Aníbal E. Melo
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AnibalMelo@yahoo.com
A las razones de la
fallida implementación del website de Obamacare, añada usted una
causa no reconocida: El sabotaje calculado hecho por los
republicanos.
Eso puede sonar como una teoría de
conspiración de izquierda, pero hay una fuerte base fáctica para
decir eso.
Desde el momento en que se introdujo el
proyecto de ley, los líderes Republicanos de ambas Cámaras del
Congreso anunciaron su intención de matarlo.
Y han presionado por esa causa durante
todo el camino.
Es cierto que la Corte Suprema,
reafirmó la ley, pero también es verdad que debilitó una parte
fundamental de la misma al darle a los Estados la posibilidad de
rechazar unilateralmente la expansión del Medicaid.
El Partido Republicano mantuvo su
cruzada incluso pasada la re-elección del Presidente, en un patrón
de "resistencia masiva" no visto desde que algunos Estados
del Sur desafíaron la Sentencia "Brown Vs Junta de Educación"
dictada por la Corte Suprema de Justicia en el 1954.
La oposición ha sido estratégica
desde el principio.
El objetivo de los que odian a Obama,
siempre ha sido descarrilar la mayor ambición del Presidente, y al
propio Obama.
Los líderes del Partido Republicano
han cumplido con mucha disciplina la oposición a cualquier apoyo
para esta nueva ley, misma que fue aprobada con votos únicamente de
los Demócratas.
Esas divisiones partidistas también
han significado que los Demócratas no han podido aprobar leyes
mejorando el lenguaje áspero inicial incluido en el proyecto de ley,
lo que forzó a la Administración a llenar muchas "lagunas"
con medidas regulatorias.
Pero la amarga lucha por la
"aprobación" fue sólo el comienzo de la guerra.
Una vez ObamaCare fue aprobado, la
mayoría de los Gobernadores Republicanos se negaron a crear los
"Mercados de Intercambios de Seguros Estatales", opción
insertada en el proyecto de ley para apelar a los conservadores, lo
que obligó al Gobierno Federal a implementar su responsabilidad en
36 mercados dominados por ese Partido.
A continuación, Congresistas
Republicanos se negaron repetidamente a otorgar fondos para todo ese
trabajo extra, dejando al "Departamento de Salud y Servicios
Humanos" y a otras Agencias sin las finanzas necesarias
destinadas para construir HealthCare.gov.
Además de eso, casi la mitad de los
Estados se negarón a ampliar sus programas de Medicaid con fondos
federales, como la ley prevé.
Luego, y en los meses previos al debut
del programa, algunos Estados se negaron a hacer nada en absoluto
para educar al público acerca de la nueva ley.
Los Republicanos del Congreso enviaron
tantos interrogatorios a los Hospitales y organizaciones no
lucrativas que se estában preparando para ayudar a los consumidores
a navegar por el nuevo sistema, que provoco que muchas devolviesen
los subsidios federales y abandonasen los
esfuerzos locales de ayuda.
Y cuando la Casa Blanca hizo saber el
pasado verano que estaba en conversaciones con la "Liga Nacional
de Fútbol Americano" para enrolar a sus estrellas, para ayudar
a promover la ley, Republicanos del Senado enviaron a esa liga una
Carta inquietante preguntándoles del "por qué abandonarían
sus posturas apolíticas".
La NFL dio marcha atrás.
El drama culminó en la víspera de la
fecha para el inicio de las registraciones el 1 de Octubre.
Los Republicanos "cerraron"
el Gobierno.
Eso alteró la planificación y limitó
la capacidad política de la Administración para preparar al público
sobre la probabilidad de la existencia de problemas en el website,
colocando al Presidente en otro combate para defender su mayor logro
legislativo.
El GOP quiere olvidar que muchas
personas se inscriben en ObamaCare a través de "Mercados de
Intercambios de Salud Estatales", en lugar de utilizar el
Federal, y que si no fuese por el hecho de que muchos Gobernadores
Republicanos no los establecieron, no se hubiese puesto tanta carga
sobre el sistema federal.
De hecho, el imponer una carga excesiva
para el Gobierno Federal era un objetivo explícito de los opositores
de la ley.
Recordemos que el Congreso ni siquiera
autorizó los fondos necesarios para implementar el "Mercado de
Intercambio de Salud Federal", mucho menos los Estatales, todo
con la finalidad de que la totalidad de la ley implosionara.
Ese fue el plan del Tea Party desde el
inicio.
Pero y para sorpresa de muchos, en su
testimonio ante el Congreso esta semana, la Secretaria de Salud,
Kathleen Sebelius, se negó a culpar a los Republicanos y al Tea
Party de la escasez de "Mercados de Intercambios de Salud
Estatales", que es parte de los problemas.
La batalla contra la" Ley de
Asistencia de Salud Asequible" continúa en varios frentes,
entre otros, nueva vez, en los Tribunales.
Durante meses, la Casa Blanca tuvo la
esperanza de que el buen "instinto político" de muchos de
los legisladores Republicanos que realmente desean prestarle un
servicio eficaz a sus constituyentes, apoyasen la nueva ley.
Pero eso, nunca sucedió.
Los Republicanos miembros del Congreso
han dicho que sus oficinas no van a proporcionar asistencia a nadie
para registrarse en ObamaCare.
Y el propio Obama ha expresado
frustración ante la resistencia implacable del Partido Republicano
incluso a los más pequeños gestos de cooperación:
"En un ambiente político
normal, habría sido más fácil para mí decir: ¿Saben qué? ...
Podemos hacer algunas mejoras y cambios técnicos a la ley. Eso sería
lo que yo preferiría hacer, pero no estamos en una atmósfera normal
cuando se trata de ObamaCare", ha dicho el Presidente.
Salud!
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