sábado, 26 de octubre de 2013

Contra El Tea Party, Un Simple Sangrado Nasal No Es Suficiente

Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com


Ahora es el momento de denunciar el extremismo republicano de una vez y por todas.

Desde que Barack Obama se convirtió en Presidente, los extremistas de ultra derecha que se han apoderado del Partido Republicano han aumentado sus demandas cada vez que Obama ha cedido, acorralando a todo el Gobierno de los Estados Unidos y cogiéndolo como su ficha de negociación.

Recordemos que en el 2010 se acordó extender todos los "recortes fiscales de Bush" hasta el final del 2012.

¿Quedaron los Republicanos satisfechos?

Por supuesto que no!

En el verano del 2011, los Republicanos del Tea Party, exigieron enormes recortes de gastos a cambio de elevar el "techo de la deuda".

En respuesta, el Presidente ofreció recortar 4000 mil millones de dólares, incluyendo recortes al Seguro Social, al Medicare y a otros gastos internos.

¿Se contentaron los Republicanos?

Claro que no!

Luego exigieron más, y Obama accedió a que un "Súper Comité" buscase recortes más grandes, o si no, ocurriría un "secuestro" que automáticamente y de forma indiscriminada recortaría todo en el Presupuesto Federal, excepto el Seguro Social y el Medicare.

Ni siquiera la reelección de Obama puso un freno a demandas cada vez mayores.

A principios de este año, y después de que el "secuestro" ya se encontraba en vigor, los Republicanos exigieron aún mayores recortes en los gastos.

Obama ofreció más recortes al Medicare y a utilizar el Índice de Precios al Consumidor o "CPI" para calcular y reducir los pagos del Seguro Social, a cambio de algunas concesiones Republicanas en materia de impuestos.

Rechazando la oferta, y aparentemente delirantes con su poder para mantener de rehén a la nación, exigieron que la Ley de Asistencia De Salud Asequible fuese derogada como condición para financiar al Gobierno y elevar el techo de la deuda.

Esta vez, sin embargo, Obama no cedió.

El Gobierno fue "cerrado" y la nación estuvo al borde del impago de sus deudas.

Pero la opinión pública se volcó en contra del Partido Republicano y del Tea Party.

Y hasta las empresas de Wall Street amenazaron con abandonarlos.

De repente los republicanos actuaban como el matón de escuela, que aterroriza a todos en el patio de juegos, pero lo que recibe es un puñetazo en la cara.

Estaban en shock, humillados, y tratando de encontrar maneras de salvar la cara.

Con la nariz ensangrentada, los Republicanos del Tea Party, miembros de la Casa de Representantes se fueron corriendo a sus casas.

Y bruscamente dejaron las negociaciones a sus colegas del Senado.

Con la misma rapidez, su demanda de revocar o retrasar la Ley de Asistencia De Salud Asequible desapareció.

Y es que mantener al Gobierno funcionando y pagar las cuentas de la nación nunca deberían haber sido fichas de negociación, y el Presidente y los Demócratas hicieron bien en no negociar con eso. 

Me pregunto cómo el Presidente se enteró de que las extorsiones aumentan si uno cede ante las demandas de los abusadores.