Por Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com
El mayor obstáculo que enfrenta la
Reforma Migratoria no es la oposición, sino la inercia.
Los líderes de la Cámara de
Representantes dicen que planean actuar, pero con los meses venideros
que podrían ser consumidos por el drama económico federal, el tema
de la inmigración puede quedarse en el olvido.
Si eso sucede, tengo una propuesta:
Presionar a Obama para que empuje el botón de "otra opción".
Esa "otra opción", es la
comúnmente conocida entre los reformistas como "Plan B".
Con esta, veríamos al Presidente tomar
medidas ejecutivas para impedir que los inmigrantes indocumentados
sigan siendo deportados – en la línea del programa de "Acción
Diferida" creado para los "Dreamers" el año pasado.
No sería una panacea, ya que no les
daría la ciudadanía, sin embargo, tal acción podría, al menos,
parar parte del actual sufrimiento de millones de personas.
Y tal vez, podría convertirse en una "venganza
política" contra los republicanos, ya que galvanizaría al
electorado hispano, perjudicando aún más su
imagen en el segmento de más rápido crecimiento de votantes.
Los opositores a la Reforma Migratoria
aullan que eso es un chantaje.
En la medida que las perspectivas de
lograr una legislación se vuelven cada vez más tenues, los deseos
acerca de ejecutar un "Plan B" se hacen más fuertes.
En este momento, pienso que tenemos que reducir nuestras
pérdidas, protegiendo a tantas personas como podamos.
Una legislación de Reforma Migratoria es la
manera ideal, pero todos sabemos que la
Administración puede proporcionar otras vias.
Antes de junio del 2012, los asesores
de Obama sabían que para ganar tenían que contar con el apoyo de la
comunidad latina que en gran parte se sentía decepcionada y estaba
molesta con el ritmo récord de las deportaciones del gobierno.
La campaña de Obama se preocupaba
mucho por una supuesta posible reacción de rechazo de los votantes
independientes, misma que nunca se materializó, pero los hispanos,
si acudieron a votar por el Presidente en cifras récord.
Si los republicanos se niegan a actuar,
Obama puede tomar medidas migratorias unilaterales, - y quedarse de
nuevo con todo el crédito de una comunidad hispana agradecida.
Por su parte, algunos Republicanos que
favorecen la Reforma de Inmigración han dicho que su Partido
necesita poder competir por el voto hispano para ser más viables a
nivel nacional.
Pero incluso aquellos que están de
acuerdo con el análisis de que es bueno realizar la Reforma por
razones políticas, según todos los indicios, tienen poco interés
en forzar una votación políticamente difícil, y poco inconveniente
con dejar que la Reforma Migratoria 2013 muera lentamente.
Otros dicen que la amenaza de una
acción ejecutiva crea un incentivo para que haya inacción en el
Congreso, pero aún así, lo del "Plan B" retumba entre los
círculos anti-inmigrantes que tienen que reorientar su estrategia.
El tema sigue siendo un tabú ya que la estrategia oficial se mantiene enfocada en ganar la
lucha legislativa, pero pienso que ya es hora de dejar de pretender
que el proyecto de ley de Reforma va a ser aprobado con seguridad en este 2013.
Debemos empezar desde ya, a culpar a
los Republicanos por haberla matado.
En el análisis final, si los
Republicanos bloquean la Reforma en la Cámara, hay que tener en
cuenta todas las opciones, incluyendo la de presionar al Presidente,
cuya posición atual es la de que la única solución a este problema es
que el Congreso arregle el sistema de inmigración roto aprobando una
Reforma integral.
Creo que si Obama aprieta el gatillo, sería un desastre para el
"GOP", que va a ser culpado por muchos de
abrirle la puerta al Presidente para que sea visto por los hispanos
como "El Gran Emancipador".
La pregunta del millón es: Consideraría Obama tal acción?