sábado, 12 de octubre de 2013

El Tea Party Ha Exagerado Su Mano

Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com

Una nueva encuesta de Gallup muestra que el Partido Republicano es ahora visto favorablemente por solamente el 28% de los estadounidenses, frente a un 38% en Septiembre.

Esa es la calificación de favorabilidad más baja medida para cualquiera de los dos Partidos desde que Gallup comenzó a hacer esa pregunta en el 1992.

Por su parte, el Partido Demócrata es visto favorablemente por el 43% de los encuestados, un descenso de 4 puntos porcentuales desde Septiembre.

Así que ahora, los republicanos están buscando desesperadamente una manera de salir del hoyo que han cavado para sí mismos - y el Presidente les ha dado una.

Él les dijo que si ellos están de acuerdo en financiar temporalmente al Gobierno y elevar el "Techo de la Deuda" sin perjudicar la "Ley de Cuidado de Salud Asequible", pueden comenzar las negociaciones sobre la reducción del "Déficit Público".

¿Cuál es la lección aquí?

Los radicales que intentaron acorralar al Presidente no entienden algo muy básico.

Aunque a la mayoría de los estadounidenses no les gustan los gobiernos muy grandes, veneran su sistema de gobierno.

Es por eso que a pesar de que mucha gente desaprueba la "Ley de Cuidado de Salud Asequible", la mayoría también desaprueba las tácticas republicanas para derogarla o retrasarla.

La verdad es que casi ningún Gobierno activo ha sido muy popular en los Estados Unidos, excepto en situaciones de crisis palpables, como en una guerra o en una depresión profunda.

La nación fue fundada mediante una Revolución contra un Gobierno abusivo, así que la desconfianza está en los genes de su gente, y eso se refleja en la Constitución.

Es por eso que es difícil para los Gobiernos hacer grandes cosas con mucha facilidad.

A casi nadie le gusta vivir bajo un Gobierno enorme y extremadamente poderoso.

Si uno está en la izquierda, se preocupa por el complejo militar- industrial-parlamentario que gasta millones y millones de dólares en la creación de nuevas armas de destrucción masiva, y en espiar a los propios estadounidenses.

A nadie le gusta que el Gobierno interfiera en sus vidas sexuales, diciéndoles cómo y cuando pueden tener un aborto, o con quien pueden casarse.

Si uno está en la derecha, se preocupa por los impuestos y las regulaciones asfixiantes, por los burócratas fuera de control, y por el déficit del Gobierno.

Así que cuando los Republicanos del Tea Party, financiados por un puñado de multimillonarios, comenzarón a decir que la "Ley de Asistencia de Salud Asequible" es una toma del control de la atención de sanitaria por parte del Gobierno en América", muchos estadounidenses le creyeron.

La atención sanitaria es un sistema tan grande y complicado, que afecta a todos muy íntimamente, por lo que la desconfianza inherente de los estadounidenses en los Gobiernos, los hace desconfiar instintivamente.

No es casualidad que Estados Unidos es el único país avanzado del mundo que no tiene atención sanitaria universal.

Franklin Delano Roosevelt (1882 - 1945) decidió no añadir el tema de la Salud a su plan de Seguridad Social porque no quería poner en peligro el resto de su programa, y los Presidentes posteriores nunca lo intentaron, hasta Obama.

El mejor argumento en favor de la "Ley de Asistencia de Salud Asequible" es que el actual sistema es disfuncional - el más caro del mundo con los resultados menos saludables ( alta mortalidad infantil, esperanza de vida más corta, peores tasas de enfermedades crónicas ) que cualquier otro país avanzado – y no hay más remedio que componerlo.

Aún así, en una solución típica estadounidense, fue ideado pensando en los proveedores de salud y aseguradores privados.

Todo lo que el Gobierno va a hacer respecto de ObamaCare, es subvencionar a los pobres, requiriendo a las Aseguradoras que acepten los problemas de salud pre-existentes de las personas, que los beneficiarios paguen algo por la cobertura, y exigiendo que todos participen para abaratar los costos.

