Aníbal E. Melo
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AnibalMelo@yahoo.com
Hay verdad en el argumento de que
muchos latinos tienen puntos de vistas conservadores.
Una Encuesta de CNN encontró que en el
2010, el 24% de los hispanos, especialmente los hombres mayores de 50
años, apoyaban la fuerte ley anti-inmigrante SB-1070 de Arizona.
Si muchos Republicanos no estuviesen tan cegados por su aparente odio a las minorías no blancas, pudiesen
mirar más lejos y ver cuanto muchos latinos tienen en común con
ellos.
Ese Partido tiene que enfrentar la
discriminación que existe dentro de sus filas, y los efectos
discriminatorios de sus políticas.
Escribo esto, ya que a pesar de tener
puntos de vistas conservadores sobre la economía, la inmigración y
el matrimonio, muchos Hispanos, siempre votan por los candidatos
demócratas.
¿Por qué?
Porque, por cerca que se encuentren sus
puntos de vistas, muchos Republicanos no ven a los Hispanos como
verdaderos estadounidenses.
Y ahí está el gran problema.
Los Republicanos necesitan un cambio de
imagen y desarraigar la discriminación - incluso el racismo - que
está bien sembrado dentro de sus filas.
La "redistribución" de los
Distritos Electorales, el tema de la vivienda, el de la
identificación, las leyes de votación restrictivas y otros asuntos
patrocinados por los Republicanos afectan a los latinos y a otras
minorías muy desproporcionadamente, por lo que un cambio positivo
permanente requerirá la aceptación por parte de los miembrs de ese
Partido, de que los latinos somos americanos de pleno derecho.
Pero para llegar ahí, tienen
necesariamente que marginar a sus nativistas más fervientes.
Estados Unidos siempre ha sido una
sociedad multirracial forjada por nativos e inmigrantes por igual.
Sabemos que una pequeña minoría de
latinos ya es compatible con las políticas de inmigración y de
fronteras restrictivas, sin embargo, para atraer a más votantes
hispanos, el Partido Republicano necesita tener posiciones más
conciliadoras.
Si quieren ganar la mayoría de los
votos latinos, deben considerar los efectos discriminatorios de sus
actuales políticas, y no sólo hacer cambios en la apariencia y en el
tono, algo que en los meses post-electorales parecían dispuestos a
hacer.
Parece irónico en retrospectiva, de
cara a las pasadas elecciones nacionales, el hecho de que los
"nativistas fervientes" de ese Partido, lejos de ser
marginados, están ahora aparentemente en ascenso.
En mi opinión, la elección de abrigar
a los hispanos ya no se encuentra en manos de los Republicanos, ya
que con cada proceso electoral nos volvemos más poderosos.
Somos el bloque de votantes, que esta
transformando la política general de la nación, y nos convertiremos
en la fuerza motriz Republicana, si ese Partido ha de sobrevivir.
Muchos líderes Republicanos de ultra
derecha pueden pensar que está en su propio interés el jugar a ser
un Partido de base blanca, y continuar abogando por políticas
discriminatorias contra las minorías, incluyendo el bloqueo a la
Reforma Migratoria, pero en poco tiempo verán claro, que la
incapacidad de poder superar sus posiciones intolerantes le está
haciendo un gran daño a ese Partido, y a todo Estados Unidos.
Entonces, van a comprender y a lamentar no haber
apoyado a CIR en este 2013.