sábado, 1 de septiembre de 2012

Los Republicanos: Nos Quieren Tomar El Pelo?

                                                        
Por Aníbal E. Melo
AnibalMelo@Yahoo.com


La noche de la apertura de la Convención Nacional Republicana, vimos a algunos de los oradores agitar vigorosamente la bandera pro-inmigrante.

Nikki Haley, Gobernadora de Carolina del Sur comenzó su discurso diciendo que ella es "una orgullosa hija de inmigrantes de la India."

Bob McDonnell, Gobernador de Virginia, invocó también sus raíces inmigrantes más distantes en referencia al paso de su abuelo irlandés a través de Ellis Island hace unos 100 años.

Ted Cruz, candidato republicano al Senado por Texas, habló de sus raíces irlandesas y cubanas, diciendo que cuando su padre llegó a Estados Unidos, "No tenía nada, sólo coraje."

Cruz no fue el único que habló un poco de español como guiño a sus raíces extranjeras.

En la noche del miércoles, la Gobernadora de Nuevo México Susana Martínez, recordó a los asistentes a la Convención que "El sueño Americano es tener éxito".

Pero creo que el que se llevó el pastel fue el ex-Senador de Pennsylvania Rick Santorum.

Santorum enmarcó su discurso en torno a su abuelo, un inmigrante italiano.

Más específicamente, habló de las manos de su abuelo, diciendo que habían sido utilizadas por décadas para el duro trabajo en las minas de carbón de Pennsylvania.

Mencionó los riesgos que tomó su abuelo para llegar a esta nueva tierra y, la dedicación a su familia, lo que permitió que Rick Santorum, pudiese estar parado en el podio.

La historia del abuelo de Rick Santorum es de hecho una narrativa poderosa y conmovedora, cómo lo son las historias de todos los inmigrantes, incluyendo la de los actuales, y las de los antepasados de millones de estadounidenses.

Hacer referencia a las raíces inmigrantes de uno, es utilizar un atajo para hablar sobre trabajo duro y determinación.

Pero ponerse de acuerdo sobre qué hacer con esas "otras" personas que vienen hoy a buscar el Sueño Americano, parece que es otra historia.

El martes en la noche, los republicanos no fueron más allá de los relatos.

No hablaron sobre realizar ninguna política sustantiva relacionada con la inmigración. Nada!

El mensaje implícito en todos sus relatos es que hay inmigrantes buenos e inmigrantes malos.

Sus padres eran los inmigrantes buenos, nosotros somos los malos.

Es como si la Estatua de la Libertad impusiese una exclusión sobre la ola inmigrante hispana más reciente.

Mi queja es que los líderes republicanos ignoran el hecho de que el factor de atracción de la inmigración es el mismo hoy como lo era hace 100 años.

Por otro lado, hay una diferencia crucial entre el abuelo inmigrante de McDonnell y los inmigrantes hispanos de la actualidad.

Anteriormente, la política de inmigración permitía que los inmigrantes llegasen a Estados Unidos sin mayores problemas (por supuesto con excepción de los Chinos).

Luego, durante el último siglo, la política de inmigración se volvió más restrictiva.

En lugar de ajustar las políticas migratorias para que reflejen las necesidades económicas de los Estados Unidos y permitir una ordenada inmigración, muchos de los políticos de hoy se han hecho de la vista gorda frente a la inmigración indocumentada y al drama que representa.

Ya está bueno de bromas!

Si van a hablar de inmigración, hay que hablar en términos que reflejen la realidad de la demanda económica y social.

Esa retórica supuestamente nostálgica, falla miserablemente al no abordar el aquí y el ahora de este asunto.

No hay dudas de que realizar una reforma migratoria puede ser complicado.

Siempre lo ha sido y lo seguirá siendo.

Pero si cómo dice el candidato a la Vice-presidencia Paul Ryan, los republicanos no le van a huir a las cuestiones difíciles, entonces deben de empezar a trabajar desde ya, en un proyecto para reformar positiva e incluyentemente la política de inmigración del país.

Amén!