Por Aníbal E. Melo
Ayer, 5 de junio del 2012, tuvo lugar en Wisconsin una elección estatal crucial. Los votantes acudieron a las urnas para decidir si reemplazaban al Gobernador republicano Scott Walker debido al estado de represión anti-sindical de su gobierno.
Ayer, 5 de junio del 2012, tuvo lugar en Wisconsin una elección estatal crucial. Los votantes acudieron a las urnas para decidir si reemplazaban al Gobernador republicano Scott Walker debido al estado de represión anti-sindical de su gobierno.
Walker, con la ayuda de la legislatura estatal controlada por los republicanos, ha convertido a su estado en un molde para la agenda nacional republicana en cuanto a recortes de ingresos, de servicios públicos esenciales y beneficios para los trabajadores, a la vez que otorga incentivos fiscales a los multimillonarios, a las corporaciones poderosas y a ciertos contribuyentes de campaña ricos.
Ayer Walker tuvo éxito en mantener su puesto de Gobernador.
Con la ayuda del dinero de los hermanos Koch y de otros donantes ricos, muchos de ellos de fuera de Wisconsin, esa victoria es una clara señal de que el dinero, juega un papel determinante en los resultados de las elecciones.
A pesar del juicio incomprensible de los demócratas en pretender que esto era sólo una elección Estatal, sin importancia a nivel nacional - Obama evito hacer campaña en Wisconsin,- la elección de Wisconsin, inevitablemente, es un indicador de lo que sucederá en las elecciones nacionales del otoño.
Pienso que la derrota de los demócratas en Wisconsin, es un desastre para el partido, para el Presidente y para la nación.
Entre los grandes perdedores, están las minorías, incluidos los inmigrantes.
Los hispanos no sólo son parte importante del movimiento sindical que Walker y su partido están tratando de destruir mediante la eliminación de derechos de negociación colectiva, sino que Wisconsin, al igual que muchos otros estados controlados por los republicanos, ha aprobado su propia ley de supresión de votantes, ahora en suspenso y en espera de revisión judicial.
El año pasado, un legislador republicano de Wisconsin presentó un proyecto de ley anti-inmigrante siguiendo el modelo de la ley SB-1070 de Arizona.
El proyecto de ley de Wisconsin no fue aprobado por el comité, pero este puede no ser el último intento.
Recordemos que un proyecto de ley que era mucho peor que la ley de Arizona, el HR-3447, ya que tipificaba como delito, incluso las violaciónes de inmigración más triviales y técnicas, bajo el patrocinio del congresista James Sensenbrenner, republicano de Wisconsin, fue aprobado por la Cámara de Representates en el 2005.
Por otro lado, el 29 de abril del 2012, Voces de la Frontera, organización pro-inmigrante, realizó una manifestación en Milwaukee a la que asistieron varios miles de personas en apoyo de los derechos de los inmigrantes, el derecho de voto de las minorías y los derechos de los trabajadores.
Este rally, tuvo el propósito de llamar la atención sobre el hecho de que el asalto republicano contra los inmigrantes no es un fenómeno aislado.
Es parte de un asalto más grande contra las minorías y los menos poderosos de nuestra sociedad, incluyendo a los votantes hispanos, los afroamericanos, el derecho al aborto y a la anticoncepción, las parejas del mismo sexo, los musulmanes, etc.
Y éstos no son simplemente ataques republicanos.
Creo que los que no hablamos y luchamos contra las injusticias, somos cómplices de ella.
Ceder frente a los multimillonarios y la agenda intolerante Republicana, ya sea por reticencia cobarde, o por una política aún más vergonzosa y cobarde de ostentar el récord de deportaciones, puede costarle al Presidente y a los demócratas el control de la Casa Blanca y del Congreso en noviembre.
Veremos!
