martes, 5 de abril de 2011

Inmigración y Diversidad en Estados Unidos


Por Aníbal E. Melo

Estados Unidos no es el único país de habla Inglesa que está luchando con cuestiones de inmigración y diversidad.

En el 2004, el periodista británico, David Goodhart, publicó un artículo en The Guardian títulado "El malestar de los extraños", en el que dejó claro que ciertos tipos de "extranjeros", como los Asiaticos, Áfricanos y los musulmanes, lo hacían sentir muy incómodo.

No contento con atacar a los inmigrantes en Gran Bretaña, el artículo de Goodhart también hizo trizas a los hispanos y a los afroamericanos de los Estados Unidos.

La premisa básica de Goodhart, es que hay una diferencia entre las sociedades basadas en la "solidaridad", (según él, caso de Gran Bretaña y su población blanca) y la "diversidad", que, por supuesto, significa una sociedad que incluye a todas las demás razas y nacionalidades. Él argumentó en su artículo, que una sociedad basada en la "solidaridad" funciona mucho mejor.

Este tipo de retórica anti-inmigrante basada en el origen étnico, o como a algunos les gusta llamarlo eufemísticamente, "la cultura", es casi desconocida en Estados Unidos.

En la década de los '90, Peter Brimelow, otro británico, pero inmigrante y residente en este país, escribió esencialmente la misma cosa en su libro "Alien Nation".

En el 2003, Samuel Huntington, fallecido profesor de Harvard, mejor conocido por su libro "Choque de Civilizaciones", suscitó una polémica, con su argumento de que "America" es esencialmente blanca y protestante, y enfáticamente no hispana.

El ex-candidato presidencial Patrick J. Buchanan ha estado escribiendo algo similar durante muchos años.

Cuando un país adopta este tipo de ideología (y estoy tratando de ser cortés aquí) como política oficial de inmigración, muchas cosas cambian para lo peor.

Un ejemplo de esto es el Reino Unido, que ha reducido el límite de la inmigración legal permanente y también ha adoptado procedimientos de solicitud de visas de residencia que han desalentado a muchos no europeos, incluyendo a profesionales altamente cualificados y a personas ricos de China y de otros países.

Esto ha provocado furiosas reacciones de los afectados, personas que cualquier otro país en su sano juicio consideraría como inmigrantes deseables.

En contrastre, Canadá ha ganado reputación positiva por su aceptación de la diversidad.

La elección para Estados Unidos es bastante clara.

¿Tendremos, en violación de todos los ideales y las tradiciones de los estadounidenses, un acercamiento a la visión de Gran Bretaña y nos convertiremos en un país con mentalidad estrecha, excluyente y aislante, o vamos a seguir el ejemplo de Canadá y participar en el mundo diverso que nos rodea con un espíritu de acogida y aceptación de los inmigrantes más cualificados, sin importar de donde vengan?

No hay duda de hacia donde la administración de Obama nos está llevando ahora.

Tenemos que cambiar de rumbo si es que queremos recuperar no sólo lo que es mejor en América, sino lo que mejor representa los intereses de Estados Unidos en el mundo globalizado del siglo 21.