viernes, 20 de junio de 2014

Un País Harto De Las Guerras

Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com


En la medida que Irak se desmorona, me acuerdo de mucho de lo sucedido en el verano del 2002.

Entre otras cosas, los canchanchanes del Presidente Bush, entre ellos su "principal asesor", Karl Rove, afirmaban que:

"Los que se oponen a la guerra contra Irak, son personas que creen que las soluciones emergen del estudio juicioso de realidades discernibles. Esa no es la forma en la que el mundo funciona. Nosotros somos un imperio, y cuando actuamos, creamos nuestras propias realidades. Y mientras unos estudian esa realidad juiciosamente, nosotros de nuevo, creamos otras, que pueden también ser estudiadas. Así es como las cosas se solucionan. Somos actores de la historia ... y el resto, estudia lo que nosotros hacemos".

Al ver el desarrollo de los acontecimientos cada vez más caóticos en la región que a los funcionarios de Bush le gustaba llamar el "Gran Oriente Medio", hay que tener en cuenta la exactitud misteriosa de la declaración de Rove.

El Presidente, su Vice Dick Cheney, el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld, y la Asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, entre otros, fueron de hecho "hacedores de la historia".

Ellos crearon "nuevas realidades" y, como Rove sugiere, el resto de nosotros estamos ahora "estudiando" el toyo que crearon.

Sus sueños geopolíticos no podrían haber sido más grandiosos o más globales, para no decir megalómanos.

Ellos esperaban pacificar el "Gran Oriente Medio", mediante el dóminio de Irak.

Harían que Siria e Irán se inclinasen ante el poder estadounidense, lo que a su vez secaría la fuente del terrorismo.

Todo eso pensaban los personeros de ese Gobierno, daría lugar a la creacion de una verdadera y larga "Pax Mundial Americana" que estaría basada en un ejército tan dominante que ningún otro país o bloque de países alguna vez desafiaría.

Era todo un gran sueño, pero nada de eso, ni una pizca, se hizo realidad.

Esos magos republicanos creían saber lo que había que hacer para crear un mundo a su imagen.

Un mundo que imaginaban controlar como ningún otro poder imperial en la historia del mundo lo había hecho.

Y claro, lanzaron una invasión militar tan fatal que hizo un agujero en los principales países productores de petróleo del Medio Oriente.

Tomaron a Bagdad, y "decapitaron" un régimen, que aunque particularmente brutal, era lo que mantenía contenida las tensiones políticas intestinas de Irak.

Pero no les faltaba nada cuando se trataba de optimismo y estupidez.

Entre los primeras movimientos que llevaron a cabo, estuvo el desmontar el ejército de 350,000 hombres del autócrata iraquí Saddam Hussein.

El plan de Bush-Cheney era sustituirlo por una pequeña fuerza de 12,000 hombres con armas ligeras para proteger la frontera, y quizás entrenar otros 40,000 militares.

Habida cuenta de la visión del mundo que tenían, ese plan hacia un "sentido total".

¿Por qué Irak necesitaría más militares, si Estados Unidos se quedaría merodeando en la zona por mil años, ...en una serie de Bases que contratistas del Pentágono estaban ya construyendo?

¿Qué peligros podría haber en la región con la fuerza militar estadounidense a tiro de hit?

Muy pronto, a muchos se les hizo evidente que lo que realmente habían hecho era convertir al cuerpo de oficiales iraquíes y a la mayor parte de las tropas del país en desempleados, creando la semilla para el nacimiento de la insurgencia militar Suní de hoy.

Un comienzo brillante!

A Irak ni siquiera le dejaron mantener una Fuerza Aérea funcional.

Es por eso, que el Primer Ministro Maliki ha estado pidiendole a la Administración Obama que envie la Fuerza Aérea estadounidense al Golfo.

Saddam Hussein tenía una fuerza aérea, que una vez fue una de las más grandes en el Medio Oriente.

Pero la Administración Bush, llegó a la conclusión de que el nuevo Ejército Iraquí no tendría necesidad de tener aviones de combate, helicópteros, o casi nada, no cuando la Fuerza Aérea de los Estados Unidos estaría cerca, apostada en las bases militares de Balad en el Irak Central.
 
¿Quién necesita tener dos fuerzas aéreas?

Despues de todo, los estadounidenses serían recibidos como libertadores, la misión cumplida rápidamente, y las "grandes operaciones de combate" terminarían pronto, tal y como el propio George Bush tan infamemente lo anunció el 1 de mayo del 2003, desde la cubierta del "USS Abraham Lincoln".

No menos milagroso sería que con las acciones, esencialmente, se lograría un regalo invaluable para el pueblo estadounidense.

Después de todo, como señaló el Sub-secretario Paul Wolfowitz, Irak "flota sobre un mar de petróleo", significando que una vez "libre" dicho país podría cubrir todos los costos de su reconstrucción sin pestañear.

