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Para un partido que se supone que apoya
una más colorida y diversa América, el Partido Republicano se
aferra con fuerza a sus odiosas posiciones tradicionales.
El consenso general, dentro de ese
partido, parece ser que un cambio en materia de inmigración, será
suficiente para demostrarle al país que no todos los republicanos
son racistas y xenófobos.
Pero de hecho, en casi todos los temas
dicho Partido se ha mantenido alineado con la extrema derecha
conservadora.
Esto hace que uno se pregunte si la
tarea de los Republicanos es dirigir al partido hacia un renacimiento
y al acercamiento con nuevos grupos, o más acerca de hasta qué
punto pueden confundir al electorado sin morir en el intento.
La forma en que la mayoría de los
líderes republicanos están ahora hablando, es una profunda
divergencia de las posturas que tomaron en las pasadas elecciones.
No me está claro si es un verdadero
cambio, o una postura con miras en las urnas.
El Partido Republicano ha golpeado con
palabras y acciones de rechazo a los inmigrantes por más de dos
décadas y con sólo algunas posturas nuevas no se curará el inmenso
daño político ya hecho.
La retórica y la imagen son
importantes, pero sólo si están conectadas con acciones
concordantes.
Muchos hispanos piensan que los
republicanos son racistas. Ahí es por donde tienen que empezar a
trabajar.
No se puede cambiar lo que uno dice o
cómo lo dice, y no querer cambiar los objetivos políticos.
Recordemos que recientemente, 22
senadores republicanos votaron en contra de la ley contra la
violencia a las Mujeres.
Y es que los republicanos pierden poco
tiempo en reafirmar sus posturas conservadoras, fustigar el gasto
público, los impuestos, Obamacare, la red de seguridad social, la
elección reproductiva, los gays, y la supuesta "crisis moral"
de las madres solteras.
Así que si ellos siguen diciendo lo
mismo, pero con un tono diferente, ¿qué les queda para atraer a los
latinos?
Una reciente encuesta del "Pew
Hispanic Center" indica que los hispanos son liberales en casi
todos los temas, y creen por amplio márgen que el Gobierno es un
factor de cambio positivo.
Y sin embargo, muchos dirigentes
republicanos siguen pensando que con solamente mostrar cambios en el
tema de la inmigración, van a poder conseguir más votos latinos.
En mi opinión, ese partido tiene que
producir dos resultados contradictorios, e imposibles de realizar..
Entregar un proyecto de reforma que sea
lo suficientemente negativo como para concitar el apoyo de sus
congresistas, y a la vez conseguir un montón de nuevos votos
hispanos.
Si ese partido es capaz de orientar los
votos de sus legisladores para apoyar la reforma de inmigración,
entonces tendrá la oportunidad de ser visto de una manera más
favorable dentro de la comunidad latina.
Tienen que apoyar, no cualquier tipo de
reforma, sino una que logre cambiar las afinidades de los votantes
hispanos.
Encuestas muestran que cuando los
hispanos expresan su apoyo hacia la reforma migratoria, significa que
desean un proyecto de ley que incluya un camino hacia la ciudadanía,
grave problema para el partido republicano ya que sus miembros en la
Cámara han indicado que no votarán en favor de ese beneficio.
Es por eso que ya empiezan a repetir la
cansada frase de que "la frontera debe ser una fortaleza antes
de que cualquier inmigrante pueda recibir una tarjeta de residencia".
La demanda de "frontera primero"
es la semilla de la destrucción de la reforma, y la insistencia
republicana en ese punto, plantea interrogantes acerca de lo que
realmente desean lograr.
Los demócratas probablemente
rechazarán un proyecto de ley que no incluya claridad sobre cómo
los beneficiarios se van a convertir en ciudadanos, y no me está
claro que los republicanos puedan ganar votos latinos con una versión
aguada de la reforma.
Ese partido tiene una tarea cuesta
arriba con los hispanos sin importar lo que haga.
Si alguien en el GOP está bajo la
ilusión de que sin un apoyo irrestricto a CIR, de repente, el
porcentaje de votantes hispanos se duplicará en favor del partido
republicano, está soñando.
De cómo los republicanos serán vistos
en lo adelante por la comunidad hispana y por un país racialmente
cambiado, depende de si son capaces de abrazar las políticas
detestadas por su "status quo", que significa rechazar las
ideas de sus votantes naturales.
En el mejor de los casos, los
republicanos enfrentan una cirugía muy difícil y complicada.
Una de vida o muerte!