jueves, 19 de septiembre de 2013

Economía, Imparcialidad E Inmigración

Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com


El sistema de leyes de la nación, la fiabilidad, la puntualidad del sistema de justicia de los Estados Unidos y la protección misma de los derechos de propiedad intelectual e industrial han hecho de este país un paraíso para los negocios y para la inversión.

Lo sorprendente no es que los futuros dueños de negocios vengan a estas costas, sino que las actuales leyes de inmigración no hayan sofocado del todo ni la innovación, ni el desarrollo empresarial.

Los empresarios extranjeros que desan invertir en este país, se enfrentan a condiciones absurdas que hacen que Estados Unidos sea menos competitivo globalmente.

Con demasiada frecuencia, los extranjeros que aspiran a abrir un negocio en los Estados Unidos tienen que tener conexiones familiares, ser famosos, tener un trabajo permanente o ser inmensamente ricos.

Incluso los más brillantes estudiantes extranjeros, y hasta los graduados de las universidades de Estados Unidos no pueden obtener Visas permanentes y se ven obligados a salir del país, llevandose consigo sus conocimientos e ideas.

Por supuesto, el sistema de Visas para empresarios no es en la única área en la que inmigración no está a la altura de la racionalidad e incluso de la moralidad.

Cuestiones de vida y libertad se deciden en el sistema de justicia de inmigración sin las protecciones más básicas que todos esperamos tener en los otros tribunales norteamericanos.

Los inmigrantes no tienen derecho a que se les asigne un abogado pagado por el Estado.

De hecho, ni siquiera los niños, los incompetentes mentales o los discapacitados en el actual sistema de inmigración tienen garantizado el acceso a un abogado gratuito. 

Como resultado, un niño de 6 años de edad, puede ser llevado ante un Juez y ser deportado sin la presencia de un abogado defensor.

La mitad de las personas en los procedimientos de inmigración carecen de asistencia legal, a pesar de los esfuerzos de muchos abogados privados para prestar asesoramiento jurídico gratuito.

Un porcentaje significativamente grande de detenidos no tiene abogado, a pesar de los muchos programas existentes para conectarlos con abogados pro-bono.

Y es que simplemente hay demasiadas personas en Procedimientos de deportación.

Debemos recordar que el "Departamento de Seguridad y Control de Aduanas" detiene anualmente a más de 400,000 extranjeros.

Entre este alto número de detenidos, estan las "personas en riesgo", incluidas las mujeres y los solicitantes de Asilo.

Lo peor de todo, es que el costo de no prestar asesoramiento legal a los inmigrantes es asumido por todos los contribuyentes, ya que los indocumentados que se representan a sí mismos, o son deportados arbitrariamente o navegan por años por las Cortes y a través del proceso legal.

Esas personas no entienden las leyes, el lenguaje legal, ni los procedimientos de la Corte de inmigración, factores que dan lugar a costosos retrasos que aumentan el tiempo de permanencia en la Sala y en la prisión - demoras que el acceso a un abogado podría evitar.

Mantener a un inmigrante detenido le cuesta al Gobierno $164 por día, por lo que la nación no puede permitirse el lujo de tener retrasos en los casos por causa de la falta de un abogado.

Todo eso debe hacer que para los miembros de la Cámara de Representantes, la reforma de la ley de inmigración sea de "primera prioridad".

El Senado ya ha ofrecido un proyecto de reforma de inmigración bipartidista, que es apoyado por 14 senadores republicanos, entre ellos John McCain, y Marco Rubio.

Entre otras cosas, el proyecto del Senado crearía una Visa especial para inmigrantes-empresarios, ofrece más visas para extranjeros con talentos y habilidades necesarias para mejorar la economía de los Estados Unidos, y mejoraía la equidad y la eficiencia del sistema de inmigración.

El proyecto del Senado no es perfecto, crea procedimientos muy complejos en algunas áreas y no va lo suficientemente lejos para dar asistencia a los pobres, pero es mejor que continuar con el sistema actual que tiene décadas dividiendo a las familias, erosionando la frontera y lastimando la economía.

Estados Unidos es una nación de inmigrantes.

Una reforma migratoria realista que fortalezca las fronteras y aborde los enormes costos monetarios, legales y morales de la penalización y la detención es muy necesaria.

Crear mejores leyes, que protejan a los niños, a los incompetentes mentales, a los discapacitados y a las víctimas de violencia es algo que puede ser alcanzable.

Crear políticas más inteligentes está a nuestro alcance. No hacer nada sólo mantendrá el actual sistema roto que mina la justicia y socava la economía.