Llama la atención el papel fundamental que los inmigrantes han jugado en el surgimiento y crecimiento de Silicon Valley y de la vibrante economía de alta tecnología existente en Estados Unidos, que es justamente una fuente de gran orgullo para los estadounidenses.
En estos momentos, Silicon Valley nos esta advirtiendo de que estamos en peligro de matar a la gallina de los huevos de oro.
La importancia de los inmigrantes científicos, ingenieros, y empresarios para la economía de Estados Unidos, es generalmente aceptada.
En un estudio del 1999, se descubrió que los inmigrantes, en particular los hindúes y los chinos, componían un tercio de la fuerza laboral científica y de ingeniería de Silicon Valley.
Otro estudio realizado en el 2007, descubrió que entre el 1995 y el 2005, más de la mitad de todas las nuevas empresas de Silicon Valley tenían al menos un fundador nacido en el extranjero.
En el país la cifra era de poco más de una cuarta parte.
Estos hallazgos han sido sorprendentes ya que sólo el 13% de la población de Estados Unidos, es de origen extranjero.
En teoría, hoy el espíritu emprendedor inmigrante debería estar creciendo y ser aún más fuerte.
Sabemos que en promedio, los inmigrantes inician una nueva empresa alrededor del 13avo año después de haber llegado a los Estados Unidos, período de tiempo suficiente para desarrollar las habilidades y los contactos necesarios para tener éxito empresarial.
A finales de los '90, en Estados Unidos se produjo un incremento de la inmigración profesional debido a un aumento temporal en el tope de las visas H-1B.
En mi teoría, eso es lo que dió lugar a la explosión de miles de nuevas empresas fundadas por inmigrantes durante esos años.
En contraste, un estudio reciente llamado: "Entonces y ahora: Nuevos Empresarios Inmigrantes de Estados Unidos", muestra una disminución en el número de empresas fundadas por inmigrantes en Silicon Valley.
De 52.4% entre el 1995 y el 2005 a 43.9% entre el 2006 y el 2012.
¿Qué está pasando?
Esto sin duda refleja las crecientes oportunidades para los estudiantes inmigrantes indios y chinos que desean regresar a sus hogares.
El explosivo crecimiento de China y la apertura de la economía de la India, especialmente en los sectores de alta tecnología, ha creado posibilidades para sus ingenieros y empresarios, que eran impensables quince años atrás.
Gran parte de la herida de Estados Unidos, es auto-infligida, creada por cuotas y restricciones que han hecho cada vez más difícil para los inmigrantes con talento el poder permanecer en los Estados Unidos.
¿Cuánto más difícil?
En 1980, un profesional que se trasladaba a los Estados Unidos después de graduarse de una Universidad en su país, inmediatamente encontraba trabajo y conseguía su tarjeta verde en unos 18 meses, lo que le permitía buscar y obtener un mejor empleo.
Hoy en día, si un profesional llega al país con una Visa H-1B, se encuentra secuestrado con el mismo empleador y tiene que esperar una década por su Tarjeta de Residencia. Y para colmo, su cónyuge, si es casado, no puede trabajar.
Para ponerlos en contexto, les voy a escribir sobre un jóven inmigrante:
Anand Chhatpar, ingeniero informático graduado en Mumbai, vino a Estados Unidos y entró a la Universidad de Wisconsin en el año 2001.
Luego de fundar su primer negocio, fue nombrado por la revista Business Week como uno de los "5 mejores jóvenes emprendedores" del país.
En el 2008, él y su esposa crearon "Fama Express", que fáctura millones creando aplicaciones para Facebook.
Pero en septiembre del 2010, aún sin Residencia Permanente en los Estados Unidos, tuvo que regresar a la India para solicitar una Visa temporal EB, reservada para profesionales altamente cualificados.
A pesar de ser dueño de varias empresas y empleador de cientos de personas en los Estados Unidos, se les negó. Hoy, ellos manejan sus compañías desde Bangalore.
Esta es una historia increible. Verdad?
Pienso que hay que despejar los obstáculos para la inmigración.
Hay que aumentar las cuotas de tarjetas de residencia para los inmigrantes cualificados. Y hay que permitir que los cónyuges de los titulares de las Visas H-1B puedan trabajar.
Estas ideas, en general gozan de apoyo bipartidista, pero por culpa de la política deformante de Washington, todavía no han podido ser aprovadas por el Congreso.
Pero, recordemos el cuento y la moraleja de La Gallina De Los Huevos De Oro:
Érase una Gallina que ponía un huevo de oro al dueño cada día. Aun con tanta ganancia, el mal contento y rico avariento quiso descubrir de una vez y por todas la mina de oro, y hallar en menos tiempo, más tesoro.
La mató, y le abrió el vientre. Después de haberlo hecho, ¿qué sucedió?
Muerta la Gallina, perdió sus huevos de oro y no halló la mina.