sábado, 23 de julio de 2011

Los Republicanos No Saben Que Tienen Un Problema... Y Los Demócratas No Ven La Oportunidad.

                                                                                          
Por Aníbal E. Melo

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Desde hace algún tiempo, hay una guerra civil dentro del Partido Republicano entre los que ven a los inmigrantes como un activo para el país, frente a los que los ven como un gran problema que hay que controlar.

Hay antecedentes históricos para ambos bandos.

Presidente Theodore Roosevelt,
 Republicano
Un bando puede mirar hacia atrás y señalar a Theodore Roosevelt, el primer Presidente moderno republicano que fue firme defensor de los inmigrantes, a principios del siglo 20.

Los nativistas, pueden encontrar su justificación en la ley de inmigración del 1924, que tuvo por objeto el tratar de regresar a los Estados Unidos del 1890, antes del tsunami de la inmigración judía y católica.

Recientemente, parecía que los "conservadores compasivos" iban a ganar la batalla.

Presidente Ronald Reagan,
Republicano
El Presidente Ronald Reagan firmó la amnistía del 1986, el Presidente George H. W. Bush firmó el Acta de Inmigración del 1990, que triplicó el número de visas basadas en empleos, el Presidente George W. Bush fue el primer Presidente en hablar en favor de una reforma migratoria al país en un discurso televisado desde el Despacho Oval.

Pero, esperen, aún hay más...

Presidente George H. W. Bush, Republicano




Recordemos al Senador Orrin Hatch, que introdujo la primera versión del proyecto de ley "Dream", o al Senador John McCain, que cruzó los pasillos del Congreso para trabajar con el fallecido Senador Edward Kennedy en la lucha por una reforma integral de las leyes de inmigración.


Que buenos tiempos aquellos!

En la medida que la economía se deterioró, el mercado inmobiliario se desplomó, el desempleo se disparó, los bancos dejaron de prestar, y Wall Street se precipitaba hacia la ruina, la visión, la compasión y el coraje necesario para adoptar una política de inmigración humana desapareció.

Presidente George W. Bush,
Republicano
En su lugar llegaron los gritos de los "nativistas!"

Ahora el miedo y el asco acechan los pasillos del Congreso: Desfinanciar al USCIS; seguridad fronteriza; resistir cualquier intento de ayudar a los indocumentados.

Estos son los gritos de guerra en la época del Tea Party.

Sólo los derechistas pueden sobrevivir.

Senador por Utah
Orrin Hatch, Republicano




El mismo McCain, que en el pasado dijo con orgullo que apoyaba una Reforma, hoy se muestra arrepentido. Dice que hay que aplicar la ley y que el Tío Sam debe apresurarse a construir una muralla que llegue al cielo.

Robert Bennett, conocido por décadas como uno de los conservadores más famosos de Utah no fue un derechista lo bastante odioso y pagó por su moderación pérdiendo de un insurgente, Mike Lee, que navegó hacia la victoria en las elecciones generales.

¿Qué tal Orrin Hatch?, apasionado padre de la Ley Dream, que recientemente votó contra su propia creación.

Senador por Arizona
John McCain, Republicano
Independientemente de los méritos que cualquier propuesta de reforma migratoria pudiese tener, la realidad política actual hace que muy pocos legisladores republicanos en el Congreso sean lo bastante temerarios como para votar por ella, sabiendo que, sí lo hacen, el Tea Party los desafiaría, con toda seguridad, en el próximo ciclo electoral.

El Senador Lindsey Graham, que trató de improvisar un consenso bipartidista en el Senado en favor de una Reforma Comprensiva, enfrenta precisamente ese destino incierto en el 2012. La conciencia en el Congreso puede tener un largo invierno en Carolina del Sur!

Senador por Carolina Del Sur
Lindsey Graham, Republicano
A corto plazo, los vencedores en esta guerra, pueden obtener dividendos políticos, pero con el tiempo, es una fórmula que los aleja de las minorías.

En los años veinte, el Partido Republicano cerró la "Puerta de América" a los inmigrantes, a través de la ley de "cuotas por origen nacional."

Luego, los hijos y nietos de esos inmigrantes despreciados se volvieron contra el Partido de Lincoln y formaron la coalición del "New Deal" que ganó cinco elecciones presidenciales consecutivas.

Ex Senador por Utah,
 Robert Bennett, Republicano
Ahora, el Partido Republicano está repitiendo el mismo error histórico de alienar al bloque de votantes de más rápido crecimiento en la nación.

Van a pagar un costo por su locura?

Creo que sí, pero sólo si el Presidente Obama y el Partido Demócrata se dan cuenta de que la reforma migratoria no es sólo una buena política, sino una ganadora.

El que capte la lealtad de los electores hispanos, se convertirá en el partido mayoritario en el gobierno en las próximas décadas.

Senador por Nevada,
Harry Reid, Demócrata
Si alguien lo duda, preguntele a Harry Reid, líder de la mayoría del Senado, cuya improbable supervivencia fue posible gracias a las tropas de los sindicatos y de los votantes hispanos.

Muchos le cantan al nacionalismo, pero Estados Unidos es cada vez menos macho y menos blanco.

Si los republicanos quieren ganar en las elecciones presidenciales, no pueden darse el lujo de tirar por la ventana los votos electorales de California, Arizona, Florida, Nuevo México, Colorado y Nevada.

Hacer eso los convertiría en un Partido limitado a un reducto de las montañas del sur y del interior occidental.

Senador por Utah,
Mike Lee, Republicano
Incluso Texas, sólidamente rojo, es ahora junto a California un estado con mayoría minoritaria.

Escriban esto: En dos generaciones, Texas va a ser Demócrata, en la medida que los votantes del Valle del Río Grande, ejerzan el derecho constitucional al voto.

¿Saben lo gracioso? Parece que los líderes políticos, no se han dado cuenta.