jueves, 19 de diciembre de 2013

La Luna De Miel Se Ha Terminado

Aníbal E. Melo
http: // www. AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com


En la medida en que Barack Obama entra en su sexto año en la Casa Blanca, su popularidad se ha desgastado.

Después de ganar dos elecciones, este Presidente recibe golpes hasta de su propio Partido.

Con una aprobación por debajo del 43%, su esperanza es poder evitar la humillación en la ronda de elecciones del próximo año.

Muchos de sus opositores dicen que el Presidente fracasó, pero los expertos en historia de la política opinan que lo que sucede con la popularidad de Obama era algo bien previsible.

Cuando uno estudia a los Presidentes que inician segundos términos, es difícil no darse cuenta de que casi todos empiezan su mandato final con el pie izquierdo, políticamente hablando.

Y es que en general, en ese momento hay una fatiga psicológica, física, y emocional con los gobernantes entre la gente.

La situación actual en la que se encuentra Obama, es familiar para la mayoría de los presidentes: Una cansada carrera de reelección, seguida por una rápida merma de popularidad personal, debido en parte a una lucha contra un Congreso no cooperador, y por los pasos en falso dados por ellos mismos.

El daño para su Partido en las siguientes elecciones parlamentarias es prácticamente seguro, dice la historia.

Y lo que le queda al Presidente de turno, es tratar de mitigar el mal.

Desde el 1918, cuando Woodrow Wilson era el comandante en jefe, el Partido que ocupa la Casa Blanca pierde asientos en la Casa de Representantes en las elecciones celebradas en el sexto año.

Y es que el apoyo logrado durante la campaña de reelección, se le desmorona muy rápidamente.

Eso podemos verlo en un sondeo de Gallup realizado el 1 de diciembre de los corrientes,donde la aprobación de Obama se colocó en un 41%, con un enorme 52 por ciento que lo desaprueba.

Él lucha con un electorado que no es feliz ni con el Congreso, ni con la manera en la que él ha manejado los problemas, verdaderos o supuestos, de ObamaCare.

Entre otras cosas, pienso que Obama debería de ensanchar su red de consejeros, y no encajonarse dentro de un grupo estrecho con el cual él se sienta cómodo.

Por otro lado, ahora que ya no se encuentra en crisis, ni con la ley de asistencia médica, ni con el presupuesto, el Presidente debería dedicar su atención a tratar de corregir las enormes desigualdades de ingresos entre los trabajadores, y ponerle un mayor enfoque a resolver lo de la Reforma de Inmigración, dos cuestiones que tanto pesan al momento de evaluar su desempeño total.

Creo que debería redoblar sus esfuerzos para promulgar el primer aumento de salario mínimo desde el 2009, y ampliar el acceso a la educación infantil temprana.

También debería moverse agresivamente y ejercer su autoridad ejecutiva, en particular en los temas del clima, y de los indocumentados.

Los demócratas reconocen que las esperanzas de poder recobrar la Casa de Representantes se han atenuado, pero perder docenas de asientos en ese cuerpo legislativo, o el control del Senado es muy improbable, en particular después de que en la ronda de "Redistribución del Congreso" cada Partido blindó a la gran mayoría de sus miembros.

Lo bueno para Obama es que tendrá un tema principal para tratar de darle una paliza a los Republicanos en el 2014: El impopular "cierre" del Gobierno Federal y el haber jugado con la solvencia financiera de la nación.

Finalmente, gracias a Tweeter, Facebook y otras tecnologías, el ambiente de noticias políticas es también muy diferente ahora que hace unos años atras.

Mientras ObamaCare domina los titulares ahora, podría ser noticia vieja en solamente 11 meses. 

Y es que a los ciclos de noticias cargados de hoy, la gente le pone poca atención y le presta muy poca memoria.