AnibalMelo@Yahoo.com
Se dice que Obama tiene la intención
de mover un "plan ambicioso y general" de reforma
migratoria en los próximos meses.
Hace cuatro años, la situación era
muy diferente.
Los grupos pro-inmigrantes, competíamos
contra una larga lista de prioridades por la atención del
Presidente, desde el cuidado de la salud, hasta la economía.
En mi opinión, dos cambios importantes han tenido
lugar desde el 2008.
Uno, el movimiento pro-inmigrante ha
crecido en número y madurado en sofisticación, generando una nueva
urgencia colectiva entre los liberales sobre este tema.
En segundo lugar, la combinación de
los cambios demográficos y el poder creciente de los hispanos en el
país, van y han obligado a muchos republicanos a tener que apoyar la reforma.
Muchas personas han señalado los
cambios demográficos que ayudaron a ganar al Presidente Obama en el
2012.
Pero pocos se han centrado en estudiar
la eficacia de las organizaciones pro-inmigrantes que realmente
pudieron movilizar a los constituyentes.
Después de años de advertencias a
ambos partidos, de que los votantes hispanos eventualmente mostrarían
su poder en las urnas, finalmente esa predicción se cumplió en
noviembre pasado.
En gran parte despreciados e ignorados
por los republicanos y por muchos demócratas, estos grupos aplicarón
las lecciones aprendidas a lo largo de múltiples batallas pérdidas
para construir una fuerte base, más politizada y más comprometida,
compuesta por ciudadanos inmigrantes y sus descendientes.
Ellos llevaron su dolor desde las casas
de familia, al juego electoral de la calle.
Registraron cientos de miles de nuevos
votantes, capacitaron a decenas de líderes jóvenes y crearon
alianzas y coaliciones comprometidas con grandes organizaciones,
empresas e instituciones religiosas, para expandir los tentáculos
del movimiento pro-inmigrante.
Todo ese arduo trabajo culminó con una
campaña pre-electoral llena de tensiones, pero a la sombra de los
valientes Soñadores que lograron capturar la imaginación de la
nación con sus historias personales, determinación y organización.
Por otro lado, periodistas e
investigadores han expuesto la asombroso cifra de deportaciones, las
incontables violaciónes de los derechos humanos, y el asombroso
gastó de 18 mil millones del gobierno federal para reforzar la
actual ley de inmigración.
La creciente visibilidad de la cuestión
y la efectividad del movimiento pro-inmigrante, han generado nuevos
compromisos y ayudado a solidificar la opinión pública general
sobre la necesidad de abordar el asunto.
Recordemos que en Diciembre del 2012,
el "Foro Nacional de Inmigración," reunido en una
impresionante coalición de "Biblias, Insignias y Empresas",
que incluyó a republicanos y a demócratas, presionarón al
Congreso y a Obama para que colocasen el tema de la inmigración como
principal en el 2013.
Y es que el creciente poder electoral
de los inmigrantes ha afectado a ambos partidos, con los republicanos
claramente enfrentando una encrucijada más dramática.
Todos vimos a los latinos y a los
asiáticos en Florida, Nevada, Colorado y Virginia entregar
resultados electorales triunfantes en favor del Presidente.
Los latinos y los asiáticos que
ascendieron al 13% del total del electorado, votaron por Obama en 71
y 73 por ciento, respectivamente.
Los demócratas, que buscan poder
gobernar los Estados Unidos por toda la presente década, ven un
futuro viable en estados como Carolina del Norte, Arizona y Texas.
Incluso antes de las elecciones, muchos
demócratas se dieron cuenta de que el asunto de la inmigración
podría ser moralmente correcto, y a la vez bueno para el partido.
Por otro lado, demócratas en el
Senado, incluyendo al líder de la mayoría Harry Reid y a los
senadores Dick Durbin de Illinois y Michael Bennett, de Colorado, han
estado trabajando discretamente entre bastidores para prepararse para
el debate que se avecina.
Por su lado, los republicanos, que
vieron lo sucedido en las pasadas elecciones, casi de inmediato
comenzarón a desplegar su nuevo amor por los inmigrantes para tratar
de controlar su sangrado.
La conversación sobre inmigración a
lo interior del Partido Republicano, es cada vez más pública, con
cuentas de Twitter mostrando a Rupert Murdoch y a Sean Hannity, por
mencionar algunos, no sólo presentando la inmigración como un
imperativo político, sino también pidendo un cambio en el tono.
Pero los republicanos están en un gran
aprieto.
Me es muy difícil ver un futuro electoral promisorio para el Partido Republicano sin apoyo significativo de los votantes hispanos.
Me es muy difícil ver un futuro electoral promisorio para el Partido Republicano sin apoyo significativo de los votantes hispanos.
Y mientras que algunos republicanos
miembros de la Cámara pertenecen a "distritos" donde
atacar a los inmigrantes es una buena apuesta, el futuro del partido
está claramente en juego.
Eso es lo que puede explicar el porque del reciente abandono por parte de
Boehner de la "Regla de Hastert", misma que requiere que una mayoría de republicanos apoye un proyecto de ley con el fin de
llevarlo a voto.
Para mí, ese cambio señala el camino de cómo una ley de inmigración puede ser aprobada por la Casa de Representantes.
Para mí, ese cambio señala el camino de cómo una ley de inmigración puede ser aprobada por la Casa de Representantes.
Un buen proyecto de ley proveniente del Senado y una buena negociación entre las dos Cámaras podrían proporcionar el billete ganador muy necesario y retardado.
Por otro lado, los estadounidenses parecen más
seguros que nunca de que se necesita un efectivo proceso por el cual
la gente pueda venir y quedarse a vivir en los Estados Unidos.
Recordemos que en Diciembre del 2007, sólo el 49 por
ciento de los votantes estadounidenses apoyaban la legalización y el
camino a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados.
Pero en Diciembre del 2012, una encuesta
nacional de "Bloomberg News", mostró que el 57% de los
estadounidenses cree que el Presidente Obama tiene el mandato para
"reformar las leyes de inmigración y proporcionar un camino
hacia la legalización."
En otra encuesta nacional llevada a
cabo después de las elecciones por la cadena "ABC News",
se muestra que la población de votantes jóvenes apoya la reforma
en un 65 por ciento.
Ya se trate de cansancio hacia el odioso tono del debate hasta la fecha, o de que en Estados Unidos se
ha producido lo que el escritor Malcolm Gladwell denomina "misteriosos
cambios sociológicos", todo parece haber convergido para crear
un momento mágico.
Pienso que verdaderamente, hemos llegado
a un punto de inflexión sobre el tema de la reforma migratoria, por lo que debemos maximizar nuestros activos, organizando a las
comunidades de inmigrantes para empujar un consenso y un nuevo
imperativo político que aproveche esta buena oportunidad, y poder
conquistar la reforma migratoria que todos necesitamos.
Salud!