Por Aníbal E. Melo
En la medida en que el acuerdo para evitar
el llamado "precipio fiscal" dejó el "techo de la
deuda" y otros conflictos no resueltos y secuestrados, expertos
especularon que el tema de la inmigración podría quedarse nueva vez
relegado.
Pero legisladores y defensores de los
inmigrantes dicen que hay positivos planes encaminados en ese sentido
y que veremos los primeros pasos concretos en algún momento
entre la asunción del Presidente Obama el 20 de enero y su discurso
sobre el "Estado de la Unión" a pronunciarse un par de
semanas más tarde.
Los trabajos para redactar una nueva
ley de inmigracion comenzaron después de las elecciones con un
grupo bipartidista de senadores. entre ellos, Schumer (D-Nueva York);
Richard J. Durbin (D-Illinois); Robert Menéndez (D-Nueva Jersey);
Michael Bennet (D-Colorado); Lindsey Graham (R-Carolina del Sur);
John McCain y Jeff Flake (R-Arizona); Mike Lee (R-Utah); y Marco Rubio
(R-Florida).
Personalmete abrigo la esperanza de que para marzo o abril, el nuevo Proyecto de Ley Migratorio tenga completo su "lenguaje legislativo", y que se presente para "voto" durante el verano.
Personalmete abrigo la esperanza de que para marzo o abril, el nuevo Proyecto de Ley Migratorio tenga completo su "lenguaje legislativo", y que se presente para "voto" durante el verano.
Opino que ambos partidos comenzaron el año 2013 con números rojos en materia de inmigración.
Los republicanos han bloqueado durante
años todas las medidas de Reforma, incluyendo la Ley DREAM en el 2010.
Por su parte Obama y los demócratas,
también tienen muchas decisiones que rectificar.
Y es que su Gobierno ha deportado en
números históricos en los últimos cuatro años.
Justo antes de la Navidad, el Departamento
de Seguridad Nacional anunció que en el 2012, unas 409,000 personas
fueron deportadas, más que en cualquier otro año.
90,000 de esos deportados son padres de ciudadanos estadounidenses.
90,000 de esos deportados son padres de ciudadanos estadounidenses.
Ahora, ambos partidos dicen que quieren
hacer lo correcto.
Por nuestro lado, el de los defensores de los
derechos de los inmigrantes nos estamos preparando para pelear una
"guerra sin cuartel" que impulse una legislación lo más
amplia posible en este mismo ciclo legislativo.
¿Qué ambiente existe hoy para lograr lo que no se pudo con anterioridad?
Sabemos que las deliberaciones en el
Senado sobre el tema permanecen en la oscuridad y que no hay nada aún por escrito.
Pero hay otras cosas que también sabemos.
En los últimos seis años todos los
esfuerzos legislativos que han implicado un
camino hacia la legalización, un
sistema nuevo de control del flujo futuro, penalización, seguridad fronteriza, y castigos para los empleadores que contraten trabajadores no autorizados, han fracasado.
Puedo decir que el elemento más
importante es la presencia
de millones de personas que viven en el país indocumentados.
Me pregunto, si el camino a la
legalización conducirá en última instancia hacia la ciudadanía o,
más bien, hacia una especie de "residencia" prolongada.
De hecho, en noviembre 2012, los
republicanos introdujeron "Achieve",
respuesta alternativa a la Ley DREAM.
Dicho proyecto, que no se convirtió en
ley, habría concedido estatus legal pero no un camino hacia la
ciudadanía a los jóvenes indocumentados, por lo que pienso que los
republicanos podrían tratar de empujar un proyecto de legalización amplio que de igual forma niegue el acceso a la misma.
Por supuesto, los demócratas
se opondrán a apoyar un plan de esa naturaleza.
Por su parte, el Congreso podría tratar de crear
un camino hacia la ciudadanía largo y sólo para un grupo limitado de
inmigrantes.
Recordemos que en antiguas
propuestas, se han presentado
planes en los que se toma hasta una década el poder obtenerla.
Aúnque la mayoría de las
conversaciones se centren en los
indocumentados que ya están aquí, los legisladores también van a tener que lidiar con qué hacer con aquellos que quieran venir en el futuro, a
mi juicio, lo más polémico en este momento.
Hay que notar, que los inmigrantes tienden a ser clasificados en dos grupos distintos: Los muy calificados y los poco calificados.
La mayoría coincide en que a los
"altamente calificados", se les debe permitir inmigrar.
De hecho, en noviembre del 2012, los republicanos de la Cámara de Representantes aprobarón la ley "STEM",
que hubiese concedido la Residencia Permanente a los inmigrantes que
tienen maestrías y doctorados en ciencia, tecnología, ingeniería o, matemáticas, obtenidos en Universidades
estadounidenses.
Pero ese proyecto de ley, aúnque en
consonancia con los deseos del propio Presidente, murió en el Senado
porque a fin de dejar espacio para los nuevos visados, hubiese
eliminado el "Programa de Diversidad".
