Por Aníbal E. Melo
Estados Unidos es una potencia económica hiper diversa y gigante. Es la economía de libre mercado de mayor desarrollo en el mundo. La mano de obra nacional apenas crece. Cada vez es más educada y tiene menos interés en los trabajos físicos, por lo que se necesita de muchos trabajadores extranjeros.
Creo firmemente que en Estados Unidos, el mercado de trabajo se auto-corrige para sincronizarse con los ciclos económicos.
Cuando hay menos trabajos disponibles, menos inmigrantes vienen - es tanto así que durante la presente recesión, el auge de la inmigración hacia Estados Unidos, se ha frenado en comparación a los tiempos en que la economía estaba en auge.
En todo caso, lo que impulsa a la mayoría de los inmigrantes es el "cálculo económico," sobre sus oportunidades de triunfo en un mercado laboral desarrollado.
Pienso que el Siglo XXI plantea un gran reto a todos los países desarrollados.
La innovación, es la clave de nuestra era para el éxito empresarial, no sólo en la información y en las comunicaciones, sino también en los sectores tradicionales de la banca y de la industria.
Ningún país produce suficientes científicos, ingenieros, inventores o gerentes de alto nivel para impulsar su "economía del conocimiento."
Muchos países están luchando para atraer a inmigrantes altamente cualificados.
Por ejemplo, en el 2005, Alemania creo una nueva Visa para atraer a inmigrantes altamente cualificados.
Es un paquete atractivo: La visa es permanente, no temporal. Se puede inmigrar con el cónyuge, que también puede trabajar legalmente. Y no impusieron pruebas para determinar si los inmigrantes están tomando trabajos que podrían ser ocupados por trabajadores nativos - que a menudo solo conducen a burocracia y a retrasos.
Estados Unidos, necesita por lo menos 1.2 millones de trabajadores agrícolas cada año, sin embargo, admite menos de 70,000, por lo que se confía el exito de las cosechas a la mano de obra de los inmigrantes indocumentados. El país no puede sostener al sector agrícola sin inmigrantes.
Incluso en la recesión, ocurre lo mismo en una variedad de otras industrias: Hoteles, sector servicios y, lo más urgente, el sector salud.
Estados Unidos, admite a unos 250,000 inmigrantes altamente cualificados cada año. Algunos temporales otros permanentes. Admite cinco veces más estudiantes extranjeros que Alemania y sin embargo, empleadores como las universidades, los laboratorios, las empresas IT - se siguen quejando de la escasez de profesionales brillantes.
A todo esto, no es ningún misterio por qué los políticos en Estados Unidos han demostrado ser incapaces o por lo menos no estár dispuestos a satisfacer la demanda de la economía con trabajadores extranjeros. Es el miedo a los votantes.
Algunos votantes están preocupados solamente de las diferencias culturales que los inmigrantes traen. Se muestran si no hostiles, escépticos. Ciegos a los beneficios económicos que aportan los inmigrantes.
Como resultado, los políticos, están paralizados, atrapados entre la racionalidad y la emoción - entre los intereses económicos del país y el temor a los votos.
Creo que todavía Estados Unidos, esta orgulloso de ser una nación de inmigrantes, y no ve con buenos ojos el hablar de inferioridades genéticas, pero un creciente sentimiento "anti" que crece en todas partes coloca al país cerca de la xenofobia de otros países.
Por ejemplo: La nueva afirmación de los Republicanos de la Cámara, de que por cada inmigrante que deportemos se abre un nuevo trabajo para un desempleado nativo, es engañosa y autodestructiva.
El aumento de la ansiedad del público sobre los inmigrantes, está llevandose la oportunidad de tener una discusión racional e impide que los políticos actuen con eficacia para satisfacer las necesidades nacionales en materia económica.
Sin embargo, los estadounidenses tienden a pensar que han perfeccionado el arte de la integración de los inmigrantes.
Discuten amargamente acerca de las cuestiones fronterizas,y sobre el número de trabajadores extranjeros que deben ser admitidos. Dan por sentado que todos los inmigrantes están teniendo éxito en Estados Unidos.
A diferencia de Europa, en Estados Unidos no se hace ningun esfuerzo para ayudar a los recién llegados a recorrer los caminos de su nuevo país.
Pero, qué si estamos sembrando las semillas del fracaso económico a largo plazo.
Qué tipo de resultados podemos esperar a largo plazo de un país con 11 millones de inmigrantes indocumentados y sus hijos - impedidos por ley de gozar de una plena participación en la sociedad y en la económia.
De un país con millones de personas atrapadas en el mercado negro.
De un país con empleados que no tienen oportunidades de promoción.
De un país con cientos de miles de familias desalentadas a echar raíces.
De un país con padres que temen enviar a sus hijos a las escuelas y finalmente, de un país con miles de estudiantes talentosos a los que se les niega la educación universitaria.
Esto no es exactamente lo que yo llamaria una receta para el éxito.
Legales o no, millones de jóvenes latinos están recibiendo un mensaje de alienación que va a crear grandes y graves problemas en las próximas décadas.
Y si a todo esto le agregamos los acalorados debates y la retórica implacable contra los inmigrantes - elemento siempre presente - es difícil no temer por el futuro del país .
Estados Unidos ha tenido un récord glorioso como una nación de inmigrantes, pero el patrimonio puede ser más frágil de lo que se piensa.
Estas líneas son solamente un modesto llamado de atención.