Más que cualquier otro tema, pienso que la postura de
Donald Trump sobre la inmigración tendrá un impacto mayor en la política
nacional post-electoral.
Su oposición a la inmigración ha sido su mejor Firma durante toda esta campaña.
A mi modo de ver, el ascenso de Trump en las primarias
republicanas fue impulsado por su nativismo, y sus primeras declaraciones
contra los supuestos “violadores méxicanos”.
Del mismo modo predigo, que su probable derrota en
Noviembre será debido principalmente a esa misma postura.
Entre sus seguidores es el rabioso nativismo de Trump y
su manera odiosa de expresarlo lo que alimenta su ascenso.
Todos pudimos ver que la opinión anti-inmigrante de los
votantes en las primarias republicanas fue el mejor predictor del apoyo al
pre-candidato.
Como Ann Coulter dijo, "los estadounidenses han
estado pidiendole al Partido Republicano que se detenga la inmigración durante
décadas".
Incluso los Editores de la Revista “National Review” escribierón
que:
"Su éxito se ha debido a la firme postura anti-inmigración
de los republicanos... y a que Trump ha abrigado la opinión pública de los
simpatizantes de ese Partido sobre el tema."
Pero mientras que los Republicanos se han vuelto
cada vez más anti-inmigrantes, la opinión pública se ha desplazado hacia el lado
opuesto.
Una Encuesta Gallup del 2016 encontró que solamente el 38%
de los estadounidenses quiere disminuir la inmigración - una disminución de 27
puntos desde el año 1993.
Mientras tanto los que están contentos con los niveles
actuales o apoyan un aumento de la inmigración legal se han más que triplicado.
Es por eso que digo que los que apoyan las restricciones
a la inmigración son políticos que ignoran a los electores.
Así como el ascenso en las Encuentas de Trump puede ser
acreditado a su posición anti-inmigración, eso también significa que su caída y
problable derrota en Noviembre también podría ser atribuida a lo mismo.
Algunas personas tratan de explicar las razones de una
posible pérdida electoral culpando al estilo de Trump en lugar de a su
sustancia.
Mark Krikorian, Director Ejecutivo del “Centro de
Estudios de Inmigración”, organización ultra anti-inmigrante, dice que está contento
con que Trump "comparta su opinión", pero que "sería bueno sí
tuviése un mensajero diferente".
El Editor de la Revista “National Review”, Rich Lowry
imploró a los Republicanos que apoyasen a Trump y a su grandilocuente retórica anti-inmigrante.
Es por eso que creo que Trump, sí entiende el movimiento
Republicano anti-inmigrante y sus raíces, por lo que actua y habla de cierta
manera cuando toca el tema.
Y es que su éxito no puede ser replicado hablando suave y
educadamente.
Rick Santorum, Mike Huckabee y Scott Walker todos tenían
posiciones anti-inmigrantes similares a las de Trump sin embargo, perdieron
porque carecían de una personalidad grosera y vulgar.
Para conseguir el apoyo de los nativistas republicanos, no
se pueden enarbolar argumentos suaves, o medidos.
Ellos quieren oir lo que dice y como lo dice Trump: Crudos
insultos, con proyección de tenacidad y odio.
Es casi imposible haber tenido la sustancia y el estilo
vulgar de Trump y no ganar las primarias del GOP.
Pero ahora, los más inteligentes y más educados anti-inmigrantes
serán los victimarios de Trump y los artifices de su probable derrota
electoral.
En estos momentos Hillary Clinton se encuentra en un ascenso
impulsado por su relativo apoyo a la inmigración y su fuerte posición contra
Trump, lo que refuerza la tendencia de opinión en favor de la inmigración entre
los Demócratas y los Independientes.
Los Republicanos van a salir mal marcados por esta Elección
y van a tener que trabajar el doble para volver a tener triunfos electorales en
el futuro.
Sorprendentemente, el GOP ha estado en esa misma posición
antes.
Recordemos que California se volvió azul a mediados de la
década del 1990 debido a que el Partido Republicano se enfrentó contra los pro-inmigrantes,
la opinión pública, y los hispanos.
Y aunque el GOP ganó la Elección en el 1994, han perdido
prácticamente cada una de las siguientes contiendas electorales (Schwarzenegger
fue una excepción).
Ahora, el Partido Republicano de Trump está repitiendo ese
mismo error pero a nivel nacional.
Y en lugar de evitar copiar el fracasado libro de jugadas
del casi extinto GOP de California, el Partido Republicano y sus votantes deberían
de copiar lo que ha hecho el GOP de Texas.
Los hispanos son el 38.6% de la población en ambos
Estados, pero sus políticas son dos mundos diferentes.
Esto se debe a que los republicanos de Texas como George
W. Bush y Rick Perry ignoraron el modelo de California y se dieron cuenta de
que demográficamente no tenian futuro político.
Con la ayuda de los inmigrantes y públicamente oponiendose
a los nativistas hicieron de Texas un estado aún más conservador.
Estoy casi seguro de que Donald Trump perderá esta Elección.
Y eso no sólo será una oportunidad para los Demócratas,
sino también para cualquier conservador que quiera abrazar la orgullosa
historia de América de acogida a los inmigrantes.
Una contundente derrota de Trump deberá convencer a los Republicanos
de que en lugar de estar en contra de la inmigración, necesitan empezar a decirles
"bienvenidos" con mucha sinceridad.