jueves, 28 de marzo de 2013

La Política De Inmigración Es Machista


Por Aníbal E. Melo
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AnibalMelo@Yahoo.com

El que ha estado siguiendo el debate actual de la Reforma Migratoria, probablemente piense que el problema afecta principalmente a los hombres, ya que cuando se habla de las mujeres, normalmente son retratadas o como víctimas indefensas de la deportación o como sanguijuelas entregadas a procrear "bebés anclas".

Entre esta narrativa centrada en los hombres, y el hecho de que los miembros del Congreso que trabajan en los ante-proyectos de reforma son casi siempre hombres, no es de extrañar que las leyes de inmigración sean "machistas".

Pero los números dicen claramente que la inmigración es un asunto primordialmente de mujeres.

Las mujeres y los niños representan tres cuartas partes de las personas que emigran a los Estados Unidos, sin embargo, las leyes actuales los excluyen de muchas de las oportunidades y protecciones del sistema, encajonandolos en un pequeño número de Categorías de Visas.

En la medida que las discuciones bipartidistas sobre el tema están a punto de culminar en el Senado y la Cámara, es fundamental que los pro-inmigrantes luchemos por incluir a las mujeres en esa conversación.

Hay que asegurarse de que esta ronda de negociaciones priorice temas que son esenciales para la igualdad de las mujeres.

Aproximadamente el 60% de las indocumentadas trabajan fuera de sus hogares, en industrias en las que los empleos son temporales, informales y no verificables, por lo que un plan de Reforma que otorgue la Residencia o Ciudadanía mediante el aporte de "pruebas de trabajo" dejaría afuera a millones de mujeres y devaluaría las contribuciones reales que ellas hacen, ya sea desde sus casas o trabajando en la economía informal.

En la actualidad, sólo el 27% de todos los titulares de Visas de Trabajo son mujeres.

Dos tercios de los "beneficiaros secundarios" de visas son mujeres a las que no se les permite trabajar, aunque tengan el mismo nivel educativo que sus esposos. Como resultado, terminan quedándose en su casa, económicamente y socialmente dependientes de sus maridos.

De hecho, las principales categorías de visas crean problemas significativos para ellas, ya que las "Visas de Empleos" priorizan las profesiones dominadas por los hombres.

Y a pesar de que en el mercado laboral estadounidense existen enormes carencias en las profesiones dominadas por las mujeres, en la actualidad, el 70% de ellas entran al país a través de "patrocinio familiar".

Por otro lado, hasta el 1996, Estados Unidos tenía una orgullosa historia de protección de las mujeres asiladas o refugiadas, pero ese año, los legisladores crearon nuevos obstáculos para los solicitantes de Asilo.

En los años posteriores, las políticas anti-inmigrantes han hecho más fácil que las sobrevivientes de "violencia de género", sean deportadas o detenidas durante largos períodos.

Por si fuese poco, aproximadamente 10 millones de mujeres inmigrantes no hablan Inglés.

Las clases de inglés que actualmente existen, a menudo las excluyen porque están vinculadas a formación laboral, a escuelas comunitarios que requieren un nivel básico para inscribirse, o se llevan a cabo en horarios que no son apropiados para madres con hijos.

Una legislación de Reforma Migratoria que incluya el requisito de saber hablar Inglés sin abordar esas cuestiones, dejaría a millones de mujeres en una muy grave desventaja.

Pienso que la Reforma de Inmigración 2013, ofrece un momento poderoso para lograr que las voces de las mujeres sean escuchadas.

Si eso sucede, la política de inmigración trabajará en favor de todos los inmigrantes, y no solo de los hombres.