EFE
Ciudad del Vaticano
El Papa Benedicto XVI pidió hoy que en todas las partes del mundo se acoja a los migrantes y a los refugiados, para que tanto ellos como sus familias puedan tener una "existencia digna".
Papa Benedicto XVI |
"Que en todas partes, estas personas puedan ser acogidas y ayudadas para que tengan cada una de ellas, así como sus familias, una existencia digna. Como Jesús, permanezcamos cerca de quienes sufren y no tienen voz para hacerse escuchar. Él bendecirá cada gesto de caridad", dijo Benedicto XVI en francés durante su saludo a los peregrinos francófonos.
Ya en italiano, el papa, quien antes del Ángelus bautizó a veinte niños en la Capilla Sixtina del Vaticano, saludó a las comunidades católicas de migrantes presentes en esta nubosa mañana en Roma e incidió en que las migraciones pueden compararse con un "peregrinaje de fe y de esperanza".
"Quien deja su propia tierra lo hace porque espera un futuro mejor, pero lo hace también porque se fía de Dios, que guía los pasos del hombre, como Abraham. Y así los migrantes son portadores de fe y de esperanza en el mundo", apuntó.
En castellano, Benedicto XVI lanzó un saludo cordial a los peregrinos de lengua española desplazados este domingo hasta la Plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano, en particular a los provenientes de Badajoz (España).
"En este domingo del Bautismo de Nuestro Señor, con el que concluye el tiempo de Navidad, exhorto a todos a contemplar a Jesucristo, el hijo amado de Dios, su predilecto", afirmó el pontífice en castellano.
"Siguiendo su ejemplo y con la ayuda de su gracia -agregó-, seamos para los demás fuente de consuelo y esperanza, no teniendo otro deseo que ofrecer un testimonio sencillo y elocuente de generoso servicio, sin buscar jamás ser servidos. Así dejaremos a nuestro paso un luminoso rastro de bondad y misericordia".
Más allá de los niños que pudo bautizar este mismo domingo, Benedicto XVI quiso lanzar su bendición para todos los recién nacidos del mundo e invitó a todos los fieles católicos a recordar su bautizo como "renacimiento espiritual que nos abrió al camino de la vida eterna".