martes, 3 de septiembre de 2013

La Otra Opción De Obama

Por Aníbal E. Melo
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AnibalMelo@yahoo.com


El mayor obstáculo que enfrenta la Reforma Migratoria no es la oposición, sino la inercia.

Los líderes de la Cámara de Representantes dicen que planean actuar, pero con los meses venideros que podrían ser consumidos por el drama económico federal, el tema de la inmigración puede quedarse en el olvido.

Si eso sucede, tengo una propuesta: Presionar a Obama para que empuje el botón de "otra opción".

Esa "otra opción", es la comúnmente conocida entre los reformistas como "Plan B".

Con esta, veríamos al Presidente tomar medidas ejecutivas para impedir que los inmigrantes indocumentados sigan siendo deportados – en la línea del programa de "Acción Diferida" creado para los "Dreamers" el año pasado.

No sería una panacea, ya que no les daría la ciudadanía, sin embargo, tal acción podría, al menos, parar parte del actual sufrimiento de millones de personas.

Y tal vez, podría convertirse en una "venganza política" contra los republicanos, ya que galvanizaría al electorado hispano, perjudicando aún más su imagen en el segmento de más rápido crecimiento de votantes.

Los opositores a la Reforma Migratoria aullan que eso es un chantaje.

En la medida que las perspectivas de lograr una legislación se vuelven cada vez más tenues, los deseos acerca de ejecutar un "Plan B" se hacen más fuertes.

En este momento, pienso que tenemos que reducir nuestras pérdidas, protegiendo a tantas personas como podamos.

Una legislación de Reforma Migratoria es la manera ideal, pero todos sabemos que la Administración puede proporcionar otras vias.

Antes de junio del 2012, los asesores de Obama sabían que para ganar tenían que contar con el apoyo de la comunidad latina que en gran parte se sentía decepcionada y estaba molesta con el ritmo récord de las deportaciones del gobierno.

La campaña de Obama se preocupaba mucho por una supuesta posible reacción de rechazo de los votantes independientes, misma que nunca se materializó, pero los hispanos, si acudieron a votar por el Presidente en cifras récord.

Si los republicanos se niegan a actuar, Obama puede tomar medidas migratorias unilaterales, - y quedarse de nuevo con todo el crédito de una comunidad hispana agradecida.

Por su parte, algunos Republicanos que favorecen la Reforma de Inmigración han dicho que su Partido necesita poder competir por el voto hispano para ser más viables a nivel nacional.

Pero incluso aquellos que están de acuerdo con el análisis de que es bueno realizar la Reforma por razones políticas, según todos los indicios, tienen poco interés en forzar una votación políticamente difícil, y poco inconveniente con dejar que la Reforma Migratoria 2013 muera lentamente.

Otros dicen que la amenaza de una acción ejecutiva crea un incentivo para que haya inacción en el Congreso, pero aún así, lo del "Plan B" retumba entre los círculos anti-inmigrantes que tienen que reorientar su estrategia.

El tema sigue siendo un tabú ya que la estrategia oficial se mantiene enfocada en ganar la lucha legislativa, pero pienso que ya es hora de dejar de pretender que el proyecto de ley de Reforma va a ser aprobado con seguridad en este 2013.

Debemos empezar desde ya, a culpar a los Republicanos por haberla matado.

En el análisis final, si los Republicanos bloquean la Reforma en la Cámara, hay que tener en cuenta todas las opciones, incluyendo la de presionar al Presidente, cuya posición atual es la de que la única solución a este problema es que el Congreso arregle el sistema de inmigración roto aprobando una Reforma integral.

Creo que si Obama aprieta el gatillo, sería un desastre para el "GOP", que va a ser culpado por muchos de abrirle la puerta al Presidente para que sea visto por los hispanos como "El Gran Emancipador".

La pregunta del millón es: Consideraría Obama tal acción?