sábado, 23 de junio de 2012

Elección Presidencial y Naturalización


                                                                                    
Por Aníbal E. Melo


Antes de cada elección presidencial, normalmente hay un aumento en el número de solicitudes de naturalización. Este año no es una excepción.

Así, mientras que los latinos siguen siendo una pequeña parte del electorado, los votantes hispanos que acudan a las urnas este año podrían ser cruciales, sobre todo en los estados indecisos.

Un análisis realizado por el "Center for American Progress" muestra que los residentes legales permanentes que son elegibles para naturalizarse, junto con los ciudadanos latinos registrados en edad de votar, podrían tener el potencial de cambiar el resultado de las elecciones en Texas, Arizona, California, Nevada, Nuevo México, Florida y Georgia.

Este año las solicitudes de naturalización han aumentado un 5 por ciento respecto del 2011. Sin embargo, ese crecimiento es pequeño en comparación con el 2007, cuando las solicitudes de ciudadania casi se duplicaron.

Hay más de ocho millones de residentes legales permanentes en el país que son elegibles para aplicar para la ciudadanía. Creo que es un enorme potencial de votos sin explotar.

Aunque por lo general los ciudadanos naturalizados se registran para votar en tasas más bajas que los ciudadanos nacidos en el país, investigaciones muestran que cuando se registran, la tasa de participación electoral es casi total.

Estimaciones del Censo muestran que el número de estadounidenses naturalizados registrados para votar creció de 5.2 millones en 1996 a 9.3 millones en el 2008, lo que representó un 6.4 por ciento del total del electorado de ese año.

Durante el ciclo de las últimas elecciones presidenciales, se produjo un estado de ánimo más urgente cuando se trataba de naturalizarse. El contexto político de ese momento ayudó.

La racha de naturalizaciones se produjo justo después de las marchas del 2006, en las que los inmigrantes protestaron en contra de un proyecto de ley republicano aprobado por la Cámara de Representantes, que convertia en un delito grave, el estar en el país sin documentos de inmigración apropiados y que castigaba al que ayudase a cualquier indocumentado.

Este año, el clima es muy diferente.

Hay menos percepción de amenaza en contra de los inmigrantes y menos esperanza de lograr una reforma migratoria integral en el futuro cercano.

Pero es importante mirar a largo plazo.

No se trata sólo de la próxima elección - no se trata sólo de noviembre del 2012. Se trata de la participación ciudadana año tras año.

Es por eso que espero que los millones de inmigrantes legales que viven en el país y que son elegibles para naturalizarse lo hagan.

Y es que los derechos de los inmigrantes son pisoteados por muchos en este momento, y la mejor manera de defenderse es convertirse en ciudadanos y salir a votar.