La apaleada del Presidente Barack Obama a Mitt Romney, ha expuesto las fallas flagrantes y estructurales del Partido Republicano que le cierran las puertas de la Casa Blanca por lo menos hasta que encuentren una manera de apelar al rápido cambio demográfico pro-latino de los Estados Unidos.
Luchando contra una economía debil y contra una oposición profundamente motivada, Obama se las arregló para conservar gran parte de su apoyo del año 2008 debido a las grandes deficiencias del Partido Republicano respecto de los nuevos votantes que están cambiando el rostro político de la nación.
Los republicanos enfrentan la crisis de lidiar con un país cada vez menos blanco, con una coalición que se ha vuelto blanca casi por completo.
En el 2004, George W. Bush ganó el 44% de los hispanos.
Cuatro años más tarde, John McCain, se llevó el 31% de los hispanos.
Este año, Romney capturó sólo el 27% de los hispanos.
Pienso que el movimiento conservador estadounidense debe de crear atractivos especiales dirigidos a la gente de las comunidades minoritarias e inmigrantes que luchan por sobrevivir.
Pero, el problema del Partido Republicano es más que enfrentar a un nuevo bloque de votantes.
Ayer, los Republicanos fueron golpeados por las mujeres, por las minorías y por los votantes jóvenes, y mientras que se encuentran con problemas estructurales, a Romney no se le debe completamente absolver de responsabilidad por el reflujo de su partido.
Corrió hacia la extrema derecha en temas como la inmigración y el reproductivo durante las primarias del Partido Republicano y sólo torpemente intentó moverse hacia el centro en el otoño.
Romney, persona con talante de los años 50, estuvo cómicamente lejos del gusto de los estadounidenses que tienen entre 20 y 30 años de edad.
Nunca intentó distanciarse de verdad o desafiar a un Partido Republicano que todavía recuerda las heridas dejadas por Bush.
Por su parte, la creciente población de minorías es algo que se cierne como sombra sobre los republicanos y es más grande aun, que tener a un mal candidato.
No hay que ver más que a la Florida, campo de batalla que por lo general escoge a los ganadores de la Casa Blanca.
Obama ganó allí por sólo 2½ puntos porcentuales en el 2008, pero de alguna forma encontró la manera de ganar ahora de nuevo, a pesar del alto desempleo estatal de un 8.7%.
¿Por qué?
¿Por qué?
En parte porque ahora hay 190,000 más hispanos y 50,000 más afroamericanos en ese estado que los que había en el 2008.
Los hispanos seguimos creciendo en importancia, y el Partido Republicano necesita abrazarnos por dos razones: Es simplemente lo que hay que hacer, y es obligatorio demográficamente si van a evitar más decepciones en las futuras carreras presidenciales.
Por último, tenemos los fallos de Romney en Ohio, un estado compuesto por la clase de votantes blancos que constituyen la base republicana.
En Ohio, Obama ganó un crucial 3% entre los votantes blancos.
En ninguna parte más que en ese Estado se refleja mejor el ejemplo de las debilidades personales de Romney y de sus pasos en falso como candidato, ya que su derrota en Ohio no puede ser atribuida a una nueva demografía.
Pienso que en la primera elección presidencial desde la "Gran Recesión del 2008", un multimillonario que se hizo rico como un artista de los negocios de Wall Street corrriendo para la presidencia de los Estados Unidos parece un tremendo error.
Más allá de su hoja de vida, y de sus pifias verbales, nada hizo más daño a Romney que su estampada imagen de favorecedor de la clase rica y de que verdaderamente desprecia al 47% de los estadounidenses que no pagan impuestos sobre la renta.
No hay dudas de que tanto el antecedente empresarial de Mitt Romney, como su propia personalidad, le hicieron especialmente vulnerable.
Romney, un niño privilegiado que se enriqueció personalmente utilizando los contactos de su familia y a Wall street, es a mi juicio, un candidato muy difícil de vender y creo un verdadero regalo para Obama y para los demócratas.
Pero su imagen de tipo socialmente torpe que, supuestamente, no puede relacionarse con la gente normal, le hizo un candidato insostenible.
Más sorprendente, incluso para los miembros de su propia familia, fue que Romney no hizo ningún esfuerzo real para demostrar su lado humano hasta después del primer debate, y en ese momento una caricatura de él ya había sido grabada en piedra en la mente de la gente.
Sus desafíos inherentes, se vieron agravados por los errores de la campaña.
El equipo de Romney nunca tuvo una estrategia para explicar su trabajo en "Bain Capital", o su oposición al plan de rescate automotriz de Obama.
Sabían que iban a venir, pero no tenían ningún plan cuando los ataques de la campaña de Obama llovieron sobre él durante todo el verano.
Y por último pero no menos importante, no fue sino hasta la última semana de la campaña, arrastrandose constantemente en todas las encuestas de Ohio, que Romney, hizo una jugada desesperada para tratar el tema de los autos.
Un anuncio de Romney, que indicaba que se habían mudado puestos de trabajo de los Jeeps hacia China, provocó una condena mordaz de los mismos fabricantes de automóviles.
Podemos señalar que dicho anuncio fue uno de sus mayores errores.
¿Por qué Romney perdió?
Porque el partido Republicano es demasiado viejo, demasiado blanco y demasiado masculino y por no haber encontrado la manera de ponerse al día con la demografía del país antes de que fuese demasiado tarde.
Ah!, y recordemos que el noroeste de Ohio, es el mundo de los automóviles.