Aníbal E. Melo
http://www.AnibalMelo.com
AnibalMelo@yahoo.com
El sistema de leyes de la nación, la
fiabilidad, la puntualidad del sistema de justicia de los Estados
Unidos y la protección misma de los derechos de propiedad
intelectual e industrial han hecho de este país un paraíso para los
negocios y para la inversión.
Lo sorprendente no es que los futuros
dueños de negocios vengan a estas costas, sino que las actuales
leyes de inmigración no hayan sofocado del todo ni la innovación,
ni el desarrollo empresarial.
Los empresarios extranjeros que desan
invertir en este país, se enfrentan a condiciones absurdas que hacen
que Estados Unidos sea menos competitivo globalmente.
Con demasiada frecuencia, los
extranjeros que aspiran a abrir un negocio en los Estados Unidos
tienen que tener conexiones familiares, ser famosos, tener un trabajo
permanente o ser inmensamente ricos.
Incluso los más brillantes estudiantes
extranjeros, y hasta los graduados de las universidades de Estados
Unidos no pueden obtener Visas permanentes y se ven obligados a salir
del país, llevandose consigo sus conocimientos e ideas.
Por supuesto, el sistema de Visas para
empresarios no es en la única área en la que inmigración no está
a la altura de la racionalidad e incluso de la moralidad.
Cuestiones de vida y libertad se
deciden en el sistema de justicia de inmigración sin las
protecciones más básicas que todos esperamos tener en los otros
tribunales norteamericanos.
Los inmigrantes no tienen derecho a que
se les asigne un abogado pagado por el Estado.
De hecho, ni siquiera los niños, los
incompetentes mentales o los discapacitados en el actual sistema de
inmigración tienen garantizado el acceso a un abogado gratuito.
Como resultado, un niño de 6 años de edad, puede ser llevado ante un Juez y ser deportado sin la presencia de un abogado defensor.
Como resultado, un niño de 6 años de edad, puede ser llevado ante un Juez y ser deportado sin la presencia de un abogado defensor.
La mitad de las personas en los
procedimientos de inmigración carecen de asistencia legal, a pesar
de los esfuerzos de muchos abogados privados para prestar asesoramiento
jurídico gratuito.
Un porcentaje significativamente grande
de detenidos no tiene abogado, a pesar de los muchos programas existentes para
conectarlos con abogados pro-bono.
Y es que simplemente hay demasiadas
personas en Procedimientos de deportación.
Debemos recordar que el "Departamento
de Seguridad y Control de Aduanas" detiene anualmente a más de
400,000 extranjeros.
Entre este alto número de detenidos,
estan las "personas en riesgo", incluidas las mujeres y los solicitantes
de Asilo.
Lo peor de todo, es que el costo de no
prestar asesoramiento legal a los inmigrantes es asumido por todos
los contribuyentes, ya que los indocumentados que se representan a sí
mismos, o son deportados arbitrariamente o navegan por años por las
Cortes y a través del proceso legal.
Esas personas no entienden las leyes,
el lenguaje legal, ni los procedimientos de la Corte de inmigración,
factores que dan lugar a costosos retrasos que aumentan el tiempo de
permanencia en la Sala y en la prisión - demoras que el acceso a un
abogado podría evitar.
Mantener a un inmigrante detenido le
cuesta al Gobierno $164 por día, por lo que la nación no puede
permitirse el lujo de tener retrasos en los casos por causa de la
falta de un abogado.
Todo eso debe hacer que para los
miembros de la Cámara de Representantes, la reforma de la ley de
inmigración sea de "primera prioridad".
El Senado ya ha ofrecido un proyecto de
reforma de inmigración bipartidista, que es apoyado por 14 senadores
republicanos, entre ellos John McCain, y
Marco Rubio.
Entre otras cosas, el proyecto del
Senado crearía una Visa especial para inmigrantes-empresarios,
ofrece más visas para extranjeros con talentos y habilidades
necesarias para mejorar la economía de los Estados Unidos, y mejoraía la equidad y la eficiencia del sistema de inmigración.
El proyecto del Senado no es perfecto,
crea procedimientos muy complejos en algunas áreas y no va lo
suficientemente lejos para dar asistencia a los pobres, pero es mejor
que continuar con el sistema actual que tiene décadas dividiendo a
las familias, erosionando la frontera y lastimando la economía.
Estados Unidos es una nación de
inmigrantes.
Una reforma migratoria realista que
fortalezca las fronteras y aborde los enormes costos monetarios,
legales y morales de la penalización y la detención es muy
necesaria.
Crear mejores leyes, que protejan a los
niños, a los incompetentes mentales, a los discapacitados y a las
víctimas de violencia es algo que puede ser alcanzable.
Crear políticas más inteligentes está
a nuestro alcance. No hacer nada sólo mantendrá el
actual sistema roto que mina la justicia y socava la economía.