El caso del controvertido programa del Gobierno "Rápido y Furioso", ha provocado de nuevo un viejo debate: qué hacer en un país con la mayor tasa (y por mucho) de mortalidad por balas del mundo industrializado.
En un país que desde el 11 de Septiembre ha sido gobernado por una obsesión con la seguridad, resulta que la mayor amenaza a la seguridad nacional son los millones de armas que circulan libremente.
A pesar de los miles de millones de dólares del presupuesto para el Departamento de Seguridad Interna, y los códigos de color para alertas de amenazas a la seguridad nacional, hay muy poca regulación y es muy limitado, a veces nulo, el control de aproximadamente 300 millones de armas de fuego en manos privadas, suficientes para armar a cada hombre y mujer en el país.
A pesar de los miles de millones de dólares del presupuesto para el Departamento de Seguridad Interna, y los códigos de color para alertas de amenazas a la seguridad nacional, hay muy poca regulación y es muy limitado, a veces nulo, el control de aproximadamente 300 millones de armas de fuego en manos privadas, suficientes para armar a cada hombre y mujer en el país.
Según cifras oficiales del Centro de Control de Enfermedades, en los pasados cinco años (las cifras más recientes son del 2004), más de 148 mil personas han muerto por arma de fuego en Estados Unidos.
De éstos, 14 mil 500 son menores de edad.
En un año mueren 29 mil 569 personas a causa de armas de fuego, un promedio de 81 personas por día o una persona asesinada cada 18 minutos.
En estados Unidos, se calcula que 39 por ciento de los hogares tiene una arma de fuego.
Se registran ventas de entre 3 a 4 millones de armas al año, y se calcula que entre uno y tres millones adicionales se intercambian en el mercado negro.
Se registran ventas de entre 3 a 4 millones de armas al año, y se calcula que entre uno y tres millones adicionales se intercambian en el mercado negro.
Según las cifras más recientes, en este pais las armas matan en promedio a un menor de edad cada tres horas, o sea ocho al día.
Las estas estadísticas dicen que la tasa de muerte por balas entre menores de 15 años es casi 12 veces más alta que el total de los otros 25 países industrializados combinados.
Los heridos por bala sumaron 69 mil 825 en el 2005.
Más de 191 al día.
Más de 191 al día.
Una investigación de los costos económicos directos e indirectos de la violencia con armas de fuego en Estados Unidos los calcula en 100 mil millones al año.
Pero sin embargo, el incidente de Columbine, y varios más que se han registrado desde entonces, incluyendo la muerte de cinco niñas en una escuela rural Amish, no han resultado en un mayor control de armas.
De hecho, organizaciones que se dedican a promover leyes de control informan que la mayoría de los estados no requieren que los dueños de armas tengan licencia o que sean registradas, y miles de armas son compradas en ferias sin verificación del historial criminal del comprador, mientras que los bancos de datos sobre criminales no son actualizados, permitiendo que los delincuentes obtengan armas fácilmente.
Peor aun, la agrupación New Yorkers Against Gun Violence dice que "desde la tragedia de Columbine, es ahora más fácil obtener armas", y detalla cómo los gobiernos estatales han promulgado leyes que minan los esfuerzos para controlarlas.
Además, en el pasado se ha acusado al Departamento de Justicia de promover medidas que hacen más difícil detectar quién está comprando armas, mientras que el Congreso ha promulgado medidas que en los hechos facilitan el tráfico ilegal.
La falta de control de las armas de fuego ha sido un triunfo de poderosas agrupaciones de cabildeo, en particular de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que ha convertido el derecho a portar armas en una misión supuestamente sagrada y patriótica.
Luego de tantas matanzas, en estados Unidos no se ha hecho nada para poner fin a la violencia con armas en las escuelas y comunidades. Si algo, se ha hecho más fácil es el acceso a nuevas y poderosas armas.
Cada vez que hay una masacre, el Congreso pide un minuto de silencio... lo cual es apropiado para tragedias devastadoras... Pero también queremos un momento de ruido.
Queremos que el Congreso se enfoque en el asunto del control de las armas y en el hecho de que el país tiene una tasa de homicidios alarmante.
Congresistas, dejen de temerle a los cabilderos!