Por Aníbal E. Melo
Siempre que hay un tema de noticia en el tapete, busco la conexión con la causa pro-inmigrante, por lo que en estos momentos me pregunto: ¿Tiene algo que ver con inmigración la polémica sobre la reforma de salud en la Corte Suprema de Justicia?
A mi modo de ver, si existe una conexión entre el enfoque de la administración Obama para lograr la reforma de salud y el tema de la inmigración.
Siempre que hay un tema de noticia en el tapete, busco la conexión con la causa pro-inmigrante, por lo que en estos momentos me pregunto: ¿Tiene algo que ver con inmigración la polémica sobre la reforma de salud en la Corte Suprema de Justicia?
A mi modo de ver, si existe una conexión entre el enfoque de la administración Obama para lograr la reforma de salud y el tema de la inmigración.
Con respecto a la reforma
sanitaria, Obama presto oídos sordos a los demócratas liberales que
apoyaban el "sistema de pago único". En su lugar, optó
por el Caballo de Troya republicano del "sistema de mandato
obligatorio".
Digo Caballo de Troya, porque las promesas de apoyo republicano a la reforma de salud si se aceptaba la idea del mandato obligatorio sólo resultó en ilusión, ya que ningún republicano votó en favor del proyecto final, lo que produjo una ley de salud abierta a ser atacada cómo inconstitucional.
Ahora, estamos presenciando el resultado del error de Obama en no defender sus principios y apoyar el sistema de pago único, que, como afirmó el juez Kennedy durante la vista oral sobre la reforma del cuidado de la salud, habría sido mucho más difícil de ser atacado por razones constitucionales.
Digo Caballo de Troya, porque las promesas de apoyo republicano a la reforma de salud si se aceptaba la idea del mandato obligatorio sólo resultó en ilusión, ya que ningún republicano votó en favor del proyecto final, lo que produjo una ley de salud abierta a ser atacada cómo inconstitucional.
Ahora, estamos presenciando el resultado del error de Obama en no defender sus principios y apoyar el sistema de pago único, que, como afirmó el juez Kennedy durante la vista oral sobre la reforma del cuidado de la salud, habría sido mucho más difícil de ser atacado por razones constitucionales.
A causa del fracaso de Obama en
defender la mejor solución de todas, la ley de salud completa puede
muy probablemente ser eliminada por el Tribunal Supremo.
Así, en materia de la reforma de
inmigración, Obama ha tratado de comprometer a personas para las
cuales no existe la palabra compromiso.
Él ha deportado a 400,000 personas por
año, la mayoría de ellos buenos y decentes trabajadores, que no
representan amenaza para la sociedad.
¿Cuántos votantes republicanos o
independientes apoyarán a Obama en noviembre debido a esto? Creo
que muy pocos.
Sin embargo, muchos de los votantes latinos y de otras minorías, cuyo apoyo debe tener con el fin de ser reelecto se quedarán en sus casas, o incluso votaran por los republicanos en la teoría de que un diablo demócrata que engaña es peor que un diablo republicano que al menos dice la verdad acerca de lo que tiene en su mente.
Sin embargo, muchos de los votantes latinos y de otras minorías, cuyo apoyo debe tener con el fin de ser reelecto se quedarán en sus casas, o incluso votaran por los republicanos en la teoría de que un diablo demócrata que engaña es peor que un diablo republicano que al menos dice la verdad acerca de lo que tiene en su mente.
La cobardía y la conveniencia de Obama
no sólo son moralmente malas, sino incluso peores
políticamente.
Recuerdo que el tema de la reforma de inmigración jugó un papel clave en el debate sobre la reforma de salud.
En concreto, el Caucus Hispano, dirigido por el congresista Luis Gutiérrez (D-Ill), amenazó con retirar su voto en favor de la reforma de salud debido a que contenía disposiciones xenófobas contra los inmigrantes.
Sus palabras exactas fueron: "Me resulta muy difícil si no imposible votar en favor de cualquier medida que niegue la atención de salud a los trabajadores indocumentados que compren sus coberturas con su propio dinero."
Este buen congresista, en última instancia, comprometió su apoyo a la legislación sanitaria a cambio de una promesa vacía (y ahora no funcional) del Presidente, de que él se ocuparía de manera significativa de la reforma migratoria.
Recuerdo que el tema de la reforma de inmigración jugó un papel clave en el debate sobre la reforma de salud.
En concreto, el Caucus Hispano, dirigido por el congresista Luis Gutiérrez (D-Ill), amenazó con retirar su voto en favor de la reforma de salud debido a que contenía disposiciones xenófobas contra los inmigrantes.
Sus palabras exactas fueron: "Me resulta muy difícil si no imposible votar en favor de cualquier medida que niegue la atención de salud a los trabajadores indocumentados que compren sus coberturas con su propio dinero."
Este buen congresista, en última instancia, comprometió su apoyo a la legislación sanitaria a cambio de una promesa vacía (y ahora no funcional) del Presidente, de que él se ocuparía de manera significativa de la reforma migratoria.
En este sentido, todos los que apoyamos la reforma migratoria fuimos engañados, ya que renunciamos de buena fe a la única carta de negociación legítima que teniamos para forzarle la mano al Presidente y que él efectuase verdaderos esfuerzos en pro de una reforma integral del sistema migratorio.
Luego, en una sesión durante el receso del Senado, cinco demócratas entorpecieron el DREAM Act: Kay Hagan de Carolina del Norte, Mark Pryor de Arkansas, Ben Nelson de Nebraska y los demócratas de Montana, Jon Tester y Max Baucus.
Para colmo de males, el Senador Joe Manchin (D-WV) pasó por alto el voto de clausura del DREAM Act para asistir a una fiesta de Navidad.
Y el Presidente no hizo nada.
Esta era la última oportunidad que los demócratas tenían para lograr una reforma migratoria en el Congreso, y ni siquiera pudieron unificar a sus miembros sobre algo tan positivo como la Ley DREAM.
Ciertamente el Presidente si reunió
sus votos para la reforma del cuidado de la salud, sin embargo, lo
hizo engañando y robandole los votos al caucus pro reforma
migratoria.