Y es que el gobierno republicano de entonces, invadió a Irak con un todopoderoso sentido de que estaba construyendo un protectorado estadounidense.

Eso justificaba en sus mentes, el llevar a cabo sus ambiciosos planes: Manejar la economía iraquí, desmantelar el gobierno del país, y favorecer a corporaciones compinches para enriquecerse reconstruyendo la industria de la energía.

Al final todo se compondría creía el gobierno republicano, comercializando el crudo de una de las mayores reservas de combustibles fósiles del planeta.

El poder americano flotaría libremente sobre ese oceano de petróleo.

Por otro lado, en la medida que la ocupación se acentaba, se cometieron abusos atroses, como si todavía estuviesemos viviendo en el Siglo XIX.

En resumen, esa es la verdadera historia, y hoy no esta pasando nada que no haya estado previsto.

Casi puedo decir, que invariablemente ha ocurrido lo contrario a lo que Bush y su grupo soñaron.

Ahora para muchos es evidente que la guerra y la ocupación le han costado a los Estados Unidos, literalmente, un brazo y una pierna, sin contar lo que le ha costado a los iraquíes.

Dos billones de dólares más tarde, sin tomar en cuenta los costos de la post-guerra, Irak es una catástrofe.

Hoy, $25,000 millones de dólares más tarde, el último vestigio estadounidense en Irak, las fuerzas de seguridad que Washington construyó, parecen estar en un estado de disolución.

Y es que hace poco, ante el avance de los simpatizantes del grupo llamado "Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS)", cerca de 50,000 oficiales del ejército y las tropas regulares abandonaron sus armas estadounidenses y sus uniformes, mismos que los insurgentes sunitas y los yihadistas extranjeros han tomado, para huir despavoridos.

Como resultado, una gran parte de Irak, incluyendo Mosul, la segunda ciudad más grande del país, ya han caído en manos de los insurgentes, se dice que con la colaboración de ex-militares de Saddam, y de un pequeño ejército de yihadistas, evidentemente, financiados por Arabia Saudita y Kuwait, ambos "aliados" de los Estados Unidos.

Recordar la arrogancia del Gobierno de Bush, aún me para el aliento.

Sus principales funcionarios convirtieron en una escala inimaginable la "realidad" en una pesadilla.

Y en la medida que estudiamos la región hoy en día, los resultados no guardan relación con el mundo que ellos imaginaron.

Muchos todavía recordamos que la Administración Bush, antes de la invasión, falsamente hablaba del peligro de que bombas atómicos cayesen sobre las ciudades estadounidenses, ya que Saddam Hussein tenía un programa nuclear próspero en Irak.

¿Quién se acuerda de que como parte de la justificación de la invasión, la administración republicana declaró que había una relación "madura y simbiótica" entre el Irak de Saddam Hussein y al-Qaeda?

¿Quién se acuerda de que al año de que las tropas estadounidenses tomaron Bagdad, la supuesta evidencia del programa nuclear de Hussein había ido a parar al inodoro?

"Es evidente que hay una relación", testificó el Vice-presidente para la cadena "CNBC" en junio del 2004.

"La evidencia es abrumadora. Se remonta a principios de los años 90. Se trata de toda una serie de contactos de alto nivel entre Osama bin Laden y funcionarios de inteligencia iraquíes".

Tales afirmaciones resultaron ser falsas también, pero para entonces, ya el 57% de los estadounidenses estaban convencidos de que efectivamente había relación significativa entre Saddam y al-Qaeda.

Y, el 20% creía que Saddam estaba vinculado directamente a los atentados del 9/11.

Más de una década después de la invasión, y de que Cheney dijese fervientemente de que ninguna otra Administración tendría el más mínimo problema para contener a al-Qaeda en Irak (o en Siria, o en Yemen, o en una serie de otros países), la evidencia apunta a que los Suní de Irak y de las áreas vecinas de Siria, uno de los países que se suponía iba a postrarse delante del poderío estadounidense, ahora albergan a un naciente estado yihadista, criatura concebida en parte gracias a las fantasías de los supuestos "visionarios" de la administración republicana.

Ahora, el yihadismo y los simpatizantes de al-Qaeda están en aumento, desestabilizando regiones enteras, desde Pakistán hasta el norte de África.

No se nos puede olvidar, que en el período antes y después de la invasión de Irak, los funcionarios de Bush y sus partidarios hablaban con entusiasmo acerca de la "domesticación" de la zona que se extiende desde el norte de África, pasando por el Medio Oriente, hasta el Asia Central, y que denominaban el "arco de la inestabilidad".

En un discurso de febrero del 2006 para la "American Legion" Bush se centró en su guerra global contra el terrorismo, y dijo:

"Poco a poco, estamos ayudando a transformar el arco de inestabilidad del Medio Oriente en uno de libertad. Y como la libertad va a llegar a más personas en esa región vital, vamos a tener nuevos aliados en la guerra contra el terror. Nuevos socios en la causa de la moderación en el mundo musulmán y en la causa por la paz".

