sábado, 18 de mayo de 2013

No Miremos Hacia Atrás, Ni Para Tomar Impulso

Por Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com


Cuando se es jóven, uno quiere hacer del mundo un lugar mejor.

Algunos optan por hacer una carrera en el Servicio Público, otros en corporaciones Sin Fines de Lucro, otros, hacen trabajo Voluntario en sus comunidades.

Pero muchos otros, se vuelven cínicos acerca de la política.

Ven al sistema como inherentemente corrupto y dudan de que verdaderos progresos sean posibles.

Pero déjenme decirles: El cinismo es una profecía autocumplida.

Usted no tiene ninguna oportunidad, si supone que no la tiene.

Yo nací en 1963, en la República Dominicana.

Muchas cosas malas pasaron en mi país en la década del '60: El golpe de estado contra el Presidente Juan Bosch; la invasión del país por parte de Estados Unidos; el ascenso al poder de Joaquín Balaguer, junto a los asesinatos de incontables jóvenes idealistas y progresistas (en los tres primeros años de su gobierno, 366 personas fueron muertas o desaparecidas por causas políticas), por sólo mencionar algunos hechos.

Aquí en los Estados Unidos, en esa misma década, la Guerra de Vietnam llegó a su apogeo.

Más de medio millón de soldados estadounidenses estaban allí.

Jhon y Bobby Kennedy fueron asesinados.

Malcom X, y Martin Luther King Jr., también fueron asesinados.

George ("segregación para siempre") Wallace era muy popular, y Richard Nixon se convirtió en Presidente.

Estados Unidos estaba sumido en la locura.

Los "abortos seguros" eran casi imposibles de conseguir.

Ser mujer o gay, era una cosa que podia arruinar la vida y la carrera de cualquier persona.

El movimiento ambiental aún no había nacido.

Dos terceras partes de las vías navegables de los Estados Unidos no eran seguras para nadar o pescar debido a residuos industriales y a las aguas residuales.

Los ríos estaban tan contaminados que se incendiaban.

Cuando el "Río Cuyahoga" (una vez el más contaminado de los Estados Unidos) se incendió, la Revista Time lo describió como el río que "rezuma", en el que una persona "no se ahoga, sino que se envenena."

En aquellos días, tener Seguro Universal de Salud era una quimera.

Todo parecía patético.

Muchos asumieron que el país se iba al infierno, y sin embargo, se produjeron reformas.

América cambió, pero no fue fácil.

Cada paso positivo fue recibido con resistencia determinada por los llamados "conservadores", pero la nación se convirtió en mejor y más fuerte porque cambió.

Si me lo hubiesen dicho al nacer, yo no habría creído que en el curso de mi vida la Corte Suprema de los Estados Unidos revocaría las leyes estatales contra el matrimonio inter-racial.

Que las mujeres ganarían derechos sobre sus propios cuerpos, incluyendo el derecho a tener un aborto legal, o a convertirse en ejecutivas de grandes corporaciones, o Secretarias de Estado, o aspirantes a la presidencia.

No hubiese imaginado que hoy, 11 estados les permitirían a los gays y lesbianas el casarse, y que la mayoría de los estadounidenses apoyarían la igualdad de derechos de matrimonio.

O que el país tendría una clase media, de personas de raza negra, grande y creciente.

O la posibilidad de que un hombre negro, hijo de una pareja mixta, se convertiría en el Presidente de los Estados Unidos.

Nadie hubiese podido pronosticar que la tasa de matrícula universitaria de los hispanos podría ser superior a la de los blancos en el 2012.

O que más del 80% de los estadounidenses tendrían Seguro de Salud, la mayor parte a través del Gobierno.

Se acuerdan del "Río Cuyahoga", el que solía prenderse en fuego regularmente, hoy tiene 44 diferentes especies de peces.

Y más de la mitad de los ríos y el 70% de las bahías y estuarios de los Estados Unidos, son seguros para nadar y pescar.

Hoy 200,000 muertes prematuras y 700,000 casos de bronquitis crónica se evitan cada año, porque el aire es más limpio.

Y que la proporción de niños con niveles elevados de plomo en la sangre caería de 88% a poco más del 4 por ciento.

Muchos no hubiesemos creído que el país fuese capaz de hacer tantos cambios positivos.

Sin embargo, se logró. 

Y es sólo el inicio.

La desigualdad económica, la reducción de la clase media, el calentamiento global, la corrupción administrativa, el racismo, la discriminación de cualquier tipo, y hasta la reforma migratoria, todo y más, va a ser abordado, y se van a resolver.

Para seguir avanzando, y para evitar dar pasos hacia atrás, se requiere firmeza, coraje, inteligencia y mucha paciencia.

Pero lo genial de Estados Unidos radica en su capacidad de adaptación y pragmatismo.

Los estadounidenses creen en el progreso social, ya que nacen en el.

Es el credo nacional.

¿Quiero decir, ...entiendo el cinismo de muchos de nuestros jóvenes, ya que hoy la cosa se ve bastante desesperada, pero, créanme, no lo es.

No si todos nos empantalonamos y nos mantenemos unidos.