Por Aníbal E. Melo
Antes de los atentados del 11 de septiembre del 2001, muchos de nosotros veíamos a la religión como algo inofensivo.
Antes de los atentados del 11 de septiembre del 2001, muchos de nosotros veíamos a la religión como algo inofensivo.
Puede que las creencias carezcan de
toda evidencia pero, pensába, ¿Si la gente necesita un consuelo en
el que apoyarse, dónde está el daño?
El 11 de septiembre lo cambió todo.
Creo que la fe, supuestamente revelada, no es una tontería
inofensiva, puede ser letalmente peligrosa.
Peligrosa porque le da a la gente una
confianza firme en su propia rectitud.
Peligrosa porque les da el falso coraje
de matarse a sí mismos, lo que automáticamente elimina las barreras
normales para matar a otros.
Peligrosa porque les inculca enemistad
contra otras personas únicamente por diferencias en sus creencias
religiosas.
Y peligrosa porque todos hemos
adquirido un extraño respeto que protege a la religión de la
crítica normal.
Además, incluso aunque los
fundamentalistas forman una mayoría numérica, su posición
inalterable es siempre la de víctimas. De este modo, siempre se
aseguran una distancia exculpatoria con los problemas que sus
enseñanzas y métodos no abordan o son incapaces de resolver.
El fundamentalista se ve a sí mismo
como la clave para acabar con los problemas de la sociedad moderna, y
desea confrontar muchos de ellos porque los reconoce como pecados,
por ejemplo, respecto de los embarazos no deseados, piensan que estos
son divinos y que el aborto, es castigado por Dios.
Por otro lado, un Gobierno
fundamentalista o, mejor dicho, los políticos fundamentalistas,
siempre podrán argumentar que una catástrofe natural que afecte al
pueblo sucede porque éste no sigue al pie de la letra las
prescripciones divinas.
Y es que en un discurso pronunciado en
Febrero, en un almuerzo patrocinado por la Alianza Cristiana de Ohio,
Santorum expreso una frase interesante para describir a Obama y sus
creencias:
La agenda de Obama "no es acerca de ustedes. No se trata de su calidad de vida. No se trata de sus puestos de trabajos. Se trata de un ideal falso. Alguna teología falsa. ¡No una teología basada en la Biblia. Una teología diferente", dijo Santorum a sus partidarios del movimiento conservador Tea Party en el Hotel Colón.
La agenda de Obama "no es acerca de ustedes. No se trata de su calidad de vida. No se trata de sus puestos de trabajos. Se trata de un ideal falso. Alguna teología falsa. ¡No una teología basada en la Biblia. Una teología diferente", dijo Santorum a sus partidarios del movimiento conservador Tea Party en el Hotel Colón.
Para mi, Santorum es un fundamentalista
católico.
Un fundamentalista, es un individuo cuyas acciones, creencias, e ideología, lo sitúan, muy alejado del centro político o del espacio religioso o social del consenso.
En las sociedades y regímenes políticos democráticos el extremismo se asocia a la sustitución de la democracia por el autoritarismo o totalitarismo en un extremo u otro del espectro político (extrema izquierda o extrema derecha).
En una coyuntura de revolución los extremismos contrapuestos se identifican, respectivamente, con los revolucionarios y los reaccionarios.
En términos religiosos se habla de fundamentalismo o fanatismo, términos que también se aplican en contextos políticos.
Uno de los principales rasgos del extremismo es su relación con la utilización o justificación de la violencia política, con diferentes formas de terrorismo o de represión política (según se aplique desde el poder o desde la oposición).
En todas las denominaciones cristianas
hay fundamentalistas, no siendo esta una denominación en sí, sino
más bien un movimiento.
Dependiendo de la denominación
particular, tiene características especiales, pero en general se
considera como el ala conservadora de las Iglesias cristianas.
Algunas de las características más
llamativas que se suelen adscribir al fundamentalismo cristiano son
la interpretación literal del Génesis y el rechazo a la teoría de
la evolución de las especies de Darwin.
No obstante, si bien el fenómeno
fundamentalista cristiano surge de la asunción de ciertas posturas
conservadoras en el espectro religioso, el término ha adquirido con
el tiempo una significación, sobre todo a raíz de su exportación
al mundo islámico, que puede llevar a errores sobre sus verdaderos
orígenes y desviar lo que realmente abarcaba en un principio y a lo
que se refiere en el ámbito cristiano.
Pero lo peligroso de las posiciones de
Santorum, es que como Presidente de Estados Unidos todas sus
iniciativas políticas podrían ser fundamentalistas y abocar a las
instituciones del país, a desarrollar programas de todo tipo,
basados exclusivamente en su creencia en particular.
Ya que en Estados Unidos el Estado
posee el control de la educación, los fundamentalistas se ven
constantemente enfrentados a él cuando sus doctrinas son ignoradas
o, como ocurre habitualmente, criticadas en el contexto de la
enseñanza.
Es obvio que una presidencia de
Santorum, buscará una mayor difusión de sus ideas entre el gran
público y tendra la necesidad de controlar las escuelas y
universidades como vehículos del saber.
Los partidos de ideas fundamentalistas
están muy activos en Estados Unidos, Israel y casi todos los países
del mundo árabe, mientras que brillan por su ausencia en Europa y
África.
Sus pinceladas varían desde el
Wahabismo que es la doctrina oficial de Arabia Saudí, hasta el
régimen de los Ayatolás chiíes en Irán.
El país Saudí es una monarquía
absolutista que todavía se mantiene como un sistema feudal en el que
la Ley Básica adoptada en el 1992 declara que el Corán es la
constitución del país es decir que se rige por la Ley Islámica o
Sharia.
No existen partidos políticos, ni tampoco elecciones. El rey es el mandatario absoluto y su poder al menos teóricamente, está limitado por los preceptos de la Ley Islámica y otras tradiciones saudíes.
La ideología del estado es el
salafismo, que promueve la construcción de mezquitas y madrasas
(escuelas donde se enseña el Corán) en todo el mundo.
Por su lado, el sistema político de la
República islámica se basa en la constitución del 1979.
El líder Supremo religioso de Irán es
responsable de la delineación y de la supervisión de las políticas
generales de la República islámica.
El Líder religioso, es el comandante
en jefe de las fuerzas armadas y controla las operaciones de
inteligencia y seguridad. El tiene por sí mismo, la autoridad de
declarar la guerra, así como la capacidad de designar y despedir a
los líderes judiciales, de las redes de radio y televisión
estatales y al líder máximo del Cuerpo de Guardias.
Sólo viendo las trayectorias de ambos
países encontramos prueba suficiente de que el fundamentalismo es
incompatible con la demócracia y, por ende, que el buen destino de
una nación, está altamente condicionado por los factores de
moderación, en todos los aspectos, de sus dirigentes.
Que Dios nos libre de Santorum!