Por Anibal E. Melo
Como todos los involucrados con este tema sabemos, hay cuatro Agencias del Gobierno Federal que juntas tienen control sobre casi todo lo que afecta al sistema de inmigración.
El primero es, por supuesto, el “Departamento de Seguridad Nacional”, que decide quién es elegible para las diferentes clasificaciones de inmigración a través del USCIS, admite a la gente a los Estados Unidos a través del CBP, e inicia procedimientos de remoción a través de ICE.
A continuación, por supuesto, está el “Departamento de Estado”, que emite las Visas.
Luego, el “Departamento de Justicia”, que controla el sistema de deportación y enjuicia los delitos relacionados con la inmigración a través de “EOIR”.
Y por último, está el “Departamento de Trabajo”, que se encarga de expedir Certificaciones Laborales, certificar las solicitudes de las Tarjetas Verdes basadas en el empleo y de regular las Visas H-1B.
Obviamente, las personas que son nombradas para dirigir estas Agencias tienen un tremendo poder sobre la dirección en que las mismas se mueven en términos de perseguir políticas más liberales o más restrictivas.
De acuerdo con sus promesas de campaña de seguir políticas de inmigración más estrictas, que a menudo iban acompañadas de retórica inflamatoria destacando los supuestos peligros de la inmigración ilegal sobre la economía y la sociedad de Estados Unidos, Trump, ya ha anunciado el nombramiento de uno de los más poderosos e influyentes anti-inmigrantes de América, el Senador Jeff Sessions, para dirigir al “Departamento de Justicia” .
Esto le dará el poder de nombrar a Jueces ordinarios y a los jueces de la Junta de Apelaciones, hostiles a la inmigración en general.
El “Departamento de Justicia” podría, convertirse en una vasta máquina de deportación, de acuerdo con la promesa de Trump de deportar a 3 millones de "extranjeros criminales" inmediatamente después de asumir el cargo.
Supongamos que no haya suficientes inmigrantes con antecedentes de condenas penales ya en los Estados Unidos para cumplir con esa cuota, el Fiscal General puede crearlos intensificando los procesos judiciales por una variedad de delitos que ya están en los libros.
Por otra parte, existe la amenaza de que un Empleador pueda enfrentar una investigación criminal por "fraude".
Eso puede ser suficiente para desalentar a muchos empresarios a Contratar incluso a los trabajadores extranjeros más preparados y necesitados.
Todo esto le cerraría las puertas de Estados Unidos a miles de profesionales de países como la India y China que no encajan perfectamente con la ideología del nuevo Presidente.
Stephen Bannon, asesor de Trump, dijo en un reciente Simposio Vaticano, que es un "nacionalista" con la misión de proteger "la tradicional civilización judeocristiana [es decir, blanca, europea]" que vive en los Estados Unidos.
Si el Nuevo Presidente se toma en serio la reducción de la inmigración legal a niveles "históricos", la revisión de leyes, como las del 1965, y la de Johnson-Reed del 1924, como lo insinuó en su manifiesto de Phoenix el 31 de Agosto pasado, ¿qué mejor manera podría tener que meter a la cárcel a los empleadores que contraten a trabajadores extranjeros procedentes de países de fuera de las áreas "Judeo-cristianas"?
Y como Trump ha prometido crear una gran "fuerza de deportación" encargada de eliminar a 11 millones de indocumentados de los Estados Unidos, me he estado preguntando, que si como parte del aumento de la represión interna, su Administración reiniciará el uso masivo de las redadas en los lugares de trabajo.
El Gobierno de Obama no las ha hecho tanto como lo hizo la Administración Bush.
La controversia en torno a la incursión de ICE en una Planta de Procesamiento de Carne en Iowa, en mayo del 2008, con toda probabilidad convenció a Obama de las grandes preocupaciones de la comunidad respecto de tales operaciones.
Esa redada, fue la mayor incursión individual en un lugar de trabajo en la historia de los Estados Unidos y resultó en casi 400 arrestos de indocumentados que fueron acusados de robo de identidad, fraude de documentos, uso de Seguros Sociales robados, y otros delitos relacionados.
Después de juicios rápidos, la mayoría cumplió condenas de 5 meses de prisión antes de ser deportados.
Ahora el New York Times, ha informado sobre una reciente redada en un Nuevo lugar de trabajo, lo que nos puede dar una idea de lo que podría suceder durante una Administración Trump.
Se suponía que los Agentes de Inmigración estaban investigando al dueño de un Restaurante.
Pero una mañana, los Agentes irrumpieron por la puerta de atrás de “La Divina”, un Restaurant mexicano y taqueria de Buffalo, y detuvo a sus empleados, cerrando una investigación de dos años sobre las prácticas laborales ilegales del propietario.
El dueño del restaurante, un Residente Permanente Legal de México, junto con dos asociados, supuestamente había estado escondiendo indocumentados en diversas casas de Buffalo, transportándolos para trabajar y pagándoles por fuera de los libros.
El propietario fue arrestado en Octubre.
Dos docenas de sus trabajadores fueron arrestados en redadas simultáneas en sus cuatro restaurantes.
Fue el operativo de inmigración más grande de los últimos años.
En los días posteriores a las Elecciones Presidenciales, los defensores de los derechos de los inmigrantes y los partidarios de la restricción de la inmigración se preguntaron si estas incursiones eran un adelanto de las políticas de represión más estrictas que el Presidente electo Donald J. Trump prometió durante su campaña".
Veremos!