domingo, 4 de marzo de 2012

Calificación de Grado Para Obama Y Para Mitt Romney

                                                                                                         
Por Aníbal E. Melo

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Mitt Romney se ha movido cada vez más hacia la franja de la extrema derecha política, por lo que su esquema para resolver el desorden actual de inmigración es la expulsión masiva o la fantasía de librar al país de los 11 millones de inmigrantes no autorizados, haciendo sus vidas insoportables.

La clave de su dura visión es "la auto-deportación".

En general se acepta que el arresto y la expulsión de tantos millones de personas sería imposible, pero esa ilusión se ha reemplazado con otra: Que a la gente se le puede llegar a hacer bastante desgraciados y que se vayan por su cuenta.

Romney aceptó este esquema de uno de sus asesores de campaña, Kris Kobach, autor intelectual de una serie de medidas de represión que buscan maltratar y humillar a los inmigrantes no autorizados no sólo para que no puedan trabajar, que no puedan conducir, alquilar o calentar sus casas, sino que tengan miedo de llevar a sus niños a las escuelas o al médico.

En los estados donde "la auto-deportación" es la política oficial, los resultados han sido deplorables.

En Arizona, el sheriff Joe Arpaio del Condado de Maricopa barre los barrios hispanos con detenciones masivas, y la gente tiene miedo de salir de sus casas.

En Alabama, los trabajadores del campo y de la construcción han huido por millares; y las personas víctimas de los tornados tienen miedo de ir a los refugios.

Estas leyes secuestran la responsabilidad del gobierno federal en materia de inmigración y han causado una situación de emergencia respecto de los derechos civiles, pero la respuesta de Romney ha sido la de condenar al Departamento de Justicia por luchar contra ellas en los tribunales.

Tradicionalmente, el juego de las primarias en ambos partidos es conquistar a las bases, y luego tratar de girar hacia la moderación para triunfar en la elección general.

Es difícil ver cómo Mitt, como candidato republicano podría hacer esto, ahora que ya ha dicho tanto sobre su odio contra los inmigrantes.

Por su posición abiertamente anti-inmigrante, a Romney le doy una nota de F.

Por su parte a Obama, que dice que desea combinar el difícil control fronterizo, la aplicación de las leyes en los lugares de trabajo, la creación de una ruta de legalización, con un flujo futuro bien diseñado para traer trabajadores legalmente.

Pero debido a que él ha empujado las deportaciones a niveles récord, mientras no existe una reforma migratoria humana, y a que todavía no ha conseguido que sus agencias actuen de una manera consistente con su retórica dejando muchas opciones sobre la mesa que hay que resolver, al Presidente le hago una crítica agridulce, y le doy una nota de C.