lunes, 25 de julio de 2016

Plataforma Republicana: No A Reforma Migratoria Integral



Por Aníbal E. Melo



Aquellos que buscan soluciones razonables para el fracturado sistema de inmigración de la nación no los encontrarán en el Partido Republicano.

Bajo la bandera de "Hacer A Estados Unidos Fuerte Una Vez Más," la “Convención Nacional Republicana” de este año destacó y dió protagonismo a un enfoque populista de inmigración que no sólo es perjudicial, sino que va en contra de lo que realmente ha hecho grande a Estados Unidos.

A juzgar por la retórica de muchos en la Convención Republicana, el mismo Partido de Ronald Reagan, quién firmó como Ley un amplio programa de Amnistía en favor de millones de indocumentados, hoy en día no está listo para una discusión del tema basado en hechos o en la realidad.

En cambio, Trump vende el mensaje de que los inmigrantes indocumentados son una amenaza criminal y económica para los estadounidenses y que el camino a seguir es la construcción de muros y la restricción selectiva de la inmigración.

La primera noche de la Convención destacó tres voces que se refirieron a si mismas como "víctimas de inmigrantes ilegales."

Mary Ann Mendoza, Sabine Durden y Jamiel Shaw, padres de personas asesinadas por inmigrantes ilegales, como es comprensible expresaron su indignación ante un sistema que supuestamente no mantuvo afuera a los que en última instancia se llevarón las vidas de sus hijos.

Durden y Shaw aprovecharon la oportunidad para apoyar la construcción de un muro en la Frontera Sur, mientras que Mendoza afirmó "un voto por Hillary pone nuestras vidas y las de nuestros niños en riesgo".

Entre la larga lista de ideas que Trump esta vendiendo, esta la de que es necesario construir un muro fronterizo e impulsar una política de inmigración restrictiva, para poder proteger a los niños y limitar la inmigración debido al supuesto hecho de que los indocumentados, una vez aquí, cometen delitos a un ritmo mucho mayor que los estadounidenses.

Pero un Informe del 2015 del “Consejo Estadounidense de Inmigración”, concluyó que los inmigrantes legales y los indocumentados son menos propensos a cometer delitos graves o a ser encarcelados que los nativos.

Hay varias razones para eso, incluyendo la realidad de que los inmigrantes que tanto sacrifican para llegar aquí tienen mucho que perder si cometen delitos y son deportados.

Confundir a los indocumentados con criminales graves es tan ilógico como condenar a todos los Agentes de Policía por las malas acciones de unos pocos.

La mayoría de los indocumentados, son buenos trabajadores – después de todo, no califican para beneficios gubernamentales - y vienen buscando una vida mejor para ellos y sus familias.

Pero incluso eso es visto como una amenaza por el Partido Republicano.

"El exceso de inmigración inunda el mercado de trabajo, y reduce las perspectivas de empleo y los salarios de los estadounidenses. El Presidente tiene el deber de suspender la inmigración para proteger a los Estados Unidos y esta Elección va a hacer que eso suceda. Es por eso que necesitamos a Donald Trump", declaró el Senador Jeff Sessions, R-Alabama, en la Convención.

Sessions, racist y firme opositor de la Reforma Migratoria, presenta una visión del mundo en la que todos los problemas de Estados Unidos son atribuibles en gran parte a los extranjeros - ya sea a través del comercio o la inmigración.

Es una perspectiva seductora, pero que no concuerda con la realidad.

El Economista Giovanni Peri escribió en Cato Journal: "La inmigración, como el comercio y la inversión extranjera, en última instancia, son fuerzas impulsoras de crecimiento continuo y pueden ser utilizadas para mejorar las ventajas competitivas de los trabajadores y de las empresas".

Por desgracia, la Plataforma del 2016 del GOP refleja la visión que tiene Donald Trump.

"Somos partidarios de la construcción de un Muro y de la protección de todos los Puertos de Entrada. La pared debe cubrir la totalidad de la Frontera Sur y debe ser lo suficientemente grande como para poder detener el tráfico de vehículos y peatones."

Será que esa pared va a salvarle las vidas a nuestros hijos y asegurará a todos los estadounidenses el poder obtener empleos bien pagados?

Probablemente no.

Si se construye, ese muro no sería más que un testamento grotesca de hasta qué punto los Estados Unidos, una nación de inmigrantes, ha cambiado en sus fundamentos.

Con millones de indocumentados que viven en Estados Unidos trabajando duro y que son padres de niños ciudadanos, es imperativo que el discurso nacional sobre inmigración sea realista y sensato.


Y construir un muro fronterizo utilizando como chivos expiatorios a los inmigrantes sólo socava la verdadera realidad.