El problema es que los demócratas estuvieron dispuestos a
negociar hasta con eso.
Y es que la generosidad hacia los extranjeros poco calificados no ha sido una característica de la ley
de inmigración estadounidense.
Creo que la pieza más pesada, es la cuestión de los trabajadores
temporeros.
Cada año, cientos de miles de personas
ingresan al país con visas de tiempo limitado para trabajar en hoteles, en
la construcción, en las fábricas y en las plantas de procesamiento
de alimentos, mismos que a menudo son sometidos a condiciones
laborales deplorables.
Muchos dicen que se debe a
que la estructura actual de los programas de trabajadores invitados
atan las visas a poder conseguir y mantener un trabajo, lo que los
hace legales sólo en la medida en que se "someten" a su
empleador.
La regla fundamental de ese juego, crea
una especie de esclavitud moderna y solapada.
Opino que esos programas deben ser reemplazados por un
sistema que ponga la propiedad de los visados en las manos de los
inmigrantes, no en las de los empleadores.
Por su parte, la Cámara de Comercio ha
dicho que "simplemente no hay suficientes estadounidenses que quieran ciertos puestos de trabajo" y que
las empresas requieren de una fuerza laboral contingente para cubrir las necesidades de mano de obra, por lo que todo se reduce a los puntos de vista de las empresas.
Por otro lado, durante años, los
conservadores han insistido en que no apoyarán una Reforma, a menos
que la "frontera este segura, que los inmigrantes que violan la ley
sean deportados y que los empleadores que contraten indocumentados
sean castigados".
Lo bueno es que los demócratas ya apoyan en gran
medidad esa ecuación.
La prueba es que Obama ha ampliado los programas de deportación, construido nuevos Centros de Detención de inmigrantes, y enviado a miles de Agentes de la Patrulla Fronteriza y de las tropas de la Guardia Nacional al suroeste.
La prueba es que Obama ha ampliado los programas de deportación, construido nuevos Centros de Detención de inmigrantes, y enviado a miles de Agentes de la Patrulla Fronteriza y de las tropas de la Guardia Nacional al suroeste.
Sin embargo, por lo menos hasta las
elecciones del 2012, los republicanos continuaban argumentando que
esas medidas coercitivas no han sido suficientes.
No olvidemos que en Agosto del año
pasado, la "plataforma" Republicana acusó al
gobierno de "socavar el imperio de la ley" y de haber
fallado en apoyar a los trabajadores y a los empleadores que desean
operar en el marco de la misma.
No estoy seguro de si el Gobierno de Obama
mantendrá su historial de realizar cientos de miles de
deportaciones, pero creo que veremos algunas disposiciones de penalización adicionales en las primeras propuestas legislativas formales.
La mayoría de los observadores
coinciden en que en las nuevas propuestas se debe incluir un sistema
obligatorio para que los empleadores puedan verificar el estatus
migratorio de los solicitantes de empleo, algo como el E-Verify.
Entiendo que más allá de ese tema, las
propuestas iniciales exigirán a todos los ciudadanos de Estados
Unidos y a todos los inmigrantes legales el obtener lo que se ha dado
en llamar una "tarjeta de identificación biométrica."
Además algunos legisladores progresistas desean una ley con mayor equidad en el proceso de
deportación y una mayor atención a las necesidades de las familias.
Mientras tanto, el "Comité Hispano del
Congreso" ya dió a conocer un conjunto de "principios básicos" que incluye demandas de que la
nueva ley proteja la unidad y la santidad de las familias, incluyendo
a las bi-nacionales, y a las del mismo sexo.
Por supuesto, los republicanos van a
dar una batalla en contra de la inclusión de beneficios migratorios para las parejas gays y
lesbianas.
Por otro lado, los auspiciadores de un programa comprensivo sabemos que cada vez más latinos y asiáticos, tienden a votar demócrata, por lo que los republicanos tienen motivos para preocuparse, gran obstaculo para el triunfo de la Reforma.
Y reconozco que existen Representantes republicanos como Phil Gingrey de Georgia, que han dicho que se oponen a "cualquier amnistía, de cualquier tipo".
Pero pienso que los grupos que respaldan la
reforma son más grandes y están mejor organizados que en el
pasado.
Y es que ahora los pro-inmigrantes contamos en
nuestras filas a casi todo el movimiento obrero estadounidense,
incluyendo la A.F.L.C.I.O, la Cámara de Comercio de Estados
Unidos, las organizaciones latinas sin fines de lucro y las
iglesias cristianas.
Los Representantes Republicanos del Congreso 113 podrán querer
empujar la legislación hacia la derecha, cosa que
los demócratas no estarán dispuestos a apoyar, por lo que me está claro que tenemos
una enorme lucha por delante.
Ojalá y este equivocado!