lunes, 5 de noviembre de 2012

Reflexiones Electorales

                                   
Por Aníbal E. Melo
AnibalMelo@Yahoo.com


Magnánima y arcaica, visionaria e impura, fascinante y ruidosa en sus promesas, desconcertante e ilusoria en su entrega, son las principales caracteristicas del desfile caótico de las elecciones estadounidenses que alcanza en el 2012 su clímax febril el martes 6 de noviembre con la selección de un líder que plausiblemente podrá decir que ha obtenido el consentimiento de sus gobernados.

El actual inquilino de la Casa Blanca, el Presidente Barack Obama espera que se le dará un nuevo mandato de cuatro años para "terminar lo que empezamos en el 2008".

Su principal rival, el candidato del Partido Republicano Mitt Romney, dice que Obama ha hecho un toyo tan colosal que sólo un líder - como él - puede limpiar.

También hay otros cuatro candidatos presidenciales - Jill Stein del Partido Verde, Gary Johnson del Partido Libertario, Virgil Goode del Partido Constitucional y Rocky Anderson del Partido de la Justicia, mismos que han recibido cero atención de los medios nacionales ya que se considera que no tienen ninguna posibilidad de ganar.

El martes, decenas de millones de votantes irán a miles de centros de votación de todo el país para presionar botones de computadoras o marcar boletas de papel y expresar su voluntad de que quieren ver designado como Presidente a su líder.

Al mismo tiempo, un poco más de la mitad de los aproximadamente 207 millones de votantes elegibles de Estados Unidos tendrán que tomar decisiones sobre numerosas cuestiones electorales, que van desde la elección de legisladores y jueces, hasta decidir si la marihuana y el matrimonio del mismo sexo deberían ser legales o si a las corporaciones ricas se les debería permitir gastar cantidades ilimitadas de dinero en favor de ciertos candidatos.

La empresa parece enorme y hay mucho en juego, al menos en teoría.

Están en juego cuestiones de política pública, la personalidad y el carácter nacional, la moral, los valores sociales y los dilemas más básicas de la condición humana.

En el sistema político de Estados Unidos, se ofrece un terreno amplio y fértil para la difusión pública sin restricciones de todo tipo de ideas, pero sus críticos afirman, que no hace nada de eso y, que de hecho, incluso activamente desalienta el pensamiento verdaderamente libre.

Muchos críticos esencialmente dicen que las elecciones son un método para marginar a la población, ya que cada cuatro años se monta una enorme propaganda para lograr que la gente se centre en ciertas personas y piensen, que eso es la política.

Otros apuntan al papel preponderante de la financiación privada del proceso electoral, y a la supervisión del proceso de votación por parte de funcionarios electos, como algunos de los elementos que conspiran para mantener a la gente alejadas de la política.

Pienso que la clase política, siempre le teme a una ciudadanía verdaderamente comprometida.

Cualquiera que haya visto cómo las elecciones se realizan fuera de los Estados Unidos sabe sobre que pilares fundamentales se sustenta el sistema electoral del país, y ... puede darse cuenta de que el proceso ya no está a la altura de los estándares del siglo 21.

Incluso los debates televisados entre los "principales candidatos", frecuentemente presentados como prueba de la transparencia del proceso político, en realidad no son más que conferencias de prensa glorificadas, ya que los moderadores le lanzan preguntas tipo bolas de softbol a los candidatos que tienen la oportunidad de responder con respuestas perfectamente ensayadas.

Los más acérrimos defensores del proceso electoral estadounidense admiten que no siempre protege los intereses de los votantes, pero argumentan que a pesar de los defectos, que van desde la existencia de listas de votantes salvajemente distorsionadas, hasta serios problemas en el conteo de los votos, sigue siendo lo más efectivo a usar, para que la gente pueda elegir a sus líderes.

El proceso del martes es vulnerable al engaño y a la opresión, desgarrado por defectos e injusticias, complicado, opaco y confuso para muchos, sin embargo, funciona.

Durante los pasados meses, Obama y Romney nos han presentado una visión contrastante del futuro con discursos estridentes y enojados, y sin embargo, el 7 de noviembre, uno de ellos le va a conceder al otro el derecho a gobernar.

Esta creo, es la esencia del proceso político estadounidense - hombres y mujeres libres, colectivamente resueltos a resolver los problemas nacionales a través de la deliberación y del debate.

Se trata de cómo una sociedad dividida, logra gobernarse sin llegar a caer en la violencia excesiva.