Aníbal E. Melo
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AnibalMelo@yahoo.com
Ahora es el momento de denunciar el
extremismo republicano de una vez y por todas.
Desde que Barack Obama se convirtió en
Presidente, los extremistas de ultra derecha que se han apoderado del
Partido Republicano han aumentado sus demandas cada vez que Obama ha
cedido, acorralando a todo el Gobierno de los Estados Unidos y
cogiéndolo como su ficha de negociación.
Recordemos que en el 2010 se acordó
extender todos los "recortes fiscales de Bush" hasta el
final del 2012.
¿Quedaron los Republicanos
satisfechos?
Por supuesto que no!
En el verano del 2011, los Republicanos
del Tea Party, exigieron enormes recortes de gastos a cambio de
elevar el "techo de la deuda".
En respuesta, el Presidente ofreció
recortar 4000 mil millones de dólares, incluyendo recortes al Seguro
Social, al Medicare y a otros gastos internos.
¿Se contentaron los Republicanos?
Claro que no!
Luego exigieron más, y Obama accedió
a que un "Súper Comité" buscase recortes más grandes, o
si no, ocurriría un "secuestro" que automáticamente y de
forma indiscriminada recortaría todo en el Presupuesto Federal,
excepto el Seguro Social y el Medicare.
Ni siquiera la reelección de Obama
puso un freno a demandas cada vez mayores.
A principios de este año, y después
de que el "secuestro" ya se encontraba en vigor, los
Republicanos exigieron aún mayores recortes en los gastos.
Obama ofreció más recortes al
Medicare y a utilizar el Índice de Precios al Consumidor o "CPI"
para calcular y reducir los pagos del Seguro Social, a cambio de algunas
concesiones Republicanas en materia de impuestos.
Rechazando la oferta, y aparentemente
delirantes con su poder para mantener de rehén a la nación,
exigieron que la Ley de Asistencia De Salud Asequible fuese derogada
como condición para financiar al Gobierno y elevar el techo de la
deuda.
Esta vez, sin embargo, Obama no cedió.
El Gobierno fue "cerrado" y
la nación estuvo al borde del impago de sus deudas.
Pero la opinión pública se volcó en
contra del Partido Republicano y del Tea Party.
Y hasta las empresas de Wall Street
amenazaron con abandonarlos.
De repente los republicanos actuaban
como el matón de escuela, que aterroriza a todos en el patio de
juegos, pero lo que recibe es un puñetazo en la cara.
Estaban en shock, humillados, y
tratando de encontrar maneras de salvar la cara.
Con la nariz ensangrentada, los
Republicanos del Tea Party, miembros de la Casa de Representantes se
fueron corriendo a sus casas.
Y bruscamente dejaron las negociaciones
a sus colegas del Senado.
Con la misma rapidez, su demanda de
revocar o retrasar la Ley de Asistencia De Salud Asequible
desapareció.
Y es que mantener al Gobierno
funcionando y pagar las cuentas de la nación nunca deberían haber
sido fichas de negociación, y el Presidente y los Demócratas
hicieron bien en no negociar con eso.
Me pregunto cómo el Presidente se
enteró de que las extorsiones aumentan si uno cede ante las demandas
de los abusadores.