Mitt Romney, un heredero privilegiado que durante toda su vida ha utilizado las conexiones y ventajas de su familia para acumular una fortuna, y que ahora recoge millones de dólares sin hacer absolutamente nada, afirma haber identificado al 47 por ciento de los estadounidenses "que dependen del gobierno, que creen que ellos son unas víctimas, que creen que el gobierno tiene la responsabilidad de cuidarlos, que creen que tienen derecho a tener salud, a alimentación, a tener una vivienda, y "a vaya usted a saber que otros derechos."
La mayoría de estas personas, se queja, "no pagan impuesto sobre la renta."
Eso, sugiere Romney, los convierte en no importantes en su cálculo político.
"Mi trabajo no es preocuparme por esas personas", dice, y predice que todos los votantes "dependientes" respaldarán a Barack Obama este año.
"Nunca voy a poder convencerlos de que deben asumir la responsabilidad personal y la atención de sus propias vidas."
Pero Romney no debería ser tan desdeñoso de la clase que evita pagar impuestos.
Después de todo, él es uno de ellos.
El "Centro Independiente De Política Fiscal", dice que más o menos el 46 por ciento de los estadounidenses no pagaron impuesto sobre la renta el año pasado.
Algo menos de la mitad de los que no pagan, aprovechan las exenciones fiscales destinadas a aliviar la carga a los estadounidenses de edad avanzada que viven con ingresos fijos.
Aproximadamente una tercera parte de ellos no paga, porque son los beneficiarios de los créditos fiscales diseñados para ayudar a los trabajadores pobres y a sus hijos a salir adelante.
En otras palabras, los estadounidenses que no pagan impuestos son, en su mayor parte, ya sea trabajadores o jubilados de bajos o medianos ingresos.
No están eludiendo sus responsabilidades fiscales.
Se están beneficiando de las exenciones que han sido diseñadas para aliviar o eliminar de sus espaldas las cargas fiscales.
El "Tax Policy Center" ha ofrecido el ejemplo de una pareja que trabaja por salarios mínimos, que tienen dos hijos y que gana menos de US$26,400 dólares al año.
Utilizando las deducciones y exenciones estándar, específicamente diseñadas en favor de las familias en su circunstancia, pueden presentar un Formulario que tiene un cero en la columna de "cantidad debida."
Decenas de millones de hogares estadounidenses, se encuentran en esa categoría.
Recordemos que, según la "Oficina del Censo", 46.2 millones de estadounidenses vivían en la pobreza en el 2011.
Mitt Romney no es un miembro de esa clase pobre de estadounidenses.
Como multimillonario, forma parte de una elite multi-generacional privilegiada, la del 1 por ciento.
Pero Mitt Romney tiene algo en común con esos trabajadores pobres.
Al igual que ellos, se beneficia de los programas federales que están diseñados para permitir que algunos estadounidenses evadan el pago de parte o de la totalidad de los impuestos que deberían pagar.
Aproximadamente el 13 por ciento de los estadounidenses de altos ingresos utilizan detalladas deducciones de interéses hipotecarios, de los pagos de salud, de las contribuciones caritativas, de los créditos educativos o de la exención de impuestos al interés devengado.
Mitt Romney no ha presentado sus declaraciones de impuestos, mismas que su padre dijo un candidato a la presidencia le debe al pueblo estadounidense.
Pero por su propia admisión, Romney, ha asegurado que él no "paga más impuestos de lo que legalmente procede."
Todo indica, que Romney, se ha aprovechado al máximo de las exenciones, de los créditos, de los paraísos y de las lagunas fiscales.
¿Qué tipo de lagunas?
Recibimos una indicación de los documentos presentados por la empresa que utilizó para transmitir dinero a sus cuentas personales mucho después de dejar de ser su asociado.
"Los documentos publicados por Bain Capital en agosto, muestran que esta hace todo lo posible para ayudar a sus socios y a sus inversores a evadir impuestos", explicó Rebecca Wilkins, abogada senior de "Ciudadanos Por La Justicia Tributaria."
Más allá de simplemente depositar su dinero en alta mar, Bain utiliza agresivas técnicas de planificación fiscal.
Así es como alguien que gana decenas de millones de dólares paga solamente alrededor de un 13% de sus ingresos anuales al Tesoro de los Estados Unidos, en comparación con la tasa de impuesto marginal máxima del 35 por ciento.
Se estima que en el 2011, Romney pagó $3.2 millones de un total de ingresos de $21 millones.
Si Mitt Romney hubiese pagado a una tasa del 35%, que se supone debería estar pagando, el cheque que escribió al IRS hubiese sido de $7.4 millones.
Así, evitó pagar $4.2 millones de dólares en impuestos, por lo que a mi me parece que Mitt Romney es miembro honorario del grupo de personas que tanto odia, los del 47 por ciento.