Por Aníbal E. Melo
anibalmelo@yahoo.com
El avance de la comunidad latina en los
Estados Unidos no para.
Pero es sólo recientemente que ha
ganado una tracción, al menos suficiente, para que los no hispanos
le presten atención.
Es notable nuestra naciente influencia
política y económica.
Y es que el actual mercado hispano estadounidense, de un $1 trillón de dólares es más grande que las economías de la mayoría de los países del mundo.
Se proyecta que nuestra capacidad de consumo, alcance $1.5 trillónes para el 2015, lo que representa casi el 11 por ciento del total de poder de compra de la nación.
Se proyecta que nuestra capacidad de consumo, alcance $1.5 trillónes para el 2015, lo que representa casi el 11 por ciento del total de poder de compra de la nación.
Muchos dicen que hay un "despertar
de un gigante dormido", pero creo que en realidad lo que hay es un "despertar de la atención" hacia nuestra comunidad.
Por eso, en una advertencia hacia sus
colegas, el Senador John McCain (R-Arizona) los instó a apoyar la
Reforma Migratoria, o de lo contrario, dijo, "corremos el riesgo
de perder el dominio en los estados rojos", que pueden
convertirse en azules debido a su creciente población hispana.
Para empezar, los latinos de Estados
Unidos no somos un grupo homogéneo.
El término "hispano" es
utilizado para describir una población muy
diversa.
El uso del español o del Inglés en
los hogares varía de una familia a otra, y de generación en
generación.
Un número creciente de hispanos en
Estados Unidos práctican el cristianismo evangélico, y no el
catolicismo romano.
Muchos de los indicadores que, una vez
nos identificaron, ya han cambiando.
Antes, los políticos se centraban en
los hispanos de "primera generación", porque como grupo
demográfico único constituían la mayoría de la población de
latinos del país.
Pero de acuerdo con un estudio
realizado en el año 2010 por el "Pew Hispanic Center",
los de origen hispano de segunda y tercera generación, representan
más del 60% del total de la población latina de los Estados Unidos.
Recordemos que los miembros de la
"segunda generación", nacen en Estados Unidos, por lo que
son ciudadanos, bilingues, y multiculturales.
Hablan el español, porque es el idioma
de sus padres.
Mientras que la "segunda
generación" simpatiza con la lucha de sus padres inmigrantes,
tienen sus propias ideas, actitudes, identidades, experiencias y
preocupaciones.
Su asimilación no es fácil, por lo
que muchos tienen problemas para encontrar un hueco en la sociedad
estadounidense.
Por eso vemos, que tienen la segunda
tasa más alta de abandono escolar, la más alta de embarazos
adolescentes, y una gran proporción de participación en las
pandillas.
Sin embargo, el "sueño americano"
se mantiene vivo dentro de los jóvenes de esa generación, por lo
que la mayoría continúa su movilidad social ascendente a través de
la educación, del trabajo profesional, del servicio en las fuerzas
armadas, y del proceso político.
Al igual que cualquier otro
estadounidense, se preocupan por los impuestos onerosos, por
viviendas adsequibles, por la salud, por los empleos, por las
oportunidades de negocios, así como por la educación de sus hijos,
entre otros temas.
En general, hacen que sus padres se
sientan orgullosos de ellos y posicionan a sus hijos mejor que las
generaciones anteriores.
Mantienen vínculos con sus familiares
y amigos no documentados o no naturalizados, por lo que la solución
del asunto de Inmigración es muy importante.
Para ellos, también, es de suma
importancia el poder detener la fea retórica contra "los
ilegales" que es percibida como intolerante, odiosa, racista y
prejuiciada contra toda la comunidad hispana.
De acuerdo con un estudio de mercado de
"Yahoo", la mayoría de los hispanos de "segunda
generación" consideran que los portavoces públicos, incluidos
los políticos, no los conocen con precisión y dicen que un mensaje
para ser auténtico debe reflejar su identidad bilingue y
multicultural.
Eventualmente, ya para la "tercera
generación" los hispanos se convierten en monolingues y hablan
en Inglés.
Y es que en la medida que los hispanos
se afincan en el modo estadounidense de vida, un cambio cultural
significativo tiene lugar, mismo que debe entenderse con el fin de
poder llevarles un mensaje político de manera eficaz.
Hoy, los hispanos de Estados Unidos
somos el grupo de más rápido crecimiento electoral del país.
Tenemos una tasa de natalidad dentro de
Estados Unidos que continúa superando la tasa de los hispanos
nacidos en el exterior, lo que tiende a colocarnos más en una
segunda o tercera generación.
Pienso que la Reforma Migratoria es un
primer paso necesario e importante, pero "no suficiente" si
los políticos conservadores realmente desean ganar la confianza del
electorado de más rápido crecimiento en los Estados Unidos.
Si quiere cambiar la percepcion de los
hispanos, el Partido Republicano debe demostrar una comprensión más
profunda de cómo, como grupo demográfico, hemos evolucionado con el
tiempo.
Por lo tanto, mientras que la Reforma
Migratoria tiene un propósito práctico para una proporción cada
vez menor de hispanos, tiene un propósito simbólico para una parte
cada vez mayor de nuestra comunidad.
Pienso que todo este debate debe
complementarse con una comprensión más matizada de cómo la
aculturación y la asimilación ha estado afectando, en las últimas
décadas, la experiencia latina en los Estados Unidos.
Entender eso, es clave para cualquier
buen esfuerzo de alcance político, y muy especialmente para lograr
una Reforma Migratoria en el 2013, positiva para el país hoy y en el futuro.
Que así sea!