viernes, 10 de junio de 2011

Inmigración y Pobreza

                                                                                          
Por Aníbal E. Melo

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Si es cierto que el mundo ha progresado proporcionalmente más en los últimos cincuenta años que en toda la historia, no lo es menos el hecho de que la desigualdad entre las naciones es una de las características que mejor definen al mundo contemporáneo.


Este fenómeno se traduce, sobre todo, en las grandes diferencias entre los pueblos del mundo en cuanto al acceso a bienes y servicios básicos.

Todo esto, es consecuencia de los procesos económicos que, con diferentes resultados, han sido experimentados en las últimas décadas.

Creo que los principales factores que intervienen en la ola de inmigración hacia los países más ricos y desarrollados, tienen que ver con las dificultades económicas, los problemas de acceso a la propiedad de la tierra en el campo, a la religión y a la inestabilidad política existente en todo el llamado ''tercer mundo''.

Las cifras de personas, que carecen de lo básico para sobrevivir con un mínimo que garantice un nivel elemental de salud son muy altas, por ejemplo:
  • Más de 1,200 millones de seres humanos no tienen acceso a agua potable.
  • 1,000 millones carecen de vivienda adecuada.
  • Más de 800 millones de personas están mal nutridas, de las cuales 200 millones son niños menores de cinco años.
  • 2,000 millones de personas padecen anemia.
  • Más de 800 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de salud.
  • y 2,000 millones de personas carecen de acceso a medicamentos esenciales.
Para resumir, nada menos que el 80% de la población mundial vive sumida en la pobreza.


Cabe destacar que la pobreza es causa de la inmigración. Es un componente de la misma, un hecho sustancial a ella y un parámetro que, quizás como ningún otro, ayuda a que suceda.


A lo largo de los años 90 el proceso de desigualdad mundial se fue agudizando y definiéndose geográficamente de tal manera que situar en el mapa los conflictos y guerras actualmente en curso, es hablar de las zonas cuyas carencias hemos descrito anteriormente.


Por otro lado, la globalización, como fenómeno, arroja, entre otros, un efecto inesperado, o sea que la población de los países pobres conoce perfectamente la riqueza y el desahogo con que se vive en otros lugares del mundo y es consciente de esas desigualdades.


Se globaliza la información y las corrientes financieras, pero no los derechos de la gente al desarrollo y al bienestar.


Este conocimiento de la desigualdad, una vez referido a la propia situación de carencia de bienes y servicios básicos, es generador de frustración, de actitudes desesperadas, y del deseo de emigrar.


Imagínense, nada menos que 3,000 millones de seres humanos que sufren de carencias hoy en el mundo podrían tener ese sentimiento de buscar algo de justicia y felicidad en otros lares.


Mi trabajo me expone a este tema, a conocer a fondo los factores de la inmigración y a visualizar de una manera macro, la problemática del bienestar y el desarrollo humano.


La pobreza es simple y llanamente el mal que afecta al mundo hoy día, y del cual depende y se fragmentan todas las problemáticas existentes del diario vivir de todos los seres humanos.