martes, 14 de febrero de 2012

Inmigración, Romney y Los Multimillonarios

                                                                                                         
Por Aníbal E. Melo

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Nadie ha sido más crítico de la hipocresía, la cobardía y el oportunismo de la administración Obama sobre la política de inmigración que este escritor.

Pero, bajo esta administración, por lo menos hay un reconocimiento de que la reforma migratoria es necesaria, y se han tomado algunos tímidos pasos en la dirección correcta, especialmente en el ámbito de la Discreción Fiscal y en oponerse a las usurpaciones estatales abusivas de la autoridad federal sobre inmigración.

Pero, aunque conozco las deficiencias de esta administración, es importante no perder de vista la alternativa.

Si bien hay algunas variaciones superficiales entre los pre-candidatos republicanos a la presidencia, todos ellos están comprometidos con la "deportación" de todos los indocumentados, política que su partido ha venido apoyando desde el 1996.

Todo esto, no es más que una estrategia para apelar a los votantes blancos de clase trabajadora y poder atacar a los hispanos y a otras minorías.

Ningún observador serio puede creer que estos ataques se limitan sólo a los inmigrantes indocumentados.

La búsqueda del "Inglés solamente", la prohibición de Arizona de la enseñanza de estudios latinos en las escuelas, las propuestas para cambiar la Constitución y restringir la ciudadanía por nacimiento, y la ola de leyes restrictivas contra los votantes, son ataques contra todas las minorías.

Sin embargo, mientras que todos los candidatos presidenciales republicanos, de una manera u otra, quieren llevar a este país hacia atrás respecto a inmigración, más cerca de los días de las leyes de exclusión de los Chinos y de las cuotas raciales por "origen nacional", ninguno ha sido tan anti-inmigrante como Romney.

Este señor ha prometido que si se convierte en Presidente, su meta delirante será expulsar hasta el último hombre, mujer y niño que este en el país sin documentos.

Esto no es incompatible con su auto-proclamado "amor por la inmigración".

Las puertas de Estados Unidos lo más probable es que todavía estarán abiertas, si él es Presidente, para los miembros de la elite rica del mundo, con los que se identifica Romney.

Por lo tanto, antes de que la inmigración de clase pobre y media se extinga en los Estados Unidos, vale la pena analizar la dinámica de la pre-campaña presidencial republicana.

¿Por qué es que el candidato menos popular, menos confiable, y del que la mayoría sospecha y desaprueba, es también el único candidato que tiene una oportunidad real de poder ganar la nominación republicana?

La respuesta es una sola - dinero.

Las elecciones de este año será una batalla entre los multimillonarios – que en su mayoría están del lado de Romney, y el resto de nosotros, los del 99%.

El futuro de la inmigración en Estados Unidos, puede estar en manos de la generalidad de los ciudadanos o en manos de los estadounidenses más ricos - y de su candidato elegido.