
ser re-electo de manera segura".
Bueno, ...eso
puede ser cierto.
Pero creo que
ellos, no están demostrando liderazgo en las cuestiones que son del
mejor interés nacional.
...Republicanos, ¡Buena suerte!