viernes, 16 de agosto de 2013

Parálisis Del Congreso, Corte Suprema, y Plan "B" De Reforma Migratoria

Por Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com


El Congreso inició su receso de verano la semana pasada, y no volverá a reunirse hasta después del "Día del Trabajo".

Con estos legisladores, a todos se nos perdona el hecho de no darnos cuenta de la diferencia entre su ausencia o presencia.

Con sólo 15 proyectos convertidos en ley en lo que va del año, el Congreso Número 113 está en camino a convertirse en el más improductivo en 70 años.

Pero sólo porque los legisladores no quieran trabajar, no significa que el resto del Gobierno también.

Por causa de eso, la toma de decisiones nacionales se ha trasladado hacia otras entidades públicas federales o locales.

La parálisis del Congreso ha forzado hasta a la Corte Suprema a entrar en la refriega política.

Normalmente, el activismo judicial de los últimos años hubiese sido sustituido por acción Congresual.

Pero no ahora.

Para muestra, bastan unos botones:

La opinión de la mayoría escrita por el Juez Anthony M. Kennedy en el caso del 2010 "Ciudadanos", que derogó los límites en las contribuciones a las campañas hechas por las Corporaciones, descansó en gran parte en la presunción de que el Congreso le requeriría a las empresas el revelar sus gastos políticos.

Sin embargo, ningún proyecto de ley requiriendo a las empresas el airear esa información ha sido presentado.

Por otro lado, la decisión del verano de la Corte Suprema en el caso "Condado de Shelby Vs. Holder" entregó al Congreso la tarea de crear una nueva Fórmula para decidir qué estados y localidades deben requerir permiso del "Departamento de Justicia", bajo la Ley de Derechos Electorales, para realizar cambios en sus procesos comiciales.

Pero la parálisis legislativa del Congreso hace que la creación de cualquier nueva Fórmula, sea altamente improbable.

Es por eso, y con esa perspectiva en mente, que el Presidente del Tribunal Supremo, John G. Roberts Jr., voto el año pasado en favor de la "Ley de Asistencia Asequible" (ACA = Obamacare), probablemente reflejando un temor razonable, de que de lo contrario, el alto Tribunal sería visto como un campo más para la batalla política partidaria.

En estados Unidos, la regulación de la política nacional ha ido a parar a manos de los Gobiernos Estatales, que lidian con todo, desde el control de armas, los matrimonios de los gays, los abortos y hasta la inmigración.

Mientras que pienso que es bueno que muchos asuntos políticos se les dejen a los Estados, otros problemas claman por normas federales.

Es más, el público estadounidense ni siquiera sabe que instituciones tales como - la Reserva Federal, la Corte Suprema, la EPA, las ciudades y los Estados - toman a diario decisiones políticas con implicaciones nacionales.

Los miembros republicanos de la Cámara paridos por el Tea Party, - en rebelión abierta contra el GOP - están probablemente satisfechos con el estancamiento legislativo federal, ya que a ellos les gustaría que el Gobierno se paralice y deje totalmente de funcionar.

Lo que ellos no comprenden, es que sus esfuerzos sólo han inclinado el "poder" hacia otras partes del sistema.

Algunas de las instituciones envueltas, toman decisiones coherentes con los valores conservadores: La Corte Suprema y algunos Gobiernos estatales, por ejemplo.

Otras toman sus decisiones basados en principios liberales: La Casa Blanca, y los Gobiernos estatales azules, etc.

Pero en mi opinión, lo que realmente está paralizado ahora es la democracia.

Es por todo eso que he estado escribiendo sobre la necesidad de tener un "Plan B" para la Reforma de Inmigración.

Sí, creo que los Republicanos de la Cámara podrían tratar de someter al Presidente Obama si este emite una Orden Ejecutiva para la legalización de millones de indocumentados en el caso de que la Casa de Representantes mate la Reforma migratoria 2013.

Sin embargo, como muchas otras cosas que la Casa está "amenazando" con hacer en estos días, esto sólo sería un gesto vacío, debido a que la posibilidad de que el Presidente sea removido de su cargo por un Senado controlado por los demócratas es cero.

Pero imagino, que montar un Circo para realizarle un juicio político a Obama, es el sueño de muchos republicanos de ultra derecha.

En opinión de algunos de ellos, hasta el hecho de que el Presidente haya nacido, parece ser motivo suficiente para realizarle un juicio político.

Lo que ellos no saben, es que desde el punto de vista del resto de la nación, un Juicio Político al actual Presidente, podría ser considerado por muchos como una "insignia de honor".

Señal de que este Presidente realmente esta haciendo algo en favor de América, por lo que se ha convertido en el blanco de una loca ultra derecha.

Eso no me preocupa.

Un obstáculo más serio contra una Orden Ejecutiva de legalización podría ser un recurso judicial basado en razones constitucionales.

Es cierto que el Ejecutivo tiene un gran margen de maniobra en la administración de las leyes de inmigración, pero no es ilimitada.

Además, es algo de doble filo.

Si un Presidente demócrata tiene el poder para legalizar a millones de personas con el golpe de una pluma, que podría parar a un Presidente republicano futuro para revocarle las visas o tarjetas verdes e incluso la naturalización, a través de una acción administrativa basada por ejemplo en razones de "seguridad nacional".

Pienso que si Obama en algún momento legaliza unilateralmente a los indocumentados, la Corte Suprema intervendría, tal y como lo hizo en 1952, cuando el Presidente Harry Truman trató de nacionalizar la industria del acero durante la guerra contra Corea.

¡Qué tremendo alboroto hubo cuando el Tribunal Supremo invalidó ese intento del Presidente, a pesar de que cada uno de los nueve jueces que conocieron el caso había sido designado o por Truman mismo, o por su predecesor demócrata, Franklin Roosevelt.

Si el Presidente Obama emite una Orden Ejecutiva o "Plan B", después de que el Congreso se haya negado a aprobar la legalización, me pregunto:

¿Qué posibilidades tendría dicha acción en una Corte Suprema actualmente dominada por los republicanos?

Dudo incluso de que alguno de los jueces nombrados por el propio Presidente Obama lo apoye.

De todas formas, incluso si el Congreso finalmente aprueba a "CIR", es muy probable que enfrentará un desafío constitucional de inspiración republicana, así como en el caso de ObamaCare.

Todos recordamos, que la ley "ACA" sobrevivió el Tribunal Supremo por un solo voto.

Así, que si alguna vez hay una Conferencia entre el Senado y la Cámara para conciliar a "CIR", como algunos optimistas seguimos convencidos de que habrá, los congresistas pro-inmigrantes deberán de tener mucho cuidado de que la nueva ley migratoria no contenga píldoras envenenadas sustantivas en su versión final, y de eliminar las posibles trampas Constitucionales también. 

Es mi deseo!