Por Aníbal E. Melo
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Durante los primeros años del Siglo
pasado, casi 650 mil trabajadores mexicanos llegaron legalmente a
Estados Unidos, haciendo que su número creciese de 100,000 en 1900 a
casi 750,000 en 1929.
"La Gran Depresión" puso fin
a todo eso.
Los desempleados estadounidenses
culparon a los trabajadores mexicanos, y así comenzó la "Era
de las Deportaciones".
De 1929 a 1939, 469 mil mexicanos
fueron expulsados de los Estados Unidos.
Ya para el 1940, la población de
inmigrante nacida en México se redujo a 377,000.
Con la llegada de la "Segunda
Guerra Mundial" y con tantos hombres estadounidenses luchando en
el extranjero, la mano de obra mexicana se puso una vez más en gran
demanda.
Estados Unidos y México negociaron el
"Programa Bracero", mismo que dio a los mexicanos el acceso
a miles de visas temporales.
Así, comenzó la "Era Bracero".
En 1945, dicho Programa constaba de
50,000 trabajadores temporales mexicanos.
En 1956, ya tenia 445,000.
México fue liberado de las
limitaciones de "cuotas de inmigración legal", por lo que
en 1963, más de 50,000 mexicanos inmigraban cada año.
Con tantas maneras legales para entrar
al país, la inmigración ilegal era prácticamente desconocida.
En 1965, Estados Unidos terminó el
"Programa Bracero" y comenzó a limitar la inmigración
mexicana.
El número de "permisos" para
trabajadores temporales se redujo a 1,725 en 1979 de más de 400,000
en 1959.
El número de "Visas de
Residencia" se redujo a solamente 20,000 al año, después de
haber sido previamente ilimitado.
Pero la demanda de mano de obra
mexicana se mantuvo fuerte.
Así, inició la "Era de la
Migración Indocumentada".
Las "detenciones fronterizas"
se elevarón a 1.7 millones en 1986 de 55,000 en 1965.
Pero incluso en la medida que millones
de mexicanos entraban sin documentos a los Estados Unidos, otros
millones también regresaban.
Alrededor del 85% de las nuevas
entradas eran compensadas por salidas, en consecuencia, el
crecimiento de la "población indocumentada" era muy lento.
Después de la aprobación de la "Ley
de Inmigración del 1986", Estados Unidos comenzó a militarizar
la Frontera Sur, aunque el "Acuerdo General sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio" y, más tarde, el "Tratado de Libre
Comercio de América del Norte" fortalecia los lazos económicos
con México.
Recordemos que de 1986 al 2000, el
comercio con México se multiplicó por ocho.
Pienso que gran parte del crecimiento
de la población indocumentada en Estados Unidos es el resultado
directo de la militarización de la frontera.
Mientras que los trabajadores
indocumentados una vez iban y venían con relativa facilidad, con la
llegada de la guarnición fronteriza, los inmigrantes que cruzan la
frontera, se quedan.
Y es que los migrantes respondieron al
aumento de los costos y a los riesgos, reduciendo al mínimo el
número de veces que cruzan la frontera.
Ellos lograron esa meta no
permaneciendo en México y abandonando la intención de emigrar a los
Estados Unidos, sino atrincherandose y manteniendose aquí.
Los Datos apoyan mi tesis: En 1980, el
46% de los migrantes mexicanos indocumentados regresaban a México
dentro de los 12 meses.
Pero para el año 2007, esa cifra se
redujo a solamente el 7%, y como resultado, la "población
indocumentada" explotó.
Por otro lado, la militarización de la
frontera también tuvo otra consecuencia no deseada: Dispersó a la
población indocumentada.
Antes del 1986, cerca del 85% de los
mexicanos que entraban a los Estados Unidos se establecian en
California, Texas o Illinois.
Y más de dos tercios entraba por San
Diego-Tijuana o el El Paso-Juárez.
En la medida que Estados Unidos bloqueó
esas áreas, los migrantes indocumentados encontraron nuevas formas y
lugares para entrar y establecerse.
Ya para el año 2002, dos tercios de
los migrantes indocumentados estaban entrando por otros lugares que
no eran "El Paso" o "San Diego", y se establecian
en Estados "no tradicionales".
En los últimos años, sin embargo, la
"entrada neta" de nuevos inmigrantes indocumentados que
llegan de México ha caído a cero.
Parte de esa disminución se debe a la
recesión existente en Estados Unidos, y a la caída en la cantidad
de nuevas construcciones, industria que emplea a una gran cantidad de
trabajadores inmigrantes.
Otra es la mejora de la economía de
México, donde el desempleo actual es del 5% y el nivel de los
salarios se ha incrementado.
Personalmente creo que el "gran
boom" de la inmigración mexicana ya ha terminado.
Sin embargo, el debate político sobre
la actual Reforma de Inmigración 2013, se ha quedado estancado en
los años '80 del Siglo pasado.
A pesar del hecho de que el incremento
del tamaño de la "Patrulla Fronteriza" y de que la
instalación de cientos de kilómetros de barreras y equipos de
vigilancia, parece haber sido contraproducente, el Congreso actual
centra toda su atención en la militarización de una frontera ya
militarizada.
En cualquier caso, el flujo de la
inmigración no autorizada ya ha disminuido dramáticamente, por lo
que al escuchar hablar a los Republicanos sobre la Reforma
Migratoria, uno pensaría que oleadas de personas están cruzando la
frontera.
La inmigración ilegal masiva se ha
casi frenado desde hace cuatro años, por lo que a la luz de esos
hechos, creo que el actual "debate" sobre este tema está
al revés.
Los Republicanos de la Cámara de
Representantes se centran en militarizar aún más la frontera para
frenar a personas que ya no la están cruzando.
Al mismo tiempo, son reacios a hacer
cualquier cosa en favor de los millones de inmigrantes
indocumentados, que verdaderamente, son el legado de la última
acumulación migratoria.
Por eso pienso que a lo sumo, con esta
actitud de los Republicanos, o Estados Unidos perderá decenas de
miles de millones de dólares por causa de los nuevos costos
fronterizas a cambio de otorgar un camino largo y complicado hacia la
ciudadanía para los beneficiarios de la Reforma Migratoria 2013.
O en el peor de los casos, no van a
hacer nada.
En cuyo caso este momento histórico se
conocerá como la "Era de la Oportunidad Perdida".