martes, 27 de noviembre de 2012

Algunas Reflexiones Políticas


Por Aníbal E. Melo
AnibalMelo@Yahoo.com


La visión nostálgica de una América llena de lindos jardines suburbanos, de familias blancas autosuficientes y comunidades que sólo hablan Inglés fue enterrada en las pasadas elecciones.

Para ser más exacto, hemos estado presenciando su muerte desde que Al Gore recibió la mayoría de los votos en las elecciones del 2000.

Lo que permitió que esa visión de la ultra derecha sobreviviese hasta ahora, fue la extraordinaria supresión de votos llevada a cabo con la bendición del Tribunal Supremo, así como la histeria política acaecida en el país luego de 9/11 del 2001. 


Pero con los republicanos abandonando sus tradicionales y odiosas posiciones, la derecha está empezando a buscar una desesperada negociación que les permita celebrar unos cuantos años más de vida.

Su problema es que no podrán buscar construir una nueva mayoría política conservadora. Esa posibilidad, está muerta y enterrada.

Lo que escribo debe sonar demasiado optimista para muchos liberales ya que tenemos 30 gobernadores republicanos en el poder y ese Partido controla la Cámara de Representantes. 

Creo, sin embargo, que esos triunfos políticos se construyeron sobre arena movediza: Una descarada supresión del voto y una agresiva manipulación de los distritos electorales del país.

Ahora, el Partido Republicano está en la mirilla demográfica y política.

Su negativa a apoyar una reforma integral de las leyes de inmigración, así como su aparente racismo, ha dejado al movimiento conservador sin apoyo popular entre los votantes latinos y asiáticos.

No es sólo que el 70% de los hispanos votaron por Obama, sino que el voto asiático, en el pasado de tendencia conservadora, cambió hasta el punto de apoyar a Obama por un márgen de 73 por ciento.

Pienso que la obsesión del Tea Party con el supuesto lugar de nacimiento y con la fe religiosa del Presidente, sólo alimentó la creencia de que el partido Republicano es preocupantemente xenófobo.

Sin hablar de las políticas apoyadas hasta ahora por ese Partido, que han ayudado a la creciente liquidación de la clase media estadounidense.

Todos podemos ver tasas de impuestos y créditos fiscales mayores sobre los hombros de las familias de bajos y moderados ingresos, así como la debacle en vidas y dinero perdidos, dejadas por las Guerras del Golfo.

En la actualidad, el partido Republicano, no tiene casi ningún programa económico que apele a la clase obrera blanca norteamericana, por lo que la única manera de conquistar esa base es a través de apelaciones xenófobas, raciales y culturales.

Eso deja al movimiento conservador con una cuenta en menos cero.

Otro problema del GOP es que cualquier movimiento que haga para suavizar las apelaciones raciales o culturales significa la posible perdida de muchos de sus votos naturales.

Por otra parte, la demografía muestra, que sus votantes principales están muriendo y que más negros, latinos, asiáticos y culturalmente liberales votantes blancos jóvenes, aparecen en cada elección.

Por otro lado, la legalización de la población indocumentada acrecienta esa tendencia, por lo que una reforma migratoria podría convertirse en un tsunami de cambios demográficos anti-republicanos.

Pero peor para el movimiento conservador es lo que representa ObamaCare.

Los republicanos habían confiado en acabar con ese programa federal demonizando el proyecto de ley en abstracto, pero ahora su problema es que, las encuestas muestran que la mayoría de los elementos de la ley son populares.

Así que cuando todas las disposiciones de ObamaCare entren en vigor en el 2014, muchos republicanos y otros votantes marginales, despertarán a la realidad de que es una ley necesaria e importante.

Me es claro, que el proyecto de reforma sanitaria ObamaCare, va a ser puntal para destruir al movimiento conservador estadounidense, una vez que los subsidios del gobierno para la atención de salud de las familias de clase media entren en acción.

Y ya no habrá vuelta atrás.

ObamaCare hará revivir la reputación de un partido que gasta pero que regula: Los demócratas, generosos protectores de los intereses de la clase media. Y será al mismo tiempo un golpe contra los reclamos republicanos de que defienden a la clase media mediante la restricción del gobierno federal.


La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que esa ley va a añadir 10 millones de personas al Medicaid para el 2016. 

Otros 23 millones de personas, van a recibir subsidios directos de atención de salud, mismos que son miembros de la clase obrera que hasta ahora ha apoyado al Partido Republicano, que entonces escucharán la frase "restricción" como una amenaza inminente para su salud y el bienestar de sus familias.

Que ObamaCare no va a resolver todas las deficiencias del sistema de atención de salud de los Estados Unidos, es admitido por todos, pero crea una apertura para argumentar en favor de ideas que nos lleven a crear una sociedad más compasiva y justa con todos sus ciudadanos, especialmente con los más pobres.

Gracias!