Pero para ese entonces dicho "arco", estaba empezando a arder.

Hoy en día, ya está en llamas.

Casi 13 años después del lanzamiento de la "Guerra Global Contra el Terror" y de los primeros bombardeos en Afganistán.

Once años después de las protestas mundiales contra la guerra, y la invasión de Irak.

Tres años después de que celebramos la muerte de Osama bin Laden, ese "arco" se ha derrumbado de manera impresionante.

Y es que las cosas van de mal a peor.

Militantes yihadistas en Pakistán atacaron el aeropuerto internacional de Karachi, asalto que dejó atónito al país y sugirió que el alcance de los talibanes paquistaníes estaba creciendo.

Al mismo tiempo, el Gobierno de Obama tuvo que reanudar su campaña de bombardeo con aviones no tripulados en las zonas fronterizas tribales de Pakistán.

Por otro lado en Yemen, donde Estados Unidos ha estado llevando a cabo desde hace años acciones específicas utilizando "drones" contra al-Qaeda, militantes desconocidos anularon el sistema de electricidad en Sanaa, la capital, por todo un día.

El baño de sangre en Siria, por supuesto, continúa.

Libia, ahora una tierra de yihadistas, milicias y generales ambiciosos, es esencialmente ingobernable y caótica.

Pienso que todo esto representa la peor pesadilla de George W. Bush, así como el sueño acariciado de Osama bin Laden.

Para el 11 de septiembre del 2001, al-Qaeda era una organización terrorista peligrosa, pero relativamente pequeña, financiada modestamente y que planificaba ataques de vez en cuando.

Pero desde la caída de las torres, y gracias a los actos de los fundamentalistas de la Administración Bush, cuyos funcionarios pensaban que tenían su mejor portunidad para crear, geopolíticamente hablando una carnicería, todo se ha ido al carajo.

Hoy, casi 13 años después, ha nacido el primer prototipo de estado yihadista en el corazón del Medio Oriente.

Ahora, los jihadistas de al-Qaedan están armados hasta los dientes con armamento estadounidense, y con una real posibilidad de poder convertirse en una verdadera amenaza nuclear.

En el norte de África, jihadistas están utilizando las armas del arsenal del autócrata libio Muammar Gaddafi.

Y los jihadistas de ISIS tienen ahora cientos de millones de dólares robados de la sucursal en Mosul del Banco Central Iraquí que les sirven para financiar y avanzar hacia Bagdad.

Pienso que ni Osama bin Laden podría haber asumido que las cosas sucederían asi.

Todo esto es una debacle que hemos visto sólo dos veces en la historia: En China, cuando en 1949 el ejercito de Chiang Kai-shek armado y entrenado en gran parte por América se desintegró ante la fuerza insurgente del líder comunista Mao Zedong; y un cuarto de siglo más tarde, cuando una creación militar puramente estadounidense, el ejército de Vietnam del Sur, se derrumbó frente a la ofensiva de las tropas de Vietnam del Norte y las fuerzas rebeldes locales.

En cada caso, la derrota resultante fue psicológicamente inquietante para los Estados Unidos y llevó a amargos debates sobre quién "perdió" China y quién "perdió" Vietnam.

Hoy, los primeros signos de un debate igual sobre la "pérdida" de Irak ya están apareciendo.

Esto no debería sorprender a nadie, ya que lo único que queda es pasar la "pelota de la culpa" alrededor.

El Senador John McCain, ferviente partidario de la invasión y la ocupación del 2003, ya puso en marcha la ronda más reciente del "juego de la culpa", diciendo que es de la Administración Obama por retirar las fuerzas estadounidenses de Irak en el 2011 (debido a un acuerdo negociado por Bush) sin dejar una presencia significativa de tropas.

¿Quién perdió Irak?, ...la respuesta no importa!

El Oriente Medio está al revés.

Los iraníes, están colaborando con Washington al ayudar a Irak, y como resultado, Estados Unidos se encuentra en una alianza tácita con Irán, cuando aún son opuestos en Siria.

El Medio Oriente, con la singular excepción de Israel, se evapora, y con toda probabilidad, todo esto va a empeorar.

La pregunta de, "¿Quién ganó Irak?", no tiene respuesta.

Al final, los iraquíes serán los grandes perdedores.

En cuanto al futuro, Washington tiene al parecer la receta que conoce.

La única que sabe cocinar: Bombas, misiles y drones.

Los sueños geopolíticos de la era Bush están enterrados en algún lugar profundo en los escombros de Irak.

Y como la actual Casa Blanca no tiene ni "visionarios", ni "sueños globales grandiosos", sólo esta tratando desesperadamente de controlar un planeta que no desea cooperar. 

Suerte!