Por Aníbal E. Melo
Dado el alto nivel de retórica, a veces es fácil pasar por alto las afirmaciones más extravagantes y poco realistas hechas en el curso de un debate sobre inmigración.
En uno de los últimos esfuerzos para asustar a los norteamericanos acerca de la amenaza inminente de los mal llamados bebés ancla, un informe reciente del "Centro Para el Estudio de La Inmigración (CIS)," organización conservadora que aboga por la reducción de la inmigración en los Estados Unidos, parece haber sido escrito para probar hasta qué punto a llegado la fantasía en los debates sobre el tema.
El referido informe se titula: "Derecho de Ciudadanía por Nacimiento de los niños de los Visitantes: Un Problema de Seguridad Nacional en Formación."
Su autor W.D. Reasoner (seudónimo) hace tantos cálculos y suposiciones absurdas, que me pregunto si utilizó un alias para esconderse porque el escrito le daba vergüenza.
El autor anónimo, trata de estimar el número de niños, hijos de extranjeras visitantes que nacen en Estados Unidos cada año. Pero su metodología, si alguna, es profundamente errónea.
El informe, dice que el número total de mujeres de entre 18 a 34 años que fueron admitidas por un puerto de entrada como visitantes en el 2009 fue de 3.890,774.
Luego dice que el 20% de estas mujeres, 778,154 permanecieron en los Estados Unidos el tiempo suficiente para tener un hijo.
Más adelante, trata de establecer qué porcentaje de estas mujeres tuvieron un parto, basandose en datos del Censo, que muestran que el 5% de todas las mujeres que viven en Estados Unidos (legales o no), nacidas en el extranjero, de entre 18 a 35 años, informarón haber dado a luz dentro del primer año de haber llegado a residir al país.
Luego hace otros "cálculos" donde menciona a las mujeres visitantes de Canadá y México que entran legalmente pero sin tarjeta I-94 (registro de Entrada y Salida).
Mezcla todos los datos y aplica medalaganariamente la tasa de fecundidad del 5% de las mujeres que viven en Estados Unidos, a las visitantes temporales.
Finalmente pontifica que en el 2009 hubo 199,200 partos responsabilidad de mujeres turistas y afirma absurdamente que: "Las turistas tienen 15 veces más bebés que las mujeres nacidas en el extranjero pero que residen permanentemente en Estados Unidos."
El problema, es que el número de mujeres realmente admitidas vs. los cálculos de CIS son incompatibles.
El recuento de admisiónno es lo mismo que contar las personas, ya que la misma persona puede ser admitidaen varias ocasiones durante un año, y no hay datos para determinar el número deingresos únicos.
Por otro lado, el hecho de que el informe se centra exclusivamente en las mujeres, no refleja la realidad de cómo se hacen los bebés.
La insinuación parece ser que las mujeres extranjeras en edad fértil no pueden resistir el impulso biológico de tener un bebé, y que los hombres, ya sea nacidos en el extranjero o en Estados Unidos, no desempeñan ningún papel en el proceso.
Los cálculos del CIS ignoran el hecho de que, si bien uno de los padres puede ser turista, el otro puede ser un Ciudadano o un Residente Legal.
En otras palabras, esta organización cuenta a los hijos de los Ciudadanos y de los Residentes legales entre los "bebés ancla."
Utilizando una metodología defectuosa, sacada no sé de donde, el autor encubierto da un gran salto al vacío y sugiere que los niños ciudadanos, hijos de las turistas son una amenaza para la seguridad nacional, ya que: "Pueden entrar y residir en los Estados Unidos donde y cuando quieran, albergando su odio secreto, y siendo agentes durmientes de Al Qaeda o de cualquier otra organizacion terrorista, a la espera de la llamada a tomar las armas."
Esta afirmación da risas, y a la misma vez, ganas de llorar. No hay absolutamente ninguna evidencia de que el hijo de una extranjera sea más propenso a ser terrorista que el hijo de una ciudadana.
De lo que si hay registros, es de que los niños ciudadanos, hijos de extranjeros legales o no, sirven en las fuerzas armadas, se convierten en empresarios, hacen importantes descubrimientos científicos, trabajan en el Congreso, ocupan cargos públicos, o de algún otro modo contribuyen al bienestar general de los Estados Unidos. Solamente hay que salir a la calle y hablar con las personas.
El "Centro Para el Estudio de La Inmigración, (CIS)"fue fundado en el 1985 por un oftalmólogo de Michigan llamado John Tanton, hombre conocido por sus declaraciones contra los latinos, su coqueteo de décadas con nacionalistas blancos, con negadores del Holocausto, y por sus escritos de corte racista.
La creación de CIS es parte de una estrategia cuidadosamente estudiada para establecer un conjunto de instituciones que promuevan la causa nativista blanca. (Entre otras organizaciones similares se cuentan la "Federación para una Reforma Migratoria Estadounidense (FAIR)" y "NumbersUSA").
La historia de CIS deja claro que siempre ha sido parte de esfuerzos amplios y bien planificados para atacar la inmigración en todas sus formas.
Entre otras cosas, sus representantes han afirmado que: "La inmigración amenaza al pueblo estadounidense en su conjunto y al futuro de la civilización occidental."
Imaginense, aparentemente los hispanos no somos parte de la Civilización occidental!
Puede ser que seamos extraterrestes y nisiquiera nosotros nos hayamos dado cuenta!
En lugar de continuar con debates alimentados por odio, racismo, ficción y retórica irresponsable, necesitamos discursos honestos acerca de cómo crear un sistema de inmigración que funcione para el bienestar de la economía del país y de todas las familias estadounidenses.