Por Aníbal E. Melo
Donald Trump comenzó su Campaña Presidencial, acusando a los
inmigrantes mexicanos que cruzan la frontera de ser criminales y violadores.
Hizó lo mismo durante su discurso de aceptación de la
nominación republicana.
Trump dijo que en Estados Unidos hay "cerca de 180,000
personas con antecedentes penales que han sido ordenados deportados, pero que
se encuentran vagando libres, lo que amenaza a los ciudadanos pacíficos".
Y mientras que cada uno de los candidatos republicanos
anteriores a él han hablado en términos muy positivos sobre los inmigrantes en
general, Trump solamente hace hincapié en los aspectos más oscuros de la
inmigración, jugando asi con los temores
que tienen muchos nativos de que todos los inmigrantes son una amenaza para el
pueblo estadounidense.
Esto a pesar del hecho de que multiples Estudios han
demostrado que los recién llegados son menos propensos a cometer crímenes que
la población nativa.
Incluso aunque los inmigrantes cometen delitos en menor
proporción que los americanos, siempre y cuando no se hayan convertido en
ciudadanos, pagan una sanción superior a la de los nativos que cometen el mismo
tipo de delito.
Y es que luego de ser castigados por el Sistema de Justicia
Criminal, es muy probable que después los inmigrantes tengan que enfrentar una
Deportación.
Parecería justo que una vez que una persona ha sido
castigada y haya cumplido, no debería tener que pagar ninguna sanción
adicional.
Pero por desgracia, ese no es el caso de los no-ciudadanos.
Incluso un inmigrante legal de largo plazo, poseedor de una
Tarjeta Verde, puede verse involucrado en un proceso de deportación tras
cumplir una condena.
Y es que una Sentencia que puede ser relativamente
intrascendente en el marco del Sistema de Justicia Criminal para un Ciudadano,
puede ser de grandes consecuencias para un inmigrante.
Por ejemplo:
Un inmigrante que ha sido condenado por un delito menor de
robo, que recibió una sentencia suspendida de un año, es considerado como haber
sido condenado por un delito grave para los fines de inmigración.
Y cuando un inmigrante es culpable de un Delito Agravado,
tiene menos oportunidades de defenderse en un procedimiento de expulsion.
Así que cuando Trump habla sobre “inmigrantes con
antecedentes penales en libertad”, busca estereotipar y deshumanizar a todos.
Algunos de esos inmigrantes que pueden haber cometido
delitos menores tales como conducir sin permiso, son beneficiarios de la
Discreción Procesal porque tienen familiares que son ciudadanos de los Estados
Unidos.
Por otro lado, un porcentaje significativo de esos crímenes
implican violaciónes civiles de inmigración, o delitos no violentos, y por lo
tanto es claramente falso el sugerir que son una "amenaza para los ciudadanos pacíficos".
Hay que recordar que incluso el Tribunal Supremo de Estados
Unidos ha reconocido que un no ciudadano con una Orden de Expulsión no puede
ser indefinidamente detenido.
En el caso “Zadvydas Vs. Davis”, por ejemplo, el Tribunal
Supremo sostuvo que es inconstitucional detener indefinidamente a una persona
no ciudadana que tenga una Orden de Deportación más allá de un período de seis
meses.
POr otro lado, muchas de las personas que se encuentran en el grupo que
Trump ha demonizado, aunque pueden tener órdenes de deportación, están bajo
proceso judicial, por lo que ICE decide que no tiene sentido mantenerlos
encerrados indefinidamente mientras se resuelve, por ejemplo, una Petición de
Revisión.
Otra posibilidad es que en algunos casos el
"antecedente penal" es un delito menor no violento, que no convierte
a la persona en prioridad para la deportación.
Trump también podría haber estado hablandp de personas a las
que un Juez de Inmigración les ha ordenado irse, pero que tienen pendiente una
Apelación ante la Junta de Apelaciones de Inmigración, y que están en Libertad
Bajo Fianza.
Esta es una nación conformada por millones de inmigrantes,
por lo que es inevitable que un pequeño grupo cometa delitos mayores y menores.
Un estudiante universitario que es inmigrante, por ejemplo,
y que es condenado por posesión de marihuana (fuera de Colorado, por supuesto),
cuando viaja al exterior y regresa, puede ser declarado inadmisible y puesto en
Deportación.
Pero no es justo el demonizarlo y tildárlo de ser un
"extranjero criminal" y una amenaza para los "ciudadanos
pacíficos."
Los inmigrantes deberían enfrentar la misma pena que un
Ciudadano cuando son declarados culpables de un delito similar.
Y si el propósito del “castigo” es la Reforma, y este es
suficiente para un Ciudadano, no hay necesidad de someter a los no ciudadanos a
pagar penas draconianas adicionales como una expulsión permanente de América.
Por último, y haciendo gala de un gran estilo demagógico,
Trump sólo se centra en las angustias y los temores causados por algunos
inmigrantes.
Y ha hecho escasa mención de sus logros y cómo han
beneficiado a América en todas las esferas.
¿Dónde esta el hecho de que Estados Unidos es un país
bondadoso?
O de que América sigue siendo buena y compasiva -
especialmente respecto de los inmigrantes que tienen lazos profundos y sus
familias aquí, y que aunque han cometido un crimen, se han rehabilitado por
completo después de cumplir sus condenas.
Si bien Trump puede haber avivado con éxito los temores de
muchas personas, también ha conseguido galvanizar a muchas otras para votar
contra él.
Y así, sin Trump, Estados Unidos podrá seguir siendo un país
generoso, optimista y acogedor.