Por Aníbal E. Melo
La existencia del derecho a la ciudadanía por nacimiento es hoy más necesario que nunca, en los Estados Unidos.
En muchos otros países alrededor del mundo, donde se niega este derecho, además se les niegan otros derechos humanos básicos a las personas pertenecientes a las minorías étnicas.
Son los casos de los Coreanos en Japón, las personas de ascendencia turca en Alemania, los Musulmanes en Birmania, o los Haitianos en República Dominicana, para nombrar sólo algunos ejemplos.
En el caso de Estados Unidos, mientras que el principal propósito de la Enmienda 14 fue originalmente el proteger los derechos de ciudadanía de los esclavos y de los Afro-Americanos libres, que habían sido denegados por la infame decisión Dred Scott del 1857, no podemos pasar por alto el papel que esta jugó en la protección de otras minorías perseguidas y discriminadas, décadas después de que dicha Enmienda fue adoptada en el año 1868.
Me refiero a los Chinos, que fueron sometidos a una intensa persecución y discriminación, que culminó con la aprobación de la primera de las más notorias leyes de exclusión, la de los Chinos en 1882.
Estas leyes, que no son sino una gran mancha más en la historia de América como lo son la esclavitud o el caso Dred Scott, impedían entre otras cosas, que los inmigrantes Chinos pudiesen convertirse en ciudadanos naturalizados.
Esta prohibición se extendió a todos los inmigrantes Asiáticos y duró hasta la mitad del Siglo 20.
En 1898, el Tribunal Supremo, en el caso Estados Unidos Vs. Wong Kim Ark, se enfrentó con la cuestión de si un niño nacido aquí de raza China, cuyos padres residían en los Estados Unidos al momento de su nacimiento, pero que habían sido excluidos de convertirse en ciudadanos Americanos por causa de la ley de exclusión de los Chinos, era o no ciudadano Estadounidense por nacimiento.
La decisión de la mayoría sostuvo que la Enmienda 14 (con muy pocas excepciones, principalmente en relación a ciertos Nativos Americanos) estaba destinada a proteger los derechos de ciudadanía de todos los nacidos en América, no solo los de los afroamericanos.
La importancia de ese caso muestra que la 14ª Enmienda está destinada a combatir la discriminación racial en general, no sólo de un grupo en particular, y que se llevó a cabo no sólo con la declaración expresa de la mayoría, sino por encima de la disidencia, que la criticó y atacó.
En estas elecciones hay inquietantes ecos de esa época oscura de nuestra historia representados por Donald Trump con su amenaza contra los inmigrantes indocumentados, y la eliminación de la Enmienda 14.
Estoy absolutamente seguro de que nadie piensa que Estados Unidos debe cerrar el turismo y el comercio con China con el fin de prevenir que sus mujeres vengan aquí a tener bebés.
También se debe dejar de hablar del término "bebés ancla", y empezar a hablar más acerca de cómo podemos eliminar todos los prejuicios y la discriminación existente en nuestra sociedad.
Moviéndonos hacia atrás y privando a los niños Latinos y Asiáticos nacidos aquí de la ciudadanía, no es la manera de hacerlo.