Por Aníbal E. Melo
Aquellos que buscan soluciones razonables para el fracturado
sistema de inmigración de la nación no los encontrarán en el Partido
Republicano.
Bajo la bandera de "Hacer A Estados Unidos Fuerte
Una Vez Más," la “Convención Nacional Republicana” de este año destacó y
dió protagonismo a un enfoque populista de inmigración que no sólo es
perjudicial, sino que va en contra de lo que realmente ha hecho grande a
Estados Unidos.
A juzgar por la retórica de muchos en la Convención
Republicana, el mismo Partido de Ronald Reagan, quién firmó como Ley un amplio
programa de Amnistía en favor de millones de indocumentados, hoy en día no está
listo para una discusión del tema basado en hechos o en la realidad.
En cambio, Trump vende el mensaje de que los inmigrantes
indocumentados son una amenaza criminal y económica para los estadounidenses y
que el camino a seguir es la construcción de muros y la restricción selectiva de
la inmigración.
La primera noche de la Convención destacó tres voces que
se refirieron a si mismas como "víctimas de inmigrantes ilegales."
Mary Ann Mendoza, Sabine Durden y Jamiel Shaw, padres de
personas asesinadas por inmigrantes ilegales, como es comprensible expresaron
su indignación ante un sistema que supuestamente no mantuvo afuera a los que en
última instancia se llevarón las vidas de sus hijos.
Durden y Shaw aprovecharon la oportunidad para apoyar la
construcción de un muro en la Frontera Sur, mientras que Mendoza afirmó
"un voto por Hillary pone nuestras vidas y las de nuestros niños en riesgo".
Entre la larga lista de ideas que Trump esta vendiendo,
esta la de que es necesario construir un muro fronterizo e impulsar una
política de inmigración restrictiva, para poder proteger a los niños y limitar
la inmigración debido al supuesto hecho de que los indocumentados, una vez
aquí, cometen delitos a un ritmo mucho mayor que los estadounidenses.
Pero un Informe del 2015 del “Consejo Estadounidense de
Inmigración”, concluyó que los inmigrantes legales y los indocumentados son menos
propensos a cometer delitos graves o a ser encarcelados que los nativos.
Hay varias razones para eso, incluyendo la realidad de
que los inmigrantes que tanto sacrifican para llegar aquí tienen mucho que
perder si cometen delitos y son deportados.
Confundir a los indocumentados con criminales graves es
tan ilógico como condenar a todos los Agentes de Policía por las malas acciones
de unos pocos.
La mayoría de los indocumentados, son buenos trabajadores
– después de todo, no califican para beneficios gubernamentales - y vienen
buscando una vida mejor para ellos y sus familias.
Pero incluso eso es visto como una amenaza por el Partido
Republicano.
"El exceso de inmigración inunda el mercado de
trabajo, y reduce las perspectivas de empleo y los salarios de los estadounidenses.
El Presidente tiene el deber de suspender la inmigración para proteger a los
Estados Unidos y esta Elección va a hacer que eso suceda. Es por eso que
necesitamos a Donald Trump", declaró el Senador Jeff Sessions, R-Alabama, en
la Convención.
Sessions, racist y firme opositor de la Reforma Migratoria,
presenta una visión del mundo en la que todos los problemas de Estados Unidos
son atribuibles en gran parte a los extranjeros - ya sea a través del comercio
o la inmigración.
Es una perspectiva seductora, pero que no concuerda con
la realidad.
El Economista Giovanni Peri escribió en Cato Journal: "La
inmigración, como el comercio y la inversión extranjera, en última instancia, son
fuerzas impulsoras de crecimiento continuo y pueden ser utilizadas para mejorar
las ventajas competitivas de los trabajadores y de las empresas".
Por desgracia, la Plataforma del 2016 del GOP refleja la
visión que tiene Donald Trump.
"Somos partidarios de la construcción de un Muro y de
la protección de todos los Puertos de Entrada. La pared debe cubrir la
totalidad de la Frontera Sur y debe ser lo suficientemente grande como para
poder detener el tráfico de vehículos y peatones."
Será que esa pared va a salvarle las vidas a nuestros
hijos y asegurará a todos los estadounidenses el poder obtener empleos bien
pagados?
Probablemente no.
Si se construye, ese muro no sería más que un testamento
grotesca de hasta qué punto los Estados Unidos, una nación de inmigrantes, ha
cambiado en sus fundamentos.
Con millones de indocumentados que viven en Estados Unidos
trabajando duro y que son padres de niños ciudadanos, es imperativo que el
discurso nacional sobre inmigración sea realista y sensato.
Y construir un muro fronterizo utilizando como chivos expiatorios
a los inmigrantes sólo socava la verdadera realidad.