viernes, 24 de febrero de 2012

Santorum, Más Papista Que el Papa

                                                                                                         
Por Aníbal E. Melo

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Antes de los atentados del 11 de septiembre del 2001, muchos de nosotros veíamos a la religión como algo inofensivo.

Puede que las creencias carezcan de toda evidencia pero, pensába, ¿Si la gente necesita un consuelo en el que apoyarse, dónde está el daño?

El 11 de septiembre lo cambió todo. Creo que la fe, supuestamente revelada, no es una tontería inofensiva, puede ser letalmente peligrosa.

Peligrosa porque le da a la gente una confianza firme en su propia rectitud.

Peligrosa porque les da el falso coraje de matarse a sí mismos, lo que automáticamente elimina las barreras normales para matar a otros.

Peligrosa porque les inculca enemistad contra otras personas únicamente por diferencias en sus creencias religiosas.

Y peligrosa porque todos hemos adquirido un extraño respeto que protege a la religión de la crítica normal.

Además, incluso aunque los fundamentalistas forman una mayoría numérica, su posición inalterable es siempre la de víctimas. De este modo, siempre se aseguran una distancia exculpatoria con los problemas que sus enseñanzas y métodos no abordan o son incapaces de resolver.

El fundamentalista se ve a sí mismo como la clave para acabar con los problemas de la sociedad moderna, y desea confrontar muchos de ellos porque los reconoce como pecados, por ejemplo, respecto de los embarazos no deseados, piensan que estos son divinos y que el aborto, es castigado por Dios.

Por otro lado, un Gobierno fundamentalista o, mejor dicho, los políticos fundamentalistas, siempre podrán argumentar que una catástrofe natural que afecte al pueblo sucede porque éste no sigue al pie de la letra las prescripciones divinas.

Y es que en un discurso pronunciado en Febrero, en un almuerzo patrocinado por la Alianza Cristiana de Ohio, Santorum expreso una frase interesante para describir a Obama y sus creencias:

La agenda de Obama "no es acerca de ustedes. No se trata de su calidad de vida. No se trata de sus puestos de trabajos. Se trata de un ideal falso. Alguna teología falsa. ¡No una teología basada en la Biblia. Una teología diferente", dijo Santorum a sus partidarios del movimiento conservador Tea Party en el Hotel Colón.

Para mi, Santorum es un fundamentalista católico.

Un fundamentalista, es un individuo cuyas acciones, creencias, e ideología, lo sitúan, muy alejado del centro político o del espacio religioso o social del consenso.

En las sociedades y regímenes políticos democráticos el extremismo se asocia a la sustitución de la democracia por el autoritarismo o totalitarismo en un extremo u otro del espectro político (extrema izquierda o extrema derecha).

En una coyuntura de revolución los extremismos contrapuestos se identifican, respectivamente, con los revolucionarios y los reaccionarios.

En términos religiosos se habla de fundamentalismo o fanatismo, términos que también se aplican en contextos políticos.

Uno de los principales rasgos del extremismo es su relación con la utilización o justificación de la violencia política, con diferentes formas de terrorismo o de represión política (según se aplique desde el poder o desde la oposición).

En todas las denominaciones cristianas hay fundamentalistas, no siendo esta una denominación en sí, sino más bien un movimiento.

Dependiendo de la denominación particular, tiene características especiales, pero en general se considera como el ala conservadora de las Iglesias cristianas.

Algunas de las características más llamativas que se suelen adscribir al fundamentalismo cristiano son la interpretación literal del Génesis y el rechazo a la teoría de la evolución de las especies de Darwin.

No obstante, si bien el fenómeno fundamentalista cristiano surge de la asunción de ciertas posturas conservadoras en el espectro religioso, el término ha adquirido con el tiempo una significación, sobre todo a raíz de su exportación al mundo islámico, que puede llevar a errores sobre sus verdaderos orígenes y desviar lo que realmente abarcaba en un principio y a lo que se refiere en el ámbito cristiano. 

Pero lo peligroso de las posiciones de Santorum, es que como Presidente de Estados Unidos todas sus iniciativas políticas podrían ser fundamentalistas y abocar a las instituciones del país, a desarrollar programas de todo tipo, basados exclusivamente en su creencia en particular.

Ya que en Estados Unidos el Estado posee el control de la educación, los fundamentalistas se ven constantemente enfrentados a él cuando sus doctrinas son ignoradas o, como ocurre habitualmente, criticadas en el contexto de la enseñanza.

Es obvio que una presidencia de Santorum, buscará una mayor difusión de sus ideas entre el gran público y tendra la necesidad de controlar las escuelas y universidades como vehículos del saber.

Los partidos de ideas fundamentalistas están muy activos en Estados Unidos, Israel y casi todos los países del mundo árabe, mientras que brillan por su ausencia en Europa y África.

Sus pinceladas varían desde el Wahabismo que es la doctrina oficial de Arabia Saudí, hasta el régimen de los Ayatolás chiíes en Irán.

El país Saudí es una monarquía absolutista que todavía se mantiene como un sistema feudal en el que la Ley Básica adoptada en el 1992 declara que el Corán es la constitución del país es decir que se rige por la Ley Islámica o Sharia.

No existen partidos políticos, ni tampoco elecciones. El rey es el mandatario absoluto y su poder al menos teóricamente, está limitado por los preceptos de la Ley Islámica y otras tradiciones saudíes.

La ideología del estado es el salafismo, que promueve la construcción de mezquitas y madrasas (escuelas donde se enseña el Corán) en todo el mundo.

Por su lado, el sistema político de la República islámica se basa en la constitución del 1979.

El líder Supremo religioso de Irán es responsable de la delineación y de la supervisión de las políticas generales de la República islámica.

El Líder religioso, es el comandante en jefe de las fuerzas armadas y controla las operaciones de inteligencia y seguridad. El tiene por sí mismo, la autoridad de declarar la guerra, así como la capacidad de designar y despedir a los líderes judiciales, de las redes de radio y televisión estatales y al líder máximo del Cuerpo de Guardias.

Sólo viendo las trayectorias de ambos países encontramos prueba suficiente de que el fundamentalismo es incompatible con la demócracia y, por ende, que el buen destino de una nación, está altamente condicionado por los factores de moderación, en todos los aspectos, de sus dirigentes.

Que Dios nos libre de Santorum!