El error del Tea Party Republicano fue asumir que si los estadounidenses desconfían de los Gobiernos grandes, por extensión, tambien de la "Ley de Asistencia de Salud Asequible", lo que les permitiría pasarle por encima al proceso legal norteamericano para crear las leyes.

El "Cierra del Gobierno" y la amezana de impedir que Estados Unidos pueda pagar sus obligaciones crediticias, si la "Ley de Asistencia De Salud Asequible" no es derogada o al menos retrasada es un asalto directo al sistema democrático, ya que si las "leyes impopulares" pueden ser destripadas por la mayoría de una sola de las Cámaras del Congreso, la organización gubernamental estadounidense es solamente una fantasía.

Ninguna ley estaría a salvo.

El argumento Republicano de que el Congreso tiene el mandato constitucional de manejar las finanzas del Gobierno y por lo tanto puede decidir lo que quiere o no financiar, no es cierto.

Recuerden que la "Ley de Presupuesto" tiene que ser acordada por ambas cámaras y firmadas en ley por el Presidente, como cualquier otra legislación.

Mientras que la mayoría de los estadounidenses, en general, desconfian de los Gobiernos, estan orgullosos de su sistema político, y les gusta pensar que es el mejor del mundo.

No veneran a los políticos vivos, pero canonizan a los Padres Fundadores.

Y hasta reverencian el "pergamino" sobre el que está escrito la Constitución.

Cuando prometen lealtad a los Estados Unidos lo que los une es el Gobierno, por lo que cualquier persona que busque derrocar o socavar el sistema es considerado como un traidor.

Y eso es precisamente lo que algunos personeros del Tea Party aparentan ser: Traidores al sistema.

Parecen unos "radicales" que justifican todos los medios que estimen necesarias para lograr sus fines, por lo que cada vez tienen menos apoyo popular, incluso entre los estadounidenses que habían comprado su visión sobre ObamaCare.

Y han tenido que dar marcha atrás, por lo que, con suerte, ahora podremos pasar a la siguiente etapa: La negociación sobre el tamaño del Gobierno.

En mi opinión, el tamaño del Gobierno no es el verdadero problema.

El problema es lo que el Gobierno hace con las finanzas.

Creo que la mejor manera de reducir los futuros déficits presupuestarios es asegurarse de que los fondos sean distribuidos tomando en cuenta el bienestar de todos y no sólo los de unos pocos privilegiados.

Eso significa que la mayor parte de los ingresos se deberán obtener de manos de los ricos, que nunca han sido más ricos que ahora, limitando las deducciones y créditos fiscales, el cierre de las lagunas fiscales, y gravando todas las transacciones financieras.

Pienso que el "gasto público" debe ser recortado con la finalidad de proteger al propio sistema corporativo: Eliminando los subsidios fiscales del petróleo y del gas, los acuerdos preferenciales de los contratistas militares, y el subsidio a Wall Street.

Los costos futuros de la atención de la Salud deben ser contenidos mediante el uso del poder de negociación del Gobierno sobre los proveedores (a través de Medicare, Medicaid, y ObamaCare) para forzar un cambio en la forma de pago de: "tasa por servicio" a una de "tasa por resultados".

Hay que invertir más en educación e infraestructura de Salud de alta calidad.

Los estadounidenses desconfian de los Gobiernos grandes, y siempre lo harán, tienen muchas razones para ello – especialmente si se toma en cuenta las enormes sumas que ahora financian a los políticos, provenientes de un puñado de multimillonarios, grandes corporaciones y Wall Street, pero les encanta su sistema de Gobierno, mismo que piensan debe ser protegido. 

Mediante el uso de tácticas que son percibidas como violadoras del sistema de Gobierno norteamericano, el Tea Party ha exagerado su mano. 

Y si no detienen sus recurrentes imprudencias, están de salida en la política nacional.