viernes, 2 de marzo de 2012

Romney y el Fin de La Inmigración Como la Conocemos

                                                                                                         
Por Aníbal E. Melo

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En la noche del martes 28 de febrero, Willard "Mitt" Romney logro una estrecha victoria en Michigan su estado natal, ganando el 41 por ciento de los votos emitidos, contra el 37% de Rick Santorum.

Por su parte, Newt Gingrich, cuya candidatura se ha mantenido viva únicamente por el dinero del multimillonario Sheldon Adelson, obtuvo un 7% de los votos.

Los expertocratas se han apresurado a saludar esta pirrica victoria de Romney en el estado donde nació y donde su padre fue gobernador como un gran logro, que pone el "impulso" de vuelta en sus manos y lo confirma como el candidato "inevitable" de la nominación republicana.

Pero cuando se suman los votos de Santorum y Gingrich, Mitt pierde por tres puntos porcentuales, 44 a 41 (sin contar el 12% de Ron Paul), y queda claro que a la mayoría de los republicanos, no les gusta o no confian en Romney.

La estrecha victoria de Romney es aún más precaria si se tiene en cuenta que sus dos principales oponentes, con sus extraños pronunciamientos, lograron desafiar la cordura de los votantes.

Santorum, sobre todo, hizo hasta lo imposible para lograr caerle mal a las mujeres, a los moderados y a los miembros del sector educación.

Gingrich, por su lado, con su pronunciamiento sobre la cuestión de la base lunar, se posicionó, como la persona más "transformadora" del planeta.

Sin embargo, a pesar de que la victoria de Romney en Michigan no fue impresionante, y suponiendo que la mayoría de los medios de comunicación están en lo cierto al concluir que ahora él es el candidato "inevitable" para competir contra el Presidente Obama en el otoño, ¿qué significaría esto para la inmigración?

La respuesta es que el futuro de la inmigración como la conocemos en los Estados Unidos estaría en un peligro muy grave.

Romney ha prometido que en el primer día de su presidencia, ordenaría al Departamento de Justicia el retirar las demandas que buscan bloquear las duras leyes anti-inmigrantes en Arizona, Alabama y en otros estados, mismas que han creado una ola de persecución contra los hispanos y otras minorias.

La base del sistema de inmigración de Estados Unidos siempre ha estado basada en la doctrina de que la inmigración es un asunto federal, y en que sólo hay una ley de inmigración para todo el país, pero si Romney gana, habría por lo menos 50 leyes de inmigración (además de la federal), cada una más draconiana y confusa que la otra (por no hablar de posiblemente cientos de ordenanzas locales).

¿No ha habido bastantes problemas ya, con la ley que tenemos?

¿Cómo podría un extranjero estar seguro de que esta en cumplimiento del laberinto de todas las diversas leyes de inmigración?

¿Qué no ciudadano de Estados Unidos podría sentirse seguro, incluso durante sus breves visitas?

Los ciudadanos estadounidenses, especialmente los que "lucen" extranjeros o los que hablan el Inglés con acento, también serían "gravemente" (para usar una de las palabras favoritas de Romney) afectados.

El potencial de Romney para destruir el sistema de inmigración, fue muy bien subrayado por su victoria en Arizona, con el respaldo de la Gobernadora Jan Brewer, que se ha convertido en un símbolo del odio hacia los inmigrantes.

Pienso, que con su recuperado "favoritismo", y con su multimillonario fondo de campaña, Mitt Romney es un peligro claro y presente para todos los inmigrantes de Estados Unidos.