jueves, 12 de diciembre de 2013

Reflexiones Generales De Final Del Año

Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com

La semana pasada, el Presidente Obama pronunció uno de los discursos más importantes de su presidencia, en el que habló sobre el "creciente déficit de oportunidades" del país.

Fue el discurso más enfocado del Presidente sobre la "desigualdad de ingresos" hasta la fecha.

Pero para muchos de nosotros, no fue lo suficientemente lejos, ya que verdaderamente no reconoció hasta dónde ha caído la nación.

Ya es hora de que digamos la verdad de lo que está aconteciendo: Estados Unidos se está pareciendo cada vez más a una nación del tercer mundo.

América se ha convertido en un RINO: Rica en NOmbre ...únicamente!

Si vemos todas las estadísticas económicas, ahora Estados Unidos se parece mucho a lo que los estadounidenses llaman Repúblicas Bananeras. Veamos:

Ni una sola ciudad de los Estados Unidos está incluida entre las 10 más habitables del planeta.

Sólo uno de los Aeropuertos es parte de la lista de los 100 mejores del mundo.

Las carreteras, escuelas y puentes se caen a pedazos, y hasta los trenes - ninguno de ellos de alta velocidad - se salen de sus rieles.

Los estudiantes estadounidenses de secundaria están valorados en 30avo lugar en matemáticas.

Y 30 países del mundo tienen una mayor esperanza de vida y tasas más bajas de mortalidad infantil que los Estados Unidos.

En las únicas cosas en que Estados Unidos es el número uno en estos días es en el número de ciudadanos presos por habitante y en el número de adultos con diabetes.

Tres décadas de mal manejo de la economía, monopolización, desregulación de la industria, y destrucción de las protecciones de los trabajadores han dado lugar a que haya 50 millones de estadounidenses que viven en la extrema pobreza, mientras que unas 400 familias son dueñas de más de la mitad de la riqueza de la nación.

Por otro lado, el sentido de la "inseguridad alimentaria" está más a la par con los de países pobres como Indonesia y Tanzania que con naciones desarrolladas como Australia y Canadá.

De hecho, el porcentaje de estadounidenses que dicen que no pueden pagar por todos sus alimentos, es tres veces mayor que el de Alemania, y más del doble que el de Italia y Canadá.

La destrucción de los puestos de mano de obra ha sido tan agresiva y completa que otras naciones ostentan ahora los puestos de trabajo de millones de estadounidenses.

Y por si todo eso no fuese poco, la mayoría de los trabajadores, no pueden sindicalizarse.

Muchos empleadores, se han pasado las últimas cuatro décadas desviando sistemáticamente los trabajos hacia el exterior para pagar bajos salarios, e inhibiendo el derecho de los trabajadores locales a sindicalizarse y organizarse.

El tema del salario es particularmente escándaloso.

En Suecia, por ejemplo, el salario mínimo es de $19 por hora y los trabajadores disfrutan de un mínimo de cinco semanas pagadas de vacaciones todos los años.

En Estados Unidos el salario mínimo es de alrededor de $7 la hora y los trabajadores tienen menos de 12 días de vacaciones anuales, muchas no pagadas.

Así que ¿adivinen qué?

Empresas como IKEA han construida fábricas en Virginia.

Volkswagen ha construido otra en Tennessee.

Hyundai, KIA, BMW, Honda, y Toyota han abierto factorías en los Estados del Sur para tomar ventaja de la última fuente de mano de obra barata que existe hoy en el mundo desarrollado.

Y recordemos, que los beneficios generados por esas empresas extranjeras van a estimular sus economías, en lugar de la de Estados Unidos.

Así que es "triste" cuando los ultra conservadores culpan de la quiebra del país a las políticas liberales, porque nada podría estar más lejos de la verdad.

Estamos camino a la quiebra, gracias en parte, al modelo de negocios promovido por extremistas de derecha, que han convertido a mucho del país en una República Bananera.

El problema es que con ese modelo de negocios una parte de la nación se ve obligada a competir con la otra, estableciendo salarios bajos, bajas tasas de impuestos corporativos y de propiedad, baja protección al medio ambiente y protegiendo poco o nada los derechos de los trabajadores.

Todo eso se ha traducido en "migración" interna de la industria y del empleo, lo que provoca a su vez, una reducción de los ingresos fiscales de muchos Estados.

Parece que estamos participando en una carrera en espiral, rápida y furiosa, hacia la muerte económica.

Pero el mencionado brillante discurso de Obama claramente representa una alerta para toda América.

No es sólo que la clase media está cada vez más pobre, sino que la movilidad ascendente se está convirtiendo en casi imposible de alcanzar.

En un momento en que Estados Unidos debería invertir en el futuro, está metido en la debacle: "secuestro económico" y "cierre del gobierno".

Parte de lo que acontece, se debe a que muchos miembros racistas del Congreso prefieren destruir la economía del país antes que ver a un Presidente negro tener éxito.

Por otro lado, aumentar los ingresos va en contra de la estrategia pro-corporativa de la extrema derecha conservadora y de "matar de hambre a la bestia", es decir, privar al Gobierno Federal de los ingresos necesarios, para luego utilizar los déficits presupuestales, intencionalmente creados, como excusa para recortar programas tales como el Seguro Social, el Medicare, y bloquear ObamaCare.

Parece que las "prioridades nacionales" han sido tiradas por el inodoro junto a los ciudadanos más pobres.

En el Siglo 20, la inversión pública fue clave para la prosperidad de los Estados Unidos, y fue considerada como parte básica del "contrato social".

Como casi todo el mundo sabe, en aquellos días, los ciudadanos pagaban sus impuestos para financiar iniciativas que al sector privado no le interesa financiar.

En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el país invirtió grandes sumas de dinero en construir carreteras inter-estatales, que fueron ampliamente consideradas las mejores del mundo, mientras que la investigación en laboratorios gubernamentales bien financiados llevó a inventos tales como el Internet.

Lo resultante fue el nacimiento de muchas Universidades, y de una clase trabajadora de primera, que luego alimentó la revolución tecnológica que creó un sector privado robusto.

Ahora América está en necesidad urgente de muchas inversiones significativas, y como dijo Obama: "Nos hemos quedado atascados en un debate añejo. El déficit cada vez mayor de oportunidades es una mayor amenaza para nuestro futuro que el "déficit fiscal".

Esa es una gran verdad.

La otra, es el modelo económico de la ultra-derecha.

En mi opinión, y entre otras cosas, Estados Unidos necesita elevar el salario mínimo, hacer mas adsequible el acceso a las Universidades, imponer mayores impuestos a las corporaciones y a los ricos, proteger a la fuerza laboral, los pactos colectivos de trabajo y realizar la Reforma Migratoria, para sacar de las sombras a millones de trabajadores, y atraer a los más brillantes profesionales del mundo.

Esas y otras medidas ayudarán a restaurar a la otrora América, cuya clase media era la envidia del mundo, y cuyos habitantes se encontraban entre los más felices y más saludables del planeta. 

Amén!