miércoles, 16 de enero de 2013

Reforma Migratoria 2013: En La Cima De La Agenda Política Nacional

Por Aníbal E. Melo
AnibalMelo@Yahoo.com


Se dice que Obama tiene la intención de mover un "plan ambicioso y general" de reforma migratoria en los próximos meses.

Hace cuatro años, la situación era muy diferente.

Los grupos pro-inmigrantes, competíamos contra una larga lista de prioridades por la atención del Presidente, desde el cuidado de la salud, hasta la economía.

En mi opinión, dos cambios importantes han tenido lugar desde el 2008.

Uno, el movimiento pro-inmigrante ha crecido en número y madurado en sofisticación, generando una nueva urgencia colectiva entre los liberales sobre este tema.

En segundo lugar, la combinación de los cambios demográficos y el poder creciente de los hispanos en el país, van y han obligado a muchos republicanos a tener que apoyar la reforma.

Muchas personas han señalado los cambios demográficos que ayudaron a ganar al Presidente Obama en el 2012.

Pero pocos se han centrado en estudiar la eficacia de las organizaciones pro-inmigrantes que realmente pudieron movilizar a los constituyentes.

Después de años de advertencias a ambos partidos, de que los votantes hispanos eventualmente mostrarían su poder en las urnas, finalmente esa predicción se cumplió en noviembre pasado.

En gran parte despreciados e ignorados por los republicanos y por muchos demócratas, estos grupos aplicarón las lecciones aprendidas a lo largo de múltiples batallas pérdidas para construir una fuerte base, más politizada y más comprometida, compuesta por ciudadanos inmigrantes y sus descendientes.

Ellos llevaron su dolor desde las casas de familia, al juego electoral de la calle.

Registraron cientos de miles de nuevos votantes, capacitaron a decenas de líderes jóvenes y crearon alianzas y coaliciones comprometidas con grandes organizaciones, empresas e instituciones religiosas, para expandir los tentáculos del movimiento pro-inmigrante.

Todo ese arduo trabajo culminó con una campaña pre-electoral llena de tensiones, pero a la sombra de los valientes Soñadores que lograron capturar la imaginación de la nación con sus historias personales, determinación y organización.

Por otro lado, periodistas e investigadores han expuesto la asombroso cifra de deportaciones, las incontables violaciónes de los derechos humanos, y el asombroso gastó de 18 mil millones del gobierno federal para reforzar la actual ley de inmigración.

La creciente visibilidad de la cuestión y la efectividad del movimiento pro-inmigrante, han generado nuevos compromisos y ayudado a solidificar la opinión pública general sobre la necesidad de abordar el asunto.

Recordemos que en Diciembre del 2012, el "Foro Nacional de Inmigración," reunido en una impresionante coalición de "Biblias, Insignias y Empresas", que incluyó a republicanos y a demócratas, presionarón al Congreso y a Obama para que colocasen el tema de la inmigración como principal en el 2013.

Y es que el creciente poder electoral de los inmigrantes ha afectado a ambos partidos, con los republicanos claramente enfrentando una encrucijada más dramática.

Todos vimos a los latinos y a los asiáticos en Florida, Nevada, Colorado y Virginia entregar resultados electorales triunfantes en favor del Presidente.

Los latinos y los asiáticos que ascendieron al 13% del total del electorado, votaron por Obama en 71 y 73 por ciento, respectivamente.

Los demócratas, que buscan poder gobernar los Estados Unidos por toda la presente década, ven un futuro viable en estados como Carolina del Norte, Arizona y Texas.

Incluso antes de las elecciones, muchos demócratas se dieron cuenta de que el asunto de la inmigración podría ser moralmente correcto, y a la vez bueno para el partido.

Por otro lado, demócratas en el Senado, incluyendo al líder de la mayoría Harry Reid y a los senadores Dick Durbin de Illinois y Michael Bennett, de Colorado, han estado trabajando discretamente entre bastidores para prepararse para el debate que se avecina.

Por su lado, los republicanos, que vieron lo sucedido en las pasadas elecciones, casi de inmediato comenzarón a desplegar su nuevo amor por los inmigrantes para tratar de controlar su sangrado.

La conversación sobre inmigración a lo interior del Partido Republicano, es cada vez más pública, con cuentas de Twitter mostrando a Rupert Murdoch y a Sean Hannity, por mencionar algunos, no sólo presentando la inmigración como un imperativo político, sino también pidendo un cambio en el tono.

Pero los republicanos están en un gran aprieto.

Me es muy difícil ver un futuro electoral promisorio para el Partido Republicano sin apoyo significativo de los votantes hispanos.

Y mientras que algunos republicanos miembros de la Cámara pertenecen a "distritos" donde atacar a los inmigrantes es una buena apuesta, el futuro del partido está claramente en juego.

Eso es lo que puede explicar el porque del reciente abandono por parte de Boehner de la "Regla de Hastert", misma que requiere que una mayoría de republicanos apoye un proyecto de ley con el fin de llevarlo a voto.  

Para mí, ese cambio señala el camino de cómo una ley de inmigración puede ser aprobada por la Casa de Representantes.

Un buen proyecto de ley proveniente del Senado y una buena negociación entre las dos Cámaras podrían proporcionar el billete ganador muy necesario y retardado.

Por otro lado, los estadounidenses parecen más seguros que nunca de que se necesita un efectivo proceso por el cual la gente pueda venir y quedarse a vivir en los Estados Unidos.

Recordemos que en Diciembre del 2007, sólo el 49 por ciento de los votantes estadounidenses apoyaban la legalización y el camino a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados.

Pero en Diciembre del 2012, una encuesta nacional de "Bloomberg News", mostró que el 57% de los estadounidenses cree que el Presidente Obama tiene el mandato para "reformar las leyes de inmigración y proporcionar un camino hacia la legalización."

En otra encuesta nacional llevada a cabo después de las elecciones por la cadena "ABC News", se muestra que la población de votantes jóvenes apoya la reforma en un 65 por ciento.

Ya se trate de cansancio hacia el odioso tono del debate hasta la fecha, o de que en Estados Unidos se ha producido lo que el escritor Malcolm Gladwell denomina "misteriosos cambios sociológicos", todo parece haber convergido para crear un momento mágico.

Pienso que verdaderamente, hemos llegado a un punto de inflexión sobre el tema de la reforma migratoria, por lo que debemos maximizar nuestros activos, organizando a las comunidades de inmigrantes para empujar un consenso y un nuevo imperativo político que aproveche esta buena oportunidad, y poder conquistar la reforma migratoria que todos necesitamos.

